De buenas intenciones ecologistas, sí, pero la historia es un auténtico galimatías insostenible. Aunque la atmosfera está lograda y los actores correctos, la historia que se cuenta es demasiado oscura y el guión está muy poco trabajado, careciendo de brillantez y consistencia. A su fracaso como película de mero entretenimiento hay que sumarle su pobreza en contenido, la historia hubiese podido dar mucho más de sí. Una lástima.

Un decepcionante Monicelli. Los gags no acaban de funcionar y la película no acaba de dirigirse a ningún lado, más que a una meliflua reflexión sobre el paso del tiempo, y a la mofa a costa de incautos como forma de sobrellevar los avatares de la vida, así como de la vejez y muerte próximas. Bajo mi punto de vista lo que no consigue sobrevivir al paso del tiempo es el sentido del humor de esta peli, absolutamente coyuntural. Mi humilde consejo: no pierdas el tiempo. Con todo lo que hay por ver...

Ni el guión hace justicia a las historias originales de Goscinny ni el diseño artístico a las ilustraciones de Uderzo. Carece de gracia, emoción y sentido didáctico. La trama es trivial y los personajes desvirtuados y sin una pizca de la chispa e inteligencia que contienen las viñetas de este genial dúo. Si eres muy fan de la saga Asterix, no la veas y ahórrate una decepción. Y si no eres fan, también. Floja.

Muy rápidamente. La temática es reivindicable, un homenaje a los héroes anónimos de la II Guerra Mundial, de cualquier guerra; gente inquebrantable que no se pliegan al despotismo y a la sinrazón humana. Actos ocultos en la historia que alumbran el mundo. El amor, la amistad, la familia, la fe, la solidaridad, la maldad humana...todo esto pone sobre la mesa Malick, que, como siembre, rueda magníficamente, con algunos momentos sublimes y poéticos. Los actores están sobrios y la fotografía es excelente. Quizás falle el montaje y sobren algunos minutos que no hacen más que redundar innecesariamente en la historia. Con todo, bien merece la pena un visionado hasta el final.

Flipo con que esta peli haya ganado un premio en Sundance (lo cual indica la deriva de este festival en los últimos años). Flipo también con que determinado sector de la crítica la tenga en tan alta estima.
La peli no hay por dónde pillarla; lo que podría ser una vuelta de tuerca al archimanido tema de la superstición medieval se convierte en un discurso que no conduce a ningún lado, dónde finalmente te quedas con la sensación de que incluso se le da crédito a esta superstición, al tiempo que se ataca ferozmente y desprestigia la a la religión cristiana, que, sustancialmente, nada tiene que ver con las caricaturas mostradas en este film. Un discurso absolutamente mainstream y hollywoodense, vamos. Los actores aguantan el tipo, la fotografía y la música no son malas. Pero esto no es suficiente de ningún modo.