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Críticas de Adrianosonn
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Críticas 16
Críticas ordenadas por utilidad
8
9 de septiembre de 2019
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
De esta película diré algo que últimamente cuesta leer en las críticas de películas: es maravillosamente divertida. Te lo vas a pasar en grande con las aventuras de Moondog, que es como si cogieses al Nota de El gran Lebowski, lo metieses en El lobo de Wall Street y le dieses una buena dosis de alegría e inocencia.
La banda sonora es excelente e insufla un buen rollo muy necesario en el cine actual. The Beach Bum es, por encima de todo, una película alegre que ensalza las bondades de la vida y te dice abiertamente que no hay que tomarse las cosas tan a pecho, que es mejor vivir con cierta holgura, algo que viene muy bien para desconectar del mundo gris.
La fotografía es buena y las localizaciones están muy bien seleccionadas, haciendo la película aún más llevadera si era posible.
Si bien es cierto que le falta cierta unidad o, al menos, un propósito más sólido, la actuación del propio Matthew y el carisma de su personaje son suficientes para recomendarla.
Adrianosonn
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5
21 de septiembre de 2017
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
It es una mala película. It está sobrevalorada.
Esas son mis dos premisas. Ahora imaginad que el resto de mi exposición se basase en la repetición febril y explicita de éstas sin practicamente cambiar siquiera un determinante. No lo haré, sino caería en el mismo aburrimiento, sobre-explicación y monotonía en el que cae la película.

It es una película sobre el terror. Sobre como durante el paso desde la infancia hacia la adolescencia se deben afrontar y dejar atras ciertos temores. Es también por tanto una película sobre la madurez. Todo esto se explica de forma genial en los 5 primeros minutos introductorios: un niño cándido e inocente persigue un barco de papel que discurre por el camino formado por la corriente de agua tal y como lo hiciese la infancia en nuestras vidas, de forma suave y veloz, pero que llegado el momento y sin que nada se pueda hacer al respecto, precipita por una alcantarilla, abriéndonos una nueva etapa por la que deberemos avanzar, madurar, afrontando temores presentes y pasados disfrazados de divertidos payasos.

La metáfora, música, dirección e incluso la simbología funcionan... durante los 5 primeros minutos.

El resto de la película es monótona, superficial y repetitiva. Aunque sí que es cierto que los personajes, que tienen sus problemas cliché, progresan, no lo hacen las ideas, lo que convierte a It en una película plana en este sentido. No le ayuda para nada la dirección, que cae en la repetición de recursos, conllevando que el ritmo decaiga aún más y la atmosfera se vuelva cansina y los gags pesados y sin gracia. Con todo ello se recurre a la explicación explicita de la trama. Errores, más errores.
La fotografía es normalita, sin grandes planos, la banda sonora y los efectos de sonido son cansinos. Las actuaciones no son malas, destacando por encima de todos Sophia Lillis. El guión está mal adaptado, entre otros motivos porque recursos como la constante aparición del payaso que en el libro pueda tener su aquel al requerir de la imaginación del espectador, en una película acaba por perder todo el impacto. No juega bien sus cartas, tanto es así que la película acaba teniendo un metraje de 2 horas 15 minutos que, por si no lo había dado a entender los suficiente, acaba aburriendo.

Pese a ser cinematograficamente un desproposito, el director se permite el lujo de incluir cientos de guiños al cine de los 80, como ET o los Goonies. Guiños que serían simpáticos de no ser por Stranger Things o Super 8, ambos productos muy recientes con los que es inevitable comparar.

Quizá la película mejore en los momentos donde la amistad cobra protagonismo y le da al film cierta personalidad e inocencia, muy alejado del pseudo-terror o suspense para el que estaba orientada. Son momentos bonitos cuando la chica protagonista le firma en el archivador completamente vacío al chico gordo, o cuando están en el lago. Además estas escenas tienen significado y aportan, aunque poco, a la trama. También se me hacen interesantes otras metáforas, todas ellas relacionadas con la madurez y los miedos, fruto y mérito del libro de King y no del trabajo cinematográfico.

It es por tanto un coñazo de 135 minutos bastante explícitos y superficiales sobre la madurez durante la pubertad.
Adrianosonn
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7
8 de octubre de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La última obra de Villeneuve es una gran secuela pero no es una gran película. Es buena, y eso en los tiempos que corren ya, tristemente, debería de valer, pero no se acerca a la original, y cuando hablamos de secuelas o precuelas es inevitable hacer la comparación, básicamente porque se aprovechan de un producto pionero y original de tiempos pasados.

