Es que no merece la pena. No hay originalidad y está pensada para entretener a un sector del público con menos luces que una bicicleta del "Lego". Fiestorros, descotrol, vómitos, tetas, cuerpos danone y alguna sonrisilla. No hay más.

Veo la película y me encuentro a gente débil, falsa, decadente, como la película en sí misma. Todo es decadencia, occidente se ahoga en sus propios excrementos con sus falsarias salidas ante cualquier realidad aberrante. Ese es el mensaje y el resumen. Una lástima no haber sacado mejores situaciones, creíbles por parte de un elenco bastante robotizado gracias a unos diálogos y circunstancias de tebeo. Banda sonora de somier chirriante, situaciones inexplicables, venta y márketing del más allá celestial tipo mola mazo con acompañamiento de pastillitas ...Y un vino caro, caro, por lo visto carísimo.

No se pierdan el spoiler...

La vi ayer por la noche en la tv, de soslayo en el último zapping antes de irme al catre, un recurso "porsica" queda algo interesante o alguna noticia interesante por descubrir. Y efectivamente, descubrí esta maravillosa película que por una razón u otra me "reseteó" los ojos y el interés con su extraño ritmo y magnetismo nunca antes visto por mi.

Por Dios! ¿Pero qué es esto? Es lo primero que pudo pensar mi cansada neurona que, aunque tenía sueño, hizo un último esfuerzo por asimilar lo inasimilable, intentó captar magnitudes cambiantes, comprender la anatomía de esa rarita ballena, su adaptación al medio aéreo, y sobretodo, mi neurona, por fin despierta, readaptada en la situación, pudo concluir que 2010: Moby Dick es la brillante película que muchos cinéfilos deberían tener en sus colecciones privadas. Digamos que la película lo consigue, mantener en vilo al espectador, que no es poco, sobretodo en la actitud de enmienda, es decir, corregir, paso a paso la ingente cantidad de errores, planos imposibles, medidas inconcretas, O, esas imperdonables formas semblantes a un zurullo con dientes que los realizadores nos quieren colar como si REALMENTE fuera una temible ballena. A partir de ahí, de ese análisis defecante de la transmisión y fiereza ballenil, Ya yodo es posible, e incluso habría sido posible ver volar a Moby Dick hasta la estratosfera para echar una meadita radiactiva, una normal reacción vengativa de ésta contra sus verdugos humanos, planos y efectos especiales sublimes que el espectador contemplaría en total concordancia y con empatía mojonera.

La música es una pasada, pasa y no tenteteras, y los efectos especiales me recuerdan a lo que se podía conseguir con un PC 386 y el WIn 3.1. "Pajabernosmatao" soltó mi chaval, pálido y descolocado, recién duchado quiso volver a la ducha prometiendo no volver a beber esa nueva marca de cerveza que le ponen a la peña en el bar de encuentro. A ver, jijo mío, ¿Cuántas birras te has bebido? Le pregunté. Dos cañitas, me respondió.

Entonces jijo mío, no son las cañitas, no, sino los efectos maravillosos de este mojón de película que evidentemente ya no vamos a terminar de analizar...

Puntuación: 0,7

La película en su época fue una obra maestra. En la actualidad, tras revisionar este western las sensaciones son muy diferentes porque aunque la historia que cuenta sigue atrapando al espectador gracias al deseo de saber de la venganza, los culpables, los desamores, y etc, el tiempo ha pasado y la frialdad de entonces no cuadra con estos tiempos más "civilizados" . Es decir, los cuatro hermanos Erp, baqueros que transportan ganado hasta California llegan a una ciudad donde los malos matan al hermano menor. Hasta aquí bien, pero esa frialdad tras los hechos espanta. Digamos que Henry Fonda, el hermano mayor en el papel del famoso Wyatt Earp, luce una tranquilidad escenográfica que no acompaña al duelo ni al recogimiento de las pasiones mundanas, sigue su vida adelante, ahora como sherif y es capaz de tontear con Cathy Downs. ¿Dónde está esa sensación de rabia que por norma debería fluir en cada gesto de los hermanos Erp? ¿Eran tan duros los hombres del Oeste americano? Curiosamente quien monta un pollo en una taberna es Indio aborigen, otra falacia más en la historia manipuladora de la expansión natural hacia el oeste. Los Indios crean los problemas y por ello fueron aniquilados casi hasta la extinción. Todo ello es perdonable en los muchos Westerns por razones obvias de la mentalidad troglodita de esa época. Pero hoy, el mundo ha evolucionado bastante, no ha vuelto a conocer la noticia de una bomba atómica matando a millares de personas. Es evidente que esta película es una buena película que nos cuenta una historia de venganzas y ajustes de cuentas entre hombres rudos, pero el tiempo ha descubierto esa ausencia de sensibilidad natural, ese punto acorde entre la pantalla y un mundo más real para hacerla creíble.