Un hombre que ama a su mujer y está dispuesto a cumplirle su extrema fantasía. Una mujer que descubre que se excita con el llanto de su marido e ingresa en un espiral de mentiras, por lograr que llore. Un perverso que, obligado por la ley, debe avisar que cumplió una condena por agresión sexual a los vecinos de su nuevo barrio. Una interprete de sordomudos que trabaja en un call center de video llamadas y debe ser la intermediaria en una comunicación de índole sexual. Un hombre que droga a su mujer con una pastilla para dormir y es en el único momento que se siente bien con ella. Un final con un toque de efecto. Entretenida.

Me gustó. Esperaba algo más lento pero me mantuvo entretenida. Tiene un patinazo: el personaje antagónico. Está delineado de una manera tan exagerada que realmente molesta y lo vuelve tonto, muy tonto. A veces, el género “comedia negra” puede dar algunos desaciertos y en este caso el director, me parece, se equivocó. Por lo demás, vale la pena. No es apta para adictos del cine yankie, se van a dormir.

Me encanta el cine nórdico y también sus series. Entiendo sus tiempos pero después de ver tanto a veces me cuestiono si es su ritmo de miradas y silencios o si la cosa se extiende innecesariamente. Digamos que esta miniserie es buena pero le sobran, quizás, tres capítulos. Y un par de puntas cierran a medias.

Esta película podría haber sido cualquier porquería Clase B pero tiene por detrás un aparato propagandístico tan impresionante que hizo que todo el mundo quiera verla. Respecto al hecho literario es fanfiction (relato de ficción escrito por fans de una obra literaria). Es decir, nació como relato erótico basado en la saga Crepúsculo (inclusive, en su origen, los personajes se llamaban Isabella y Edward). Los que escriben suben sus capítulos a fanfiction.net y se leen gratuitamente. La autora llamó a su historia-sado: "El amo del universo" pero la editorial que le compró los derechos le puso ese nombre tan chic y claro, metió un poquito de mano para buscar el boom comercial. Ahora, la película completa el combo y, la verdad, nada del otro mundo: Clase B con brillantina y muchos dólares detrás.

Para los que nos gustan las películas románticas y tenemos hecho un camino por el género, esta película aburre. Hay 50000 opciones superiores. Caer en el cliché es falta de imaginación, de creatividad y de una total inoperancia ya que el género, en sí mismo, es un cliché, por lo tanto, la oferta debe ser superadora del "más de lo mismo", Monaghan y Evans tiene menos onda que un clavo y juntos son un plomo pero si estás sin saber que elegir...