Blade Runner 2049 tiene tres cualidades principalmente: una estética que, pese a haber disfrutado la original, me ha dejado completamente impactado, consiguiendo meterme de lleno en ese Los Ángeles 2049 gracias a la fabulosa ambientación; unas actuaciones muy sólidas, sorprendiéndome la española Ana de Armas y destacando muchísimo Jared Leto, quién además interpreta al mejor personaje de la película; y por último, el diálogo constante que mantiene con la obra de Ridley Scott. Son preciosos los gestos, casi a modo de caricias, a la película original. La trata con respeto, se aprovecha para introducir pequeños pasajes de la precuela, ya sean mediante cortes de audio, directamente de imágenes, o, de la forma más bonita posible, con guiños, muchos de ellos introducidos en las actuaciones (la mayoría en el personaje de K), y que componen paralelismos preciosos y muy nostálgicos. Así se hace una secuela de verdad JJ.

Sin embargo, sus defectos corroboran que Blade Runner no era solamente un ejercicio de estilo.

Es imposible no hablar de la banda sonora. Hay tres genios detrás y se nota. Cuando aparece es impecable, realmente emociona, pero cobra tan poco protagonismo que es inevitable acordarse de Vangelis, cuya creación componía por momentos un personaje propio. Precisamente era esa banda sonora la que ayudaba a enfatizar otro de los aciertos que no encontramos en esta secuela y que tan grande hicieron a la original, esto es el lirismo, la profundidad de personajes, el drama: el guión. Pese a tener un par de diálogos interesantes, no le veo profundidad, por momentos ni siquiera sé a dónde va, y me sobran sub-tramas (como la de Her) y metraje.

Toda la carga de cine negro, la oscuridad de Rachael, la soledad de Deckard, el misticismo del unicornio, la conciencia cruda, amarga y desesperanzadora de los Replicantes, el debate existencialista interior. La Creación matando al Creador. Todo esto, de no ser por el personaje de Jared Leto que arroja algo de profundidad a un embase vacío, no lo encontraremos en la película dirigida por Villeneuve.

El canadiense, un cineasta elegante que intenta ser puro en estilo, sigue recayendo en enturbiar las películas con detalles que nada importan y que acaban incluso ensuciando la imagen (Ana de Armas cambiando de vestido). Hay talento en él, salta a la vista, pero sigue sin depurarse. Por mi parte aun espero una obra maestra suya. Llegará.

Pese a los errores, aquí en el Paraíso seguiremos disfrutando de películas como Blade Runner 2049, que sin ser la obra maestra que muchos dicen ser, es un buen film, realmente espectacular en el apartado técnico pero pobre en el apartado humano. No hay sentimientos es las nuevas luces de neón. ¿O seré yo un Replicante?
Adrianosonn
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5
27 de diciembre de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si, señor JJ Abrams, usted es en el mundo de los directores galácticos lo que Jar Jar en el mundo de sus personajes, una equivocación. Usted es un vendemotos rácano y cobarde, ingenuo e ingenioso. Y nosotros somos unas marionetas del merchandising y del marketing, tal y cómo son los críticos de prestigiosas revistas marionetas del dinero. No tolero que llamen "guiños a episodios pasados" a una burda copia, ni que se ensalce la figura del actorucho de la tri-espada roja ni el del políticamente personaje negro, que está ahí por convenio de Disney y no por sus dotes dramáticas. Váyase a protagonizar comedias señor Boyega.
Aunque Star Wars VII pase a la historia como una de las películas más taquilleras, esto no será efecto de su calidad cinematográfica sino del despampanante marketing alrededor de la película y de la compra de opinión.

Les tengo que confesar una cosa, Star Wars no es una serie de películas, Star Wars era cine, al menos así lo fue. La trilogía de las precuelas eran buenas películas, y el Despertar de la Fuerza es un flojo remake, una mala película sin más alma que la fotocopia de baja calidad del Episodio IV de la Guerra de las Galaxias. Y es una pena, porque es una saga a la que se le puede sacar un gran partido y de la que cada vez tenemos el listón más bajo. Star Wars VII funciona porque críticos y espectadores quieren que funcione, tienen esa esperanza y son víctimas del velo de sus deseos (¿económicos?). Pero a mi no me engaña. Star Wars no supera a ninguna de los filmes de la saga. Hasta Jar Jar en la mal-recibida Amenaza Fantasma tiene más fondo que cualquiera de los personajes de esto.

Desgraciadamente, como yo hay miles de espectadores que empezaron la película con una sonrisa al volver a escuchar los primeros acordes y que acabaron con una dolorosa y triste, muy triste, decepción.
Solo espero que si a Disney le interesa medianamente algo que no sea exclusivamente la taquilla, despida a JJ y el director del Episodio VIII tenga carisma, no alguien cuyo mayor logro ha sido Lost, y devuelva esta maravillosa saga al lugar donde se merece. 5/10 como remake y como película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Adrianosonn
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9
3 de agosto de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Realmente impresiona. Impresiona por su sencillez, por su cine y por su pureza.

Dunkirk no es una película. Dunkirk es cine. Con estilo y pretensiones originales.

Dunkirk no se entiende sin La llegada de un tren a la estación de los Lumière, sin Viaje a la Luna de Méliès. Dunkirk no se entiende sin el cine mudo. No se entiende sin el cine sonoro. Tampoco sin Hitchcock ni Netflix.

Dunkirk hace que tú, el espectador, pese a estar delante de una pantalla, sientas que estás allí, que los aviones se dirigen a ti y quién se ahoga eres tú. Es ante todo una experiencia inmersiva.

No es algo muy común en el cine actual. Debido sobre todo al exceso de oferta y a la mala calidad de ésta, el cine dejó de ser fábrica de sueños y puerta a otros mundos para convertirse en un producto prácticamente banal sin ninguna capacidad de abstracción ni experiencia. El film de Nolán es justo lo contrario y para ello se aprovecha de recursos antiguos, muy ingeniosos en su época, que sacaban todo el partido al cambio de tecnologías y que hoy en día se encuentran en desuso.

La experiencia cinematográfica se vería manifiestamente suavizada de no ser por la aplicación de silencios, sonidos y la relación entre estos y la imagen. El cine radica en lo último, y no se hizo cine más interesante que en los 30, cuando los cineastas sacaron todo su ingenio a relucir con la llegada del cine sonoro.

Aún acomodados en el cine mudo sabían sacar máximo partido a la expresividad de los silencios y, a la vez, exploraron, investigaron y experimentaron con la presencia de sonido en pantalla, con la disposición de focos de sonido y si estos correspondía con lo que se veía o, si por el contrario, no, de forma que la imagen pasaba a un segundo plano, siendo el sonido o su ausencia la que cobrase tal protagonismo que diera lugar a escenas excelsas de gran carga emotiva.

De esto se aprovechan Nolan y el extraordinario Hans Zimmer. En una escena muy particular, los soldados esperan en el espigón a poder entrar en el barco que les lleve de vuelta a casa. El director aprovecha para ofrecernos una imagen de los cascos mientras el sonido de los aviones se aproxima. Justo en ese momento uno de los soldados levanta la cabeza y mira al cielo pero el plano sigue intacto. No hay primer plano. No hay plano subjetivo. No vemos los aviones pero sabemos que están. El sonido no se corresponde con la visual, lo que hace que cobre una potencia increíble y cause en quien lo visualice una sensación de expectación, la misma que nos muestra la cara del soldado que mira al cielo. Nolan nos obliga a temer a lo que escuchamos y no a lo que vemos.

Es la búsqueda de los sentidos, el objetivo claro en la cinematografía del inglés. Su estilo se nota cambiado, maduro. No existen en Dunkirk artificios visuales, guiones extensos y con giros complicados. Predomina la sencillez narrativa y la limpieza visual. Cine puro. La lírica, metáforas y referencias están muy bien llevadas. Es una película muy fina en todos los apartados.

Trata la guerra como lo que es para quienes la combaten: una sucesión continua de agonía y suspense. Por ello juega muy bien con el ritmo, la ausencia, presencia y duración de diálogos, adecua la duración de la película al umbral de atención del espectador medio y utiliza una excelsa fotografía de amplios planos con tonos fríos y tono catastrófista. El montaje es perfecto, destacando las escenas aéreas. También gestiona muy bien el orden narrativo, condenando el tríptico a confluir en un final liberador y poético. ¿Épico? No. No hay gesta. No hay victoria. No hay enemigo. No vemos ningún rostro, color o símbolo nazi, directamente no aparecen como tal. El antagonista es el reloj que constantemente evidencia su presencia mediante el secundero de la banda sonora. No es la batalla de los ingleses contra los alemanes, sino contra ellos mismos: es una carrera contrarreloj. Te da igual que quien sucumba al paso de las horas, te da igual quien muera mientras seas tú quien sobreviva, por eso no nos encariñamos con ningún personaje en especial. Es una batalla por la supervivencia. Es la guerra.

Dunkirk es la respuesta de Christopher Nolan a Netflix. Es su particular manifiesto del cine, de la experiencia cinematográfica, el estandarte de la calidad visual y sonora frente a la cantidad. Quién la vea en el cine lo entenderá perfectamente. No se han hecho muchas como Dunkirk. Pese a no ser profunda, quedé inmerso en la costa francesa. 10/10 como experiencia en el cine. 7/10 como película.

https://jovenycinefilo.wordpress.com
Adrianosonn
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