Haz click aquí para copiar la URL
España España · Zaragoza
Críticas de cassavetes
Críticas 497
Críticas ordenadas por utilidad
6
10 de enero de 2018
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película entra en una casucha mal insonorizada de un parque de atracciones de Coney Island y me doy cuenta de que lo que Woody Allen pretendía en Wonder Wheel es hacer una película teatral: véase, esos guiños a Tennesee Williams, Tranvías llamados deseos… tienen lugar en su mayor parte en un cubículo familiar muy apto para desgracias humanas. En ese sitio de tres al cuarto donde Kate Winslet y Jim Belushi malviven al cuadrado por metro cuadrado. El centro de operaciones, el escenario principal. El drama (¡melodrama!) de los años 50. Es, pues, una aproximación al Woody Allen íntimo y circunspecto de September, Another woman. O Balas sobre Broadway, el Balas sobre Broadway comedia, aunque ahí no hablo del enfoque sino del tema: el amor. Y la mafia.

Kate Winslet tiene migrañas (me identifico contigo, querida Kate; malditas migrañas, nadie sabe lo que son hasta que se sufren) porque trabaja de camarera en mitad de un infierno de parque de atracciones (petardos, escopetas de feria y bullicio 24/7), porque tiene que intentar dormir entre pastilla y pastilla para la cabeza y porque su segundo marido se ha convertido en un tipo francamente difícil de tratar, un Jim Belushi reencontrado para la ocasión y algo pasado de kilos (¿o pesaban los años?).

La cosa va de huidas. Kate Winslet está casada con Belushi porque huye de un pasado (aspiraciones frustradas de actriz de teatro por un amor infiel) y acaba así, retraída (o castigada, maldición divina) del mundo con un mal (y amor) menor; y de un presente huye también Juno Temple, hija del primer matrimonio de Jim Belushi y que acude al hogar protector del padre porque la mafia me persigue. En éstas, Justin Timberlake, un vigilante de la playa guapete y seductor, quiere triunfar en el teatro y de paso flirtear con Kate y con Juno. Y si la Winslet tiene migrañas es porque algo le reconcome, algo va mal en su cabeza. Y conoce a Timberlake. Y éste a la Temple. Y ahí tiene usted condimentos para el conflicto. Señor Tennesse Williams, please…

No, señor Woody Allen.

Un Woody Allen que trata el affaire amoroso de siempre pero con un trasfondo teatral que tira para atrás. En ocasiones demasiado hasta que la película incluso se resiente. De ahí tanto plano secuencia, en una intención clara a su vez de desnudar al actor: si eres bueno, lo vas a demostrar; aquí montaje, el justo, y cuando hay algún contraplano se nota, y hasta sobra. Y quién demuestra si eres bueno en tales condiciones, quién no tanto: la Winslet lo hace. Aunque sea a ratos. Si el teatro desnuda a los actores, alguno muestra, más que algunas carencias, sus vergüenzas.

Woody Allen, recuerdas a Bergman, lo que ya hiciste en September, por ejemplo, pero en 1987 te salió mejor. Justo treinta años pasaron. Y recuerdas el teatro filmado de Un tranvía llamado deseo, evidente. Esa Kate Winslet en el mejor momento de toda su actuación y de la película, en una escena casi final en la que recuerda sobremanera a Blanche DuBois. Podría haber sido una comedia perfectamente, por cierto. Pero el teatro tira más al drama. Y como en Another woman, el ramalazo es tragicómico.

Que será verano y tal en Coney Island, pero las nubes (buen Storaro en la fotografía de interior, también en la de exterior) y la lluvia (clave en la historia, buena elección ésa, vive Dios) lo cubren todo en pro del tono drama de la película. El sol sale menos esta vez con Woody Allen…
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
cassavetes
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Feelings (C)
Cortometraje
Estados Unidos1984
4,4
259
6
2 de junio de 2011
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Viendo al protagonista de este corto (delirante, freak), que no es otro que el propio Todd Solondz, uno se explica el cine que con más medios y menos medios ha ido desarrollando en su carrera. Feelings, el corto cortísimo en cuestión, es una oda a lo feo, a lo marginal, a lo cutre y a lo decidida e intencionadamente diferente. Es como decir: señores, soy yo, así he sido, así seré, o sea que vayan preparándose. Para bien o para mal, éste soy yo: Todd Solondz.

Corto que encierra lo que digo en el spoiler. En primera instancia te hace reír, te suelta la carcajada, pero... (spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
cassavetes
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
14 de enero de 2018
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
The disaster artist es Tommy Wiseau, un aspirante (y tanto) a actor que decide poner en marcha lo que muchos anhelan pero pocos consiguen: dirigir una película. En Los Ángeles, en la cuna del cine moderno. Lo que pasa es que Tommy Wiseau es un director (¡persona!) de aspecto extraño, peculiar, friki, extravagante. Enigmático, y por ende atrayente. ¿También borderline? Lo dicho, alguien a quien si te presentan te quedas mirado durante unos segnudos antes de reaccionar y soltar palabra.

