A pesar de la mala calificación que le doy a esta película, tengo que decir, que no todo en ella es desaprovechable. Si bien el argumento es una paranoia, un roto que no hay por donde coserlo, todo en el está demasiado pillado por los pelos, la ambientación de la película sí que está bastante bien lograda. Y todo, a pesar de que el film es el baúl de los tópicos de las películas de terror: sonidos, sombras, susurros... pero así y todo, debido como digo a esa buena ambientación, logra meterte algún sustillo que otro en el cuerpo, y sobre todo ver la película con ciertas dosis de tensión.

Al final de la misma se te queda un sabor agridulce, pues aunque la historia sea todo un disparate, la forma en la que esta está contada, no es del todo mala. Un saludo

Adaptación mediocre de la novela de Alberto Méndez. La película tarda en arrancar, como si le costara ponernos en situación, luego poco a poco parece que nos va metiendo en la trama.

Interpretativamente con muchos claro oscuros. Por un lado una Maribel Verdú y un Javier Cámara con oficio, el film no es fácil, pero ellos tiran de experiencia interpretativa para sacar sendos papeles adelante, y en parte consiguen salvar en algo la película. Por otro lado, el film cuenta con algunas interpretaciones dudosas o cuanto menos mediocres, por ejemplo la del actor Raúl Arévalo. Seguramente su personaje, Salvador, sea el más agradecido a la hora de la interpretación, sin embargo no lo ha sabido aprovecharlo en ningún momento.

Una película en ocasiones interesante, pero en la que no se ha sabido adaptar eficazmente la novela, pues en el film la historia pierde bastante fuerza y eficacia narrativa.

Preciosa película, no apta para pasar un rato pues te hará pensar. Como telón de fondo o escenario el París de la revolución social, aquel significativo Mayo del 68. Manifestaciones con cánticos pacifistas. ¿O no tan pacifistas? Cócteles Molotov, cargas policiales antidisturbios…

Dos hermanos con unos extrañísimos lazos fraternales, van de progres pero son totalmente burgueses. Hablan de Mao, del Vietnam, de la revolución social que explota a su alrededor, de la intolerancia del fascismo, pero lo hacen confortablemente bajo la protección de su hogar, mientras beben vino del caro y se lamentan de que hay que llamar a papá para que envié otro cheque para gastar.

Brillantes y exquisitos diálogos, mientras juegan a películas, mientras discuten apasionadamente sobre quien es mejor actor, Charlie Chaplin o Buster Keaton. Todo esto a ritmo de Jimi Henddrix, The Doors o por ejemplo de la gran Janis Joplin, como postre no está nada nada mal.

Si exquisita es la película no menos lo es su protagonista, Eva Green, una actuación verdaderamente excelente. Encantado de haberte conocido, fue todo un placer.

Aconsejable solamente para esos días en los que te apetece que no te lo den todo masticado.

La verdad es que no tiene demasiado sentido hacer una crítica de esta película, pues filmaffinity ya cuenta con algo más de 300, y las que te rondaré...

He estado durante un tiempo resistiéndome a ver esta película, pues la verdad es que me daba muchísima pereza. Uno en ocasiones intenta ser un pequeño pez que nada contra corriente, pero un servidor es débil y de naturaleza curiosa, asique terminé por picar el anzuelo que me puso la actualidad, y en el cine, este año la actualidad se llama The Artist.

A mi entender, hacer una película de cine mudo en pleno siglo XXI, era algo tan extravagante como escuchar a las cuatro de la madrugada en una discoteca un charlestón. He decir que agradezco el haber vencido esos prejuicios y haberme decidido de una vez a ver esta película, por lo menos para poder opinar hay que vivir la experiencia de verla.

Gracias a The Artist el espectador realizará un viaje hipnótico a los alegres años 20 y principios de los 30. La película te enseña que para contar una bella historia, en ocasiones los gestos son más gráficos que las palabras. Esplendido ese Jean Dujardin, con esa sonrisa a lo Clark Gable, entre pícara y sincera. Deliciosa la señora Bérénice Bajo.

Para terminar, diré que la experiencia ha estado bien, espero que no se copie demasiado la idea, pues cuando alguien funciona ya se sabe... Deseo que esto haya sido un delicioso viaje de ida y vuelta a los orígenes del cine, aquellas maravillosas películas donde sobraban las palabras pero con las que se conseguía transmitir de igual modo más de mil emociones.

La primera vez que vi el trailer de la película lo primero que pensé fue, otra vez más la historia de siempre. En Hollywood escasea la imaginación. Otra trama lacrimógena de un chico y su caballo. Vamos, en resumidas cuentas otro Liberad a Willy, cambiando ballena por caballo.

En eso no me equivoque, a veces las primeras impresiones aciertan, aunque no siempre por lo menos en mi caso. El guión no aporta nada fresco ni nuevo. Para ser justos hay que decir que la película sí que está bien rodada y algunas escenas magníficamente desarrolladas, en eso si que se nota la mirada del quien hay detrás, que no es otro que Steven Spielberg.

Ambientada en la primera guerra mundial, no por ello tiene escenas demasiado dramática, todo lo contrario, resulta ser una película demasiado inocente. Es lo que es y no hay nada más que contar. War Horse, en mi opinión es un largometraje totalmente juvenil y muy muy comercial. Muy Spielbergriana, quizá demasiado. ¿Resulta entretenida? Pues categóricamente contesto que si. Pero nada más que eso, una película con escenas bien rodadas, con bastante presupuesto, que trata de ser algo original y no lo consigue en absoluto.

Que esta película tuviera seis nominaciones en los Oscar, te hace preguntar qué es lo que está pasando en el cine actual. O mejor dicho, que utilidad tienen dichos premios o nominaciones si no son otros que publicitar algunas películas vulgares, pomposas y empalagosas que no conseguirían de otra forma una buena taquilla.