Pues eso.
Adoro todas los films que hace Spike Jonze. Le pone tanto sentimiento..., y entonces llega a los míos, a mis sentimientos.
Algunos pensarán que exagero, pero creo que Spike Jonze traza en sus films el sentir de una generación algo rota, o frágil, algo perdida, que busca respirar en medio de este mundo que nos ha tocado vivir... Sí, quizá estoy exagerando, pero así lo siento yo. Algunos pensaron que con 'Donde viven los monstruos' decayó, y para mí sin embargó firmó su mejor obra.

En 'Scenes from the Suburbs', Spike se junta con la magistral banda de música que es Arcade Fire, y utiliza su (brillante) música y las (brillantes) letras de sus canciones, para darnos un mediometraje maravilloso, que trata sobre la juventud, los recuerdos, sobre el mundo de los adultos, sobre la confrontación entre ese mundo de los adultos y la adolescencia; trata sobre lo que nos dicen que es supuestamente madurar y crecer, sobre la supervivencia cuando lo que quieres es devorar la vida y se hace muy difícil en un mundo tan frío, violento y sangriento; trata sobre la amistad, y también sobre la pérdida, sobre el amor, y sobre lo difícil que es mantener tus sueños vivos en un mundo cruel y eternamente enfrentado.
Y todo esto en tan sólo 29 minutos. Con el espléndido disco de Arcade Fire, 'The Suburbs' sonando de fondo. Con la espléndida dirección de Spike Jonze. Y con unas magistrales actuaciones de los chicos que me han dejado boquiabierto.

Para mí Spike Jonze cada vez que hace algo se certifica como un creador de joyas cinematográficas.
Lo ha vuelto a demostrar con 'Scenes from the Suburbs'.

He conocido el tiempo. Quise quedarme en el destello, en el silencio que nunca es silencio, en la lágrima que no cae porque ya nadie recuerda el agua,
¿SE ha secado el agua? ¿o alguien HA secado el agua?

Os prometo que he conocido el tiempo, y no era como lo esperaba. ¿Quién ha dicho que pesa? Ya no hay peso, el tiempo no está hecho de peso, le he conocido, y no pesa nada, es nada, ¿qué tenemos que decir a eso? Hemos caído arrodillados en la tierra, y no lo hemos comprendido, ya no recordamos si alguna vez lo comprendimos.
Le he escuchado decir que el cambio ha ocurrido, y ahora estoy buscando, pero no sé manejar el tiempo. Antes creía que pesaba en las manos.

¿Qué pasa con Dios después? ¿Cómo sostener sus huesos? ¿Cómo celebrar entonces el cadáver?
Dios ha comprendido al fin su naturaleza, ha abandonado el truco, y ahora arroja su honestidad sobre nuestra espalda. Así que, ¿qué decir? ¿Dónde quedaron los buenos y los excelsos? Sé que también comen porque hay que comer, y arrastran los pies hasta la ventana. Ahora ya sé lo que se puede ver tras el polvo y el cristal. Pero, ¿qué sucede tras el conocimiento? ¿Cómo aprender a mover las manos en la oscuridad?
¿Qué ocurre cuando se apaga la luz, y al fin lo comprendemos?

Os prometo que he conocido el tiempo. He escuchado por primera vez la melodía del viento. Quizás nunca nos detuvimos en ella por su persistente monotonía, por su abrumadora constancia, por su profundo arraigo en lo cotidiano. En realidad es tan sencillo. Ahora lo he escuchado, a cada segundo, ya sé cómo suena, y es tan parecido al tiempo. Es nuestro tiempo, es nuestro sin tener ya nada.
¿De qué sirven estas palabras? ¿Dónde quedó la pura inocencia? ¿Somos entonces todos culpables? ¿Para qué todas estas monedas desgastadas?

Béla Tarr no plantea preguntas ni respuestas.
Él no ha subvertido la historia, no ha transformado el relato. Tan sólo lo ha comprendido.

Y ahora, ¿qué hacer en el octavo día?


“Porque no hay otro secreto que la luz. Y la luz no es nuestra. Por lo que un hombre acaba de mendigo de borracho o de monstruo, es por la luz. Y la luz no es nuestra.” (Leopoldo María Panero)

Está bien.
Pero creo que le falta mucho para ser una película verdaderamente buena.
Merece la pena ser vista. Y la recomiendo.
Pero en mi opinión falla en bastantes puntos.
A verla y que cada uno juzgue por sí mismo. Pero creo que en su generalidad está película está excesivamente valorada.

Por fin la he conseguido ver.
Y ahora, lo he podido certificar por completo: Christopher Nolan con 28 años ya tuvo la oportunidad de demostrar con este metraje de apenas una hora, que llevaba dentro de sí todo un potencial que poder explotar y con el que poder llegar a hacer auténticas obras de arte.

Y esta película lo es. Una obra de arte de un director principiante.
En esta su primera obra se deja ver su talento, todo aquello que en su siguentes películas, como "Memento", podría llegar a pulir del todo.

Nolan consigue jugar con tu cerebro; y con tu aliento, que te lo corta y te deja sin él durante unos cuantos segundos y minutos. Consigue que abras más los ojos, que casi ni pestañees, que de pronto proyectes absolutamente toda tu atención sobre la trama, una trama que uno intenta entender, que uno intenta atrapar, que uno intena razonar..., pero que no lo consigue hasta que el último segundo del film aparece y termina en la pantalla.
Podemos ver en "Following" unas actuaciones realmente sublimes, una banda sonora que acompaña a la perfección el suspense de la trama y la confusión que se va creando en tu cabeza. Podemos ver en "Following", como digo, una trama que nunca es del todo lo que parece, y por eso estamos obligados a quedarnos hasta el final.

No hay mucho más que decir.
Lo que hay que hacer es ver.

Me parece alucinante que se pueda llegar a hacer un primer film de la calidad de "Following".
Me parece una auténtica demostración de talento, inteligencia, trabajo y arte.
Este film fue una especie de promesa. Y en efecto: Christopher Nolan a lo largo de 12 años y con sus consecutivos films, ha logrado cumplir esa promesa sobradamente.

Una delicia de película.
Su maestría radica en la sencillez con la que se desenvuelve toda la historia.
Unas actuaciones perfectas, destacando a la entrañable abuela.
Una película que trata sobre una familia cualquiera.
Tanto lo cómico como lo dramático se desarrollan con una detallada calma, que hace que disfrutemos de la película aún más.
Lo dicho,
una delicia.