El fan service es un término que se refiere a la inclusión de elementos o referencias en una obra de ficción que están diseñados para satisfacer a los fans de esa obra en particular, y que actualmente funciona en detrimento de series y películas. En "The Last of Us", hay algunos elementos de fan service que se han criticado por distraer de la historia y la narrativa más amplias de la serie.
Para los fans del videojuego, estas referencias pueden ser emocionantes y satisfactorias, pero para los espectadores que no están familiarizados con el material de origen, pueden resultar confusas o innecesarias.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el fan service no siempre es necesariamente algo malo. A menudo, el fan service puede ser una forma de reconocer y honrar la dedicación y el amor de los fans por una obra en particular. Además, el fan service puede ser una forma efectiva de generar interés y entusiasmo en una obra de ficción, especialmente si se utiliza con moderación y de manera efectiva. Aunque no exige conocer el videojuego, esta serie se siente de ritmo lento si no hay referencias previas, quedándose en la conocida historia de un par de sobrevivientes en un mundo post-apocalíptico.
La cinematografía es excelente, al igual que las actuaciones, aunque flaquea por el lado del guión.

La sola mención de Gondry ya es sinónimo de un buen resultado. El mago visual que nos sorprendió con joyas como Eternal Sunshine of the Spotless Mind y algunos de los mejores videos de Björk, The White Stripes y Foo Figthers entre muchos otros, apuesta ahora por la televisión, con la historia de Jeff Pickles, el presentador de un programa infantil que tiene una muy complicada vida privada.

Da vida a a Pickles el no menos inquietante Jim Carrey, quien a lo largo de su carrera ha bordeado la genialidad y la locura a partes iguales. Si bien en Truman Show nos daba un primer atisbo de la dualidad del personaje entre su vida perfecta, no fue sino hasta Man on the moon en la que ese desorden personal se hizo tangible, con la historia de un comediante muy complejo. Por desgracia no hemos podido ver por estos lares dos de sus mejores actuaciones, (The Bad Batch y Dark Crimes) pero sin duda en Kidding nos encontramos con su mejor trabajo, no sería de extrañar que tenga por lo menos una nominación a los Emmys.

Kidding es amarga, linda y desagradable a partes iguales. No bien bajas la guardia ante los despliegues de imaginación de Gondry cuando el argumento te exhibe alguna escena deprimente o algún flashback duro de ver. Y es que Gondry madura, y nos muestra que lo bello y lo horrible son sólo dos caras de la misma moneda.

Park Chan-wook es un director de cine surcoreano conocido por su habilidad para crear películas emocionalmente poderosas y visualmente impresionantes. En muchas de sus películas, el amor es un tema central y es explorado de manera única y compleja.

Una de las películas más conocidas de Park Chan-wook, "Oldboy" (2003), presenta una historia de amor trágica entre el protagonista, Oh Dae-su, y una joven chef llamada Mi-do. "Thirst" (2009), es una historia de amor vampírica entre un sacerdote y una mujer que está casada con un amigo cercano del sacerdote. La película explora el deseo y la tentación, así como las complejidades de la fidelidad y la traición. En "Thirst", el amor es presentado como algo peligroso y, en última instancia, destructivo.

En "Stoker" (2013), Park Chan-wook presenta una historia de amor obsesiva entre India, una joven aislada, y su tío, Charlie. La relación entre India y Charlie es inquietante y misteriosa, y a menudo se presenta en términos oscuros y siniestros. El amor en "Stoker" se presenta como una fuerza que puede ser tanto atractiva como aterradora.

Lo que es notable en las películas de Park Chan-wook es que el amor nunca se presenta de manera simplista o idealizada. En cambio, se explora en toda su complejidad, con todas las ambigüedades y contradicciones que conlleva. Las relaciones amorosas en sus películas a menudo son peligrosas y están llenas de traición, dolor y sufrimiento.

En resumen, el amor en las películas de Park Chan-wook es complejo y a menudo oscuro. A través de su exploración de temas como la obsesión, la traición y la tentación, el director ofrece una visión única y penetrante de las complejidades del amor y las relaciones humanas.

Es bien sabido que en Hollywood existe una cuota para las minorías al momento de elegir las cintas nominadas a mejor película. Lo irónico es que este año eligieron a una cinta que critica la cuota a las minorías.

American Fiction parte de una premisa muy interesante: la dicotomía entre lo que se quiere hacer y lo que se tiene que hacer, una actitud que cualquier artista que se enfrenta a los gustos y necesidades comerciales conoce bien.

Desafortunadamente, el director opta por no limitarse a esta idea y peca por exceso al introducir una trama paralela, lo que convierte a esta película en dos películas muy diferentes, afectando el resultado final con una amalgama muy extraña.

Por un lado, tenemos la lucha de un escritor por ser auténtico y defender su punto de vista, desarrollada en forma de comedia. Y, por el otro, tenemos un drama familiar con los efectos de la enfermedad y la muerte como telón de fondo.

Lamentablemente, el desarrollo de ambas tramas entorpece su visionado, y al no llegar a buen término, nos entregan una cinta inconclusa y con una resolución insatisfactoria.
Es una lástima, ya que la película prometía mucho. Tal vez no tanto como para ser nominada a mejor película, pero nunca es aburrida y sus protagonistas generan mucho interés. Cabe destacar su crítica a los concursos y certámenes, y a la corrección política.

Nota: 7.5

La cinta nos propone un gran dilema respecto al papel de una madre. ¿Debe sacrificar su propia vida por cuidar a sus hijos? ¿Lo más importante en la vida de uno es la vida de uno?

El personaje principal es fascinante, aunque por desgracia no se puede decir lo mismo de la hija/directora/coprotagonista/escritora, quien desvía el interés de la cinta hacia su propia experiencia, lo cual puede resultar muy catártico para ella, pero no para el restante 99% de personas que ven su documental. El montaje tiene el encanto de un trabajo universitario, y la voz el off lo refuerza. Tal vez su mayor error es querer abarcar mucho y dejar en el aire historias secundarias muy interesantes pero inconclusas.

Sin embargo, el tema es interesante, y no se hace aburrida.