Fabulosa, sorprendente y estremecedora. Es una película larga que puede llegar a hacerse pesada e incluso ser un incordio, pero con el final que Alan Parker nos muestra valdría la pena hasta pasar por un camino de chinchetas descalzo. Valoramos la vida, y y nos enseña la parte asesina de la justicia de los Estados Unidos cuando aplica la pena de muerte y nuestro protagonista, David Gale, consigue demostrar al mundo entero lo poco fiable, justa y efectiva que es la pena capital. Deben verla para poder tener el punto de vista necesario en estos ámbitos.

¿Cuándo un profesor consiguió que la totalidad de su clase amara su asigantura? Una película muy idealizada pero de alta esperanza educativa. Consigue conmovernos cuando el viejo profesor se siente orgulloso de lo que consiguió y de lo que le queda por conseguir. Un guión admirable, muy esperado y convencional pero con un final inesperado. Una vez la ves sientes como si ser profesor fuera tu futuro y que debes conseguir lo mismo que consiguió nuestro protagonista.

Si una película destacó por su taquilla fue TITANIC y no podemos culparla de ello ya que un fenómeno social de tal calibre no merece menos. Preparad papel, palomitas y el salvavidas porque más que una película, lo que James Cameron realizó en 1997 fue una experiencia para el público, una vivencia que jamás se olvida, pues el punto en el que el espectador llega a sentir el frío agua del Atlántico Norte es tan abrumador que cualquiera es capaz de decir que ha estado en esa situación. La fidelidad de la realidad que sigue Cameron en este filme es maravilloso, tanto el decorado, como el Strezzo, como el vestuario, el diálogo o como detalle concreto, la carta del menú del restaurante de 1º clase. Tuvo 14 nominaciones y consiguió 11 Oscars, pocos me parecen.