1952: Película tropical, tema entretenido, guión coherente y consistente, interpretaciones dignas y notable dirección desarrollando todo el potencial de la película, el cual no era mucho.
1962: Crisis de los misiles en Cuba que puso al mundo al borde de la tercera guerra mundial, seguramente la última. ¿Se basaron los "expertos" de la KGB y/o los matones de la Habana en la película que comentamos? Nunca sabremos cuanto debe la humanidad a Rita. En todo caso, una película muy digna de ser vista.

Muy digna película que pasa totalmente desapercibida como lo prueba el que en este sitio carece de puntuaciones y de críticas. Pelicula muy eficiente puesto que con un bajo presupuesto desarrolla impecablemente, en 1960, el tema de los errores médicos sin dramatismos ni maniqueismos, puesto que los causantes y los pacientes de los mismos son médicos o allegados a médicos. Sobre los aspectos técnicos no suelo hablar, pero creo son relevantes las actuaciones de los actores principales, la sobriedad general y el correcto asesoramiento médico-técnico, esto último no muy frecuente en la filmografía médica. Recomiendo su visión.

Parábola brillante contada con la mayor economía posible. Simple, en el mejor sentido de la palabra, técnicamente irreprochable. Digna de Dreyer. Ejemplo de que se pueden contar historias y temas complejos con nitidez expositiva y con los recursos imprescindibles. Alejada de los barroquismos innecesarios y de los irritantes “oscurecimientos” que siempre se emplean para dar una artificial sensación de profundidad. Con estos mimbres una historia sobre el mal, la hipocresía con la que se ejerce socialmente y el papel del sacerdote-intelectual en su administración.

Los Soprano, The Wire, Breaking bad, acababan antes del 2008, si no me equivoco. Orzak refleja lo que queda: sociedad empantanada, empobrecida, sin futuro, en una economía de drogas, finanzas estafadoras, quiebra fiscal, economía de casino y de chiringuitos.

Nunca enseño mis filmaciones por miedo a aburrir a los espectadores que educadamente no se atreven a negarse a mis invitaciones de verlas. Viajes, eventos, etc. tan válidos o más que los de esta filmación. Nunca se me ocurrió hacer una metafísica de la fragmentación del transcurrir vivencial. La demolición de los axiomas estéticos, como el orinal, la lata de sopa, los cuadros monocromos, las cagadas circunscritas, el dadaismo, la aburrida vida cotidiana, repetida y con cámara con parkinson etc, etc, provoca en los espectadores como yo el chantaje de no poder descalificar lo que los mantras vigentes etiquetan como obras maestras.
Salvo algunos textos.
Le pongo un 6 por no provocar. El cuerpo me pide un 2.