Sin tener experiencia alguna, sin poseer el más minímo conocimeutno tyécino ni de la industria, en resumidas cuentas, la película se realizó. Tommy Wiseau la tituló The room y se pudo estrenar Y fracasó. Ahora bien, hoy en día The room pasa por ser una de las películas de culto por autonomasia de los útlimos tiempos en USA, y su director, jaleado por los amantes más combativos del cutre-film. Que ríete de Jess Franco.

Aquí quien se ríe es James Franco.

James Franco, el actor que ha intentado por todos los medios salirse de la imagen de niño guapo con la que Hollywood le ha querido etiquetar desde el primer momento, dirige la que no es precisamente ya su primera película como realizador. Y en su empeño por demostrar que es más que una cara bonita, James Franco ha jugado ahora con la historia de este otro director norteamericanmo, ya decimos, de culto, que es Tommy Wiseau. Una especia de antítesis de Franco, por cierto. Cuando menos, físicamente. Y en ese empeño Franco ha protagonizado también la cinta, en una caracterización de Wiseau a mitad de camino entre paródica y homenajeadora. No podría haber elegido el bueno de Jimmy, si su intención era romper con aquella imagen, mejor camino para ello.

Y James Franco se ríe: de Hollywood, de la manera de hacer cine imperante, del proceso con el que un actor o director se encuentra si quiere hacer cine al margen de los cauces oficiales. Un ejemplo: JJ Abrams bien podría ser el productor que en The disaster artist casi ridiculiza James Franco en determinada escena de la misma, un productor que habla para mal de la nueva entrega de Strar Wars (insoportable, viene a decir). Un JJ Abrams que sí es elegido por Franco, junto a otros nombres reconocidos del cine de hoy, para introducir a modo testimonio la leyenda y las consecuencias de una película del cariz que ha adquirido con los años The room.

Y hablar de The disaster artist es más fácil que si tuviera que hacer crítica de The room. Porque The room, considerada como una de las peores películas de la historia del cine, es imposible de argumentar. O sea, que por fortuna hablamos de The disaster artist, aunque hablar de ella, en el fondo y por mucho que nos neguemos, es hablar impepinablemente de The room.

Cine dentro del cine, James Franco ha dirigido The disaster artist, menos delirante que The room, para tratar de explicar cómo diantres puede llevarse a cabo una película (The room) mala de solemnnidad y cómo esa misma despierta carcajadas (involuntarias) y pasiones en pases nocturnos (¿involuntarias?) desde su estreno en 2003.

En ese sentido resulta de lo más curioso y relevante el visionado de The disaster artist, la cual, dicho sea de paso, entretiene. Y lo dicho, informa. Un making off hecho largometraje que homenajea a los artistas que se quedan al margen del camino desde la primera desviación, porque un desvío es el que toma quien dirige como lo hace Tommy Wiseau. ¿Ed Wood de los 2000? No hablamos de marcianadas ni de travestismos, pero gracias a James Franco podemos tener más claro por qué Tommy Wiseau se ha labrado el hueco que con letras gruesas ha inscrito en la historia bizarra del cine. Ahora bien, el truco puede residir en el misterio nunca resuelto del origen de los seis millones de dólares con los que Wiseau pudo acabar tamaña empresa.
cassavetes
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Psicotaxi (C)
CortometrajeDocumental
España2002
4,3
214
Documental, Intervenciones de: Alejandro Jodorowsky
6
11 de agosto de 2013
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director español Juan Carlos Fresnadillo quiso hacer algo diferente en las habituales coñas que a los realizadores consagrados se les ocurre para los tres minutos del Nodofilmfest. Y en esta ocasión a Fresnadillo se le ocurre contactar con el inefable Alejandro Jodorowsky para contar en esos tres minutos algo en verdad diferente a las consabidas coñas de Vigalondo o Fesser. Y he dicho contactar, porque con Jodorowsky uno no se cita, ni se le conoce. A Jodorowsky se le contacta. Y qué hay en el corto: pues Jodorowsky y su consabida manera de ver y contar las cosas, ya no el mundo, sino la existencia.

Y siempre que Jodorowsky habla (¿hay algún momento en que Jodorowsky no hable? Más importante, Jodoroswky no habla, dice) pues suelta perlas, como el símil menos esperado posible para definir al coito anal (spoiler). Y no le cae nada bien Marlon Brando, por lo menos el del coito anal de El último tango en París.

Jodorowsky da juego y Fresnadillo lo sabía, contactó con él y lo ha captado. Alguien que reconoce que parezca siempre que está dando clases cuando habla tiene que dar mucho juego.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
cassavetes
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
26 de octubre de 2010
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
La crítica va a ser muy breve de Johnny Guitar. Entre otras cosas porque no quiero caer en lugares comunes definiéndola como uno de los mejores western de la historia del cine y tal. ¿Lo es decir que es también una de las mejores "Love stories"? En el spoiler viene la razón por la cual esta película, este monumento, esta obra de arte, esta infelicidad que demuestra que la vida, como decía el otro, no significa nada (como el juego de ruleta del bar de Vienna) nunca pasará al olvido.

Joan Vienna Crawford se come la pantalla. Sterling Hayden y su guitarra, la McCambridge clamando venganza. Esos extraordinarios secundarios. En el spoiler viene la causa de que me afloren las lágrimas cada vez que pienso en Vienna y en Johnny Guitar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
cassavetes
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow