Con el recuerdo de una infantil Granada en la que flota la presencia invisible de Federico García Lorca, un Héctor Alterio en su mejor momento nos regala una valiente cinta de amor entre hombres, derrotas, el inexorable paso del tiempo, la amistad...Alterio ha crecido, pero sigue recordando esa infancia granadina, a la que retorna pasados cuarenta años en busca de explicaciones, en busca de su pasado....

Ahora Alterio es un mago que se duerme cada noche con la oda a Walt Whitman, grabada por él mismo, en medio de una vida solitaria que palían un poco un novio y un par de mujeres con las que tiene una entrañable amistad..historia de lealtades,soledad, amores oscuros (como en los sonetos del poeta), esta cinta tiene momentos de una lucidez que daña..toda una joya.

Elena Anaya es una rockera de la movida, que tras el desgraciado accidente en el que perdió a su hermano, se refugia, deprimida y agorafóbica, en casa, con su madre y su hijo. Su hermano se aparece, pero sólo puede verla ella. Su madre, verdadero sustento de la familia, es una mexicana que sabe que está muy enferma, y visita a una bruja o vidente o chamán o como queramos llamarla, al igual que va a la colonia mexicana el día de los difuntos.

El hijo de Lupe es un adolescente desnortado, que se lleva mal con una madre tan excéntrica e introvertida, que sólo sabe hacer tartas de manzana, lo único que le permite su estado depresivo. Pero tanto el contacto con su hermano muerto como la relación con el amigo de su hijo la van haciendo revivir, acercarse de nuevo al mundo de los vivos.

Film muy interesante, con una inconmensurable Elena Anaya, nos acerca a los fantasmas que habitan en toda relación familiar, al amor, al desarraigo, y a un final de muertes y reconciliaciones. Recomendable.

Polonia, 1960. Una chica que va a tomar los votos sale unos días a visitar a su tía, una ex fiscal estalinista con altos cargos, ahora algo caída en desgracia. Pronto va a descubrir que es judía, y que sus padre fueron asesinados durante la guerra. Emprenden ambas un viaje iniciático en busca de la tumba y de ellas mismas. La fiscal, alcohólica y solitaria, va empatizando poco a poco con su sobrina, sacando su lado más humano. Mientras, escucha continuamente en su casa la Sinfonía Júpiter de Mozart, la que va a poner a todo volumen al final antes de tirarse por la ventana. Ambas se van descubriendo a sí mismas, y la novicia comienza a dudar de su fe. En la católica Polonia, aún en tiempos del comunismo, decide abandonarlo todo por el chico del que está enamorada. Pero tampoco ella se puede adaptar a la vida, el peso del pasado es demasiado abrumador. Cinta de expiaciones y autoconocimientos, retrata con fino instinto una época muy dura del pasado reciente, los crueles regímenes de Europa del este, y el espanto de lo que hicieron los nazis, y algunos polacos, con los judíos. Es absolumente imprescindible.