En un estación situada en el desierto del Sahara, de las que horadan el suelo buscando petróleo o gas, a 14 km. hallan una bolsa de gas que al liberarse genera alusinaciones (interpretación científica) o las tentaciones de mismísimo Satanás (interpretación creyente-religiosa).

Sea lo que fuere, la película es mala con ganas. A su lado aquella película descatalogada y casi imposible de hallar o ver como es "Molokai, la isla maldita" (España 1959) dirigida por Luis Lucia y protagonizada por Javier Escrivá, Roberto Camardiel, Gerard Tichy, Marcela Yurfa, Nani Fernández, es una sobresaliente obra de arte, de valores humanos, de ejemplaridad a seguir y acicateadora de lo mejor que llevamos dentro los seres humanos. En cambio "Nine Miles Down" es un filme de serie "C" o "G", bazofia incalificable que sólo puede gustar a gente con la mente muy degenerada o vacua.

Lo mejor de este filme es este trozo desvelado del discurso que uno de los viejos tíos suele hacer a todo joven que se le cruza: "A veces las cosas que no son necesariamente ciertas son aquellas en las que los hombres más necesitan creer." Así es efectivamente.

El pequeño actor, Haley Joel Osmet, que hizo de robot cuasi humano en "Inteligencia Artificial" (Steven Spielberg, USA 2001), ya púber, nos brinda una personaje de muchacho que es dejado bajo el cuidado de dos viejos tío-abuelos, algo locos y que guardan un secreto de aventuras y tesoro que va descubriendo perplejo y felizmente.

No es una película notable, se queda en regular, pero versa sobre la necesidad de los sueños, las creencias y el vivir la vida como aventura, y sólo por eso ya es más que digna.

En España todos sabemos desde hace ya más de 40 años que los nacionalistas vascos (rebautizados por el filósofo Fernando Savater como "los necionalistas" vascos) les gusta jugar a ese juego en el cual el ancho del embudo sea siempre para ellos y el estrecho para los que no son ellos, o sea son TRAMPOSOS y nunca juegan a nada en que no hagan trampa. Julio Medem, con esta película sólo le ha hecho un servicio de propaganda a estos TRAMPOSOS que hacen caso omiso de las leyes del Estado en el que están inmerso pero que a la vez les exigen a los ciudadanos que cumplan con las leyes que ellos dictan, o sea siempre su doble vara de medir, como con lo de Navarra: ellos se proclaman colonizados por España pero a su vez no admiten que los navarros se consideren colonizados por los vascos o nacionalistas vascos.

Así son los necionalistas vascos, necios hasta la pesadez y el asqueamiento. Vean si no a Ibarretxe y a sus antecesores, siempre quejándose de lo mal que los tratan desde España, siempre llorando, siempre dandóselas de víctimas. ¡Qué patéticos son! Pero Ibarretxe y sus antecesores han incumplido cantidad de leyes del Estado, por ej. han incumplido la ley que insta a poner la bandera de España como la principal en todas las instituciones del territorio español y la han incumplido durante 26 años, y ¿quién les ha perseguido por ello? Nadie. Si el Estado hubiese sido el inglés habrían sido obligados por las buenas o por las malas ha poner la bandera inglesa en los mástiles de todas las provincias vascas. En estos días el Tribunal Supremo ha dictado la orden al Gobierno vasco de que cumpla esta ley e instale la bandera española en las fachadas de las instituciones; pues nada, ni caso, ni la cumplen ni la cumplirán, y ojo: nadie les perseguirá desde el Estado español por este incumplimiento rebelde y clulesco de la ley!

En cambio si unos pobres padres de familia de cualquier parte de España deciden objetar a la asignatura de Educación para la ciudadanía, ya el Estado los están amenazando conque no se puede desobedecer ni objetar a las leyes. ¡Y una m...! ¡Díganle eso a los necios de necionalismo y a los que le hacen propaganda barata, como los productores de este film, que aún no se han enterado que el nacionalismo está reñido con la cultura, porque como bien dice Mario Vargas Llosa, "El nacionalismo es la cultura de los incultos".