Vean la filmografía de Olen Ray y entenderán el problema de la película.

Se puede decir mucho de la película. Nada bueno. Muchas cosas graciosas. Pero por aportar algo bueno a la película, solo por lo mala y cutre que es, solo por lo ridícula que es, solo por eso vale la pena ver la película. Aunque nadie cuestionará que es horrible.

Es una lástima que no sea una comedia.

Género que hemos visto en muchas ocasiones y que la verdad no es muy complicado de emular. A lo mejor lo que es más difícil es hacerlo y que el resultado sea mayúsculo y la verdad tenían una premisa espectacular: Chernóbil. Pero todo se queda en una buena premisa y mientras avanza el visionado de la película a uno solo le entran ganas de que acabe la película.
Lo que en otras películas (Holocausto Caníbal, Rec o El Proyecto de la Bruja de Blair) funciona bien, aquí parece forzado y lo peor es que el desenlace final de la película es lo que acaba siendo más insufrible al espectador y, de verdad, con la premisa de Chernóbil podría haberse sacado mucho jugo a la película.

Toda una lástima.

Solo pondré un ejemplo: hay películas que pasado un tiempo te dejan algún tipo de sabor de boca, otras recuerdas alguna emoción o alguna escena. Y otras olvidas hasta que las has visto. Aquí lo normal es recordar solo haber visto la película y como mucho solo un vago recuerdo de cómo empieza la película, pero a partir de que la acción empieza (que es cuando la película empieza a estropearse) vacío mental absoluto.

Floja comedia donde Neil Jordan sorprende al público, pero lamentablemente solo por dejarse meter en semejantes productos.
En muchos aspectos es sin duda hija de su época: los ochenta. Y como muchas películas (sobretodo debía ser necesario cuando los vídeoclubs parecían un negocio sin fin) el cártel de la película es lo mejor de ella. Bueno, eso y el reparto. El reparto excepcional (no me molesto en recordarlo, se puede consultar con pasmosa facilidad). Pero una historia que habría dado para algo más se queda en poco y con un desarrollo demasiado previsible y aburrido).

No deja de ser curiosa, pero sin dudas no es una necesidad para el espectador.

Sin duda una lástima que la película no esté a la altura de su cartel.

Sería lo suyo darle un uno a la película o un dos. Pero no, sin duda no. De forma objetiva se le podría dar cualquiera de las dos notas pero sería injusto. Es como valorar a, y permítanme el símil futbolísitco, a Messi y al delantero de un equipo cualquiera de cuarta o quinta regional de Andorra. Claro, Messi siempre va a ganar pero no se le puede decir ni al delantero de quinta regional o al conjunto del equipo que son unos mierdecillas (otra vez, si se me permite la expresión). Habrá ocasiones en las que harán incluso buenos partidos pero los buenos partidos del equipo de quinta no le permitirían nunca (o casi nunca) batir al equipo de primera que además juega la Champions. Por tanto, lo que tenemos es un equipo de quinta regional que juega a fútbol porque se divierten haciendo lo que hacen y además se deben a un público que les quiere. Su público sabe y conoce las limitaciones de su equipo y sus jugadores y por eso o pese a eso les quiere y disfrutan con ellos. Así, para ellos un buen partido es aquel que hace que sus aficionados (habría que remarcar esa palabra) disfruten.
Y eso es lo que hace Empulsa. El género al que pertenece seguramente no será merecedor ni en la mejor de sus películas de una nota altísima, pero por eso hay que tener presente que un cinco sería una muy buena nota, y en ningún caso sería un castigo. Por eso le voy a dar un cuatro.
La película va dedicada a sus fans. No a otra personas, el resto del público huirá sabiamente de lo que sus ojos estarán viendo. Los no fans del género solo serán capaces de ver una película que es un pretexto para sacar desnudos femeninos. Los amantes del género (y solteros por si no lo he dicho) verán en los desnudos y en la presencia de Naschy (quien le da el tono que la película se merece, rozando la comedia con cascharrillos increíbles entre las absurdas frases de su absurdo guión) un aliciente que hará subir enteros a la película. Pero pese a esos desnudos femeninos y a la presencia de Naschy el ritmo es lento (es lo peor que tiene la película).
Por todo eso, le doy un cuatro, sabedor que es una nota que solo se explica por la naturaleza misma de la película. Si no se contextualizará la película merecería una nota ultranegativa.
Por cierto, por si no lo he dicho el género es algo así como serie ultra Z, serie cutre, películas de Naschy, películas de terror hechas (o eso llega a parecer) por fans. En definitiva, un tipo de cine realmente muy alternativo.

Misión Imposible vuelve y esta vez con Brad Bird (película nueva, nuevo director) y sí, mejora en casi todo la cinta anterior. Más diversión, mejor acción, más y mejor ritmo. Y… y veamos en que flaquea.
El villano está infrautilizado. ¿Alguien se acuerda del malo de la historia? En la cinta anterior el malo era un actor de altura (puede que uno de los mejores o casi el mejor de su generación) pero a su personaje no se le hacía justicia, simplemente pasaba por la pantalla (era un robaplanos en verdad y eso el productor no lo podía permitir). Aquí se permitieron otra vez un reparto enorme pero al villano de turno se le ha quitado presencia y protagonismo. ¿Malo? No necesariamente, pero Cruise sabe muy bien que en muchas ocasiones los villanos de las películas se llevan mucho, mucho protagonismo (en el Batman de Tim Burton Jack Nicholson encabezaba los créditos y en la siguiente cinta Keaton se cansó de estar por detrás de DeVito y Pfeiffer). Por tanto, mejor dar cancha a Cruise y a su extenso reparto: Renner, Pegg, Seydoux, Wilkinson o Rhames (lamentablemente su aportación es mínima en la película). Y así todo gira en torno a él.
No tiene que ser nada negativo y tampoco hay que pedir una gran originalidad, pues es la cuarta parte de una saga. Sólo hay que esperar que se repitan esquemas (que es lo que pasa). Trama exagerada pero que, bien contada, te metes en ella, situaciones límite, acción y ritmo a raudales y escenas espectaculares (la parte de los códigos nucleares creo que justifican toda la película, como si todo se hubiera hecho para poner mostrarnos esta escena).
¿Novedades? Renner y