Hugh Grant tiene esa sonrisita de conejito pillo que, mientras dura la película, te la miras con simpatía, pero una vez salidos del cine, de camino al coche, empiezas a darte cuenta de que tal vez una cara picarona no baste para justificar el éxito de una película. Parece ser que bajo el género "comedia romántica", se nos pongan a la mayoría de nosotros, unos ojos bobalicones dispuestos a tolerarlo todo. Y no es eso...La suma actor-mono+actriz-atractiva+canción-pagadiza+final-feliz, en efecto, suma cuatro, que es el voto que creo, merezca esta películita, simpática, y nada, nada más.

A mi me ha recordado un poco a Amèlie, pero en triste. La estética chillona y el aire atemporal, ayuda a que el dramatismo que el argumento conlleva, te haga hacer pucheros pero sin hipos. Hay algunas escenas fellinianas que en un primer momento casi te sobran pero que, concluida la película, entran en contexto. Sin duda vale la pena ir a verla.

El protagonista es víctima de una ansia vital que arrastra y lo arrastra en todas sus acciones. El contraste entre el ambiente del que llega, los turbios negocios inmobiliares, y al que aspira llegar, el de pianista profesional, no llega a ser nítido porqué sus fustraciones se desbordan en ambos campos y lo sucio no logra desprenderse de él. Incluso en la última sonrisa del potagonista hay todavía una mancha de sangre cerca de sus labios. Muy buena interpretación de Roman Duris y muy buena la música que evidencia, una vez más, con su alternarse de tecno y música clásica, la dicotomía entre los dos mundos.

Que bien salir del cine con una sonrisa suave en los labios y una lagrimita apenas perceptible!Todo en esta película es moderado lo que no significa para nade mediocre; una comicidad sin estridencias, un sentimentalismo sin cursilerías, un punto de tristeza soportable sabiéndose, como fácilmente se intuye (por lo que tranquilos que no desvelo nada), que el happy end está a la vuelta de la esquina. Bravísimo Blanc y fresquísima interpretación de Medea Marinescu.

Me encantó. Fui sin mucha fe, pues últimamente acompaño a mi hija de 7 años a ver todas las películas infantiles un poco porqué toca, porqué luego se la comentan en el cole (como nostros decíamos "tengui-tengui" con los cromos, ellos dicen "vista-vista" con las pelis), y me pareció una película ideal para estas fechas. La historia es bonita, bien explicada, la animación increible, el mensaje súper correcto, los protagonistas simpáticos...ries y lloras (bueno, sobre eso no me hagan mucho caso porqué yo lloro por cualquier cosa) y sales feliz, que es de lo que se trata en estos tiempos tan empinados... Que la disfruten!