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Críticas de Angel Lopez
Críticas 1.025
Críticas ordenadas por utilidad
8
22 de septiembre de 2018
28 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director alemán Robert Schwentke «responsable de Red y las innecesarias secuelas de Divergente» filma El capitán, su obra más personal hasta la fecha. Galardonada con el premio a la mejor fotografía en el pasado Festival de San Sebastián, la película ha tardado un año en llegar a nuestras carteleras. El capitán, basada en hechos documentados y ambientada en las últimas semanas antes de terminar la Segunda Guerra Mundial, recrea la historia verídica de Willi Herold, un joven soldado raso que huía de un grupo de nazis en busca de desertores y que se hizo pasar por oficial nazi y, tras reunir a una banda de secuaces, ordenó la ejecución de todos los prisioneros de un campo de detención para soldados acusados de deserción, robo o asesinato y, en general, de un total de 170 de sus compatriotas. Su pequeña antihazaña le permitió convertirse en el único soldado en ser condenado a muerte tanto por el Tercer Reich como por el ejército británico.

Hasta ahora las películas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial hablaban del Holocausto o de los campos de concentración. Por lo tanto, podríamos decir que tenían una visión exterior de los acontecimientos que llevaron a cabo el imperio nazi. Sin embargo, El capitán es una obra atípica, dentro del género bélico, ya que no se puede incluir en la misma categoría que estas, ya que tiene esa visión interior. Una perspectiva que nos muestra, desde dentro, el derrumbe del infierno y los daños psicológicos que supuso la Segunda Guerra Mundial y el nazismo para el pueblo alemán. Ese instinto de supervivencia se ve reflejado en la figura de Willi Herold «con una interpretación muy medida, Max Hubacher logra transmitir una asombrosa naturalidad y realismo sin apenas esfuerzo», que al inicio lo vemos convertido en un pobre y desgraciado hombre asustado, perseguido por traicionar a su patria. Su vida no tiene ningún valor y no carece de poder y autoridad, y como adquiere dichos valores tras encontrarse un uniforme de oficial que sirve para fortalecer y realzar la figura de un hombre aparentemente condenado.

La película, rehúye el análisis psicológico, y no deja claro porqué el protagonista se comporta de manera tan sádica, ni se pregunta si ya era mentalmente inestable o si fueron los perjuicios de la guerra los que le hicieron de actuar así. O, simplemente, el uniforme lo convirtió en un monstruo o sirvió como objeto incitador que despertó al monstruo que siempre llevó dentro.

El capitán, filmada en un acerado blanco y negro «seguramente, la fotografía de Florian Ballhaus tenga intenciones estilísticas como la de suavizar el impacto visual de la cantidad de sangre y violencia que fluye por la pantalla», se trata de un cuento de terror que da mucho miedo, además contener unos diálogos e interpretaciones realistas y una violencia que bordea el absurdo y coquetea con la farsa. Schwentke combina lo hilarante de escenas como la de los soldados aullando al cielo como una manada de lobos o de oficiales que dan órdenes en calzoncillos con lo perturbador de un soldado caminando por un campo de esqueletos. El capitán es la obra mayor de un cineasta capaz de mostrar su lado más personal y sacar la oscuridad que tiene en su interior.
Angel Lopez
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8
15 de agosto de 2011
41 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ambientada en la década de los 70, nos narra la historia de nuestro héroe Joe Lamb un niño de 12 años, que ayuda a su amigo Charles a filmar una película de zombies en 8 mm para un festival de cine. Para la película contará con Alice de 14 años, quien roba el coche a su padre para ir a rodar una escena en la estación de trenes local. De pronto el tren que está pasando justo en ese mismo momento colisiona provocando una fuerte explosión, esparciendo un cargamento un tanto misterioso.

Visualmente fascinante, asombrosa y espléndida. La nueva producción de Steven Spielberg bebe de los clásicos de los años 80, y se convierte en uno de ellos. Si mezclamos el sentido de la aventura de ‘The Goonies’, la pérdida de la inocencia de ‘E.T.’, ‘Close Encounters of the Third Kind’ y el mundo apocalíptico de ‘War of the Worlds’ obtenemos como resultado ‘Super 8’. El director estadounidense J.J. Abrams (Mission: Impossible III, Star Trek XI) dirige afinadamente ésta película de impecable factura y todo un prodigio de la imaginación. Una película que cualquier adolescente disfrutará y que a cualquier adulto transportará a una época maravillosa.

Lo mejor: la escena de la colisión del tren.

Lo peor: que se la pierda.
Angel Lopez
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6
19 de junio de 2016
23 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como gran amante del género he de decir que me costó lo suyo adentrarme en esa ambientación nocturna estilo Blade Runner que propone Synchronicity, el nuevo trabajo del estadounidense Jacob Gentry, sin olvidarme, por supuesto, de la música de Ben Lovett «tan evocadora a la partitura de Vangelis que asusta». La razón es básicamente porque me niego a que haya otra Blade Runner «algo que por una parte veo imposible, esperemos la secuela, que miedo me da». Quedando más que clara la fuente de la que bebe Synchronicity, la cinta se mueve bastante bien entre la ci-fi y el noir, pero al tratarse de un género en el que es muy complicado aportar nuevas ideas, la película no queda lo suficientemente redonda como podía haber sido.

Una de las cosas que más admiro de la ciencia ficción de bajo presupuesto es que siempre echa mano de arreglo y embellecimiento para disimular las deficiencias presupuestarias. Y es ahí donde Synchronicity juega bien sus bazas. Porque al final se acaba usando más el corazón que la cabeza. Y aunque la película quiera parecer compleja «principal objetivo de todos los films que tratan los viajes en el tiempo», la historia no peca de simple, pero sí de sencilla.

El principal responsable del uno de los problemas del film es el guión de Jacob Gentry y Alex Orr, que intenta esquivar por todos los medios los momentos clave para no desvelar el final demasiado pronto. Aunque el resultado termina siendo irregular, consigue una proporción más o menos equilibrada y bien medida entre aquellos que buscan la ciencia ficción de manual y los que buscan algo más novedoso que pueda sorprender y con lo que no se sientan decepcionados.

Synchronicity es una cinta que seguramente se perderá como lágrimas en la lluvia, pero que cumple perfectamente su función de entretener, gracias a un suspense bien regulado, además de aportar algunas ideas, unas más interesantes que otras.
Angel Lopez
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8
8 de septiembre de 2017
29 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué pasaría si murieras y tuvieras que borrar todo tu pasado para comenzar una nueva vida con otra identidad? Esa es, básicamente, la pregunta planteada por Estoy vivo, la nueva producción de TVE y Globomedia. Dirigida por el realizador, guionista y productor Daniel Écija (Águila roja) y que cuenta con un estupendo reparto encabezado por Javier Gutiérrez, Anna Castillo y Roberto Álamo. Una serie que mezcla intriga policial, ciencia ficción y drama, una curiosa mezcla de géneros que, por ahora, funciona bastante bien. Estoy vivo es la gran apuesta de TVE, arriesgada y diferente a la par que entretenida. Su estreno en la pasada noche del jueves supuso el mejor estreno de TVE en dos años, alcanzando un 17,3% y superando a otros programas del prime time de esa misma noche.

La historia narra la vida de Andrés Vargas, un inspector de policía que muere en un accidente tras perseguir a un asesino en serie conocido como el Carnicero de Medianoche. Pero después de morir despierta en un lugar de tránsito, una especie de lugar futurista donde le comunican que ha habido un error y que no debería haber muerto, por lo que le dan una única opción: regresar a la Tierra, eso sí, en el cuerpo de otra persona. Tras regresar después de cinco años de su muerte y sin revelar su verdadera identidad a ninguno de sus conocidos y familiares, y siempre, con la supervisión de un Enlace, una especie de ángel de la guarda que le acompaña en este trance, deberá adaptarse a su nuevo cuerpo y a su nueva vida.

Estoy vivo es una propuesta diferente y atrevida, de factura impecable, que viene pisando fuerte. La dirección de Daniel Écija es juguetona, es decir, la cámara busca siempre colocarse en cualquier lugar y rincón, evitando así conseguir una realización estática. La serie parte de una interesante premisa y una historia con toques fantásticos, que de momento no chirrían, es más se digieren bastante bien, además cuenta con un sólido apoyo actoral, entre el que podemos ver a otros actores como Alejo Sauras, Cristina Plazas o Fele Martínez.

Estoy vivo se trata de una serie muy entretenida, que termina enganchando e invita a tener paciencia para descubrir hacia dónde quiere ir y que le dejemos tiempo para descubrirse a sí misma. Ahora toca esperar si cuaja o no cuaja, si logra su público y qué nos deparará los siguientes capítulos. Mi atención ya la tiene, y creo que merece una oportunidad.
Angel Lopez
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8
23 de octubre de 2015
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
La Primera Guerra Mundial ha sido poco tratada en el cine, a pesar de contar con acontecimientos y personajes tremendamente cinematográficos. Si observamos detenidamente, salen apenas un puñado de películas que tengan esta contienda como telón de fondo, y especialmente en los últimos años, la mayoría procedieron de Europa. Y no es de extrañar, ya que el continente europeo fue el territorio más afectado por esta Gran Guerra. Testamento de juventud, dirigida por James Kent y escrita por Juliette Towhidi, es una de esas películas ambientadas en la Primera Guerra Mundial y que adapta de manera lo más fiel posible las memorias de Vera Brittain, una joven mujer que sueña con ser escritora pero una vez declarada la guerra se ofrece como voluntaria para cuidar y ayudar a los heridos en el frente. Muy pronto esos sueños de juventud quedan sepultados en el desván y su inocente mundo se derrumba antes sus ojos. Vera atraviesa momentos difíciles y muy dolorosos que tendrá que afrontar y tomar arriesgadas decisiones que la abrirán los ojos frente a lo que es una guerra de verdad.

La película cuenta con un buen guion de Towhidi que ubica la acción en Inglaterra comenzando el día del armisticio, en noviembre de 1918, donde se ve a Vera Brittain no del todo feliz porque a su cabeza le vienen amargos recuerdos del conflicto bélico.

Kent cuenta con un elenco de actores y actrices que interpretan excelentemente sus respectivos personajes, manteniendo un equilibrio igualado de protagonismo, es decir, que ningún personaje ensombrece a otro sino que todos destacan por igual, aunque, y como es obviamente, el personaje de Vera que encarna estupendamente Alicia Vikander tiene que destacar un poco más por encima del resto.

Sin embargo, algunos no encontrarán lo esperado ya que la película es vendida como si de una historia romántica entre los personajes de Vera y Roland se tratase, y no es del todo cierto, de hecho es verdad que existe una historia de amor, pero es tan relevante como puede serlo la relación de la protagonista con sus padres, con su hermano o con sus amigos. La película es marcada por un tono inicial apacible hasta que llega el verdadero drama, en el que se alternan imágenes de la enfermería con imágenes de su hermano en el frente en un día de lluvia.

Testamento de juventud es un emocionante retrato de una generación perdida y una descarnada evocación sobre el sinsentido de la guerra, el trauma y las consecuencias dramáticas que sufren aquellos que participaron en la misma. Un relato pacifista, que es muy fácil que cale hondamente, sobre una mujer que no quiere más muertes ni más guerras y que siente dolor tanto por los de un bando como por los del otro, porque el dolor es el mismo.

El film es un notable drama de principios de siglo XX gracias a una excepcional recreación de la época, todo es debido al vestuario de Consolota Boyle, a la dirección artística de Jon Henson y a la esmerada fotografía de Robert Hardy. Por último, la película está acompañada musicalmente por una correcta partitura de Max Richter, la cual contiene fragmentos que enfatizan perfectamente los momentos más dramáticos.
Angel Lopez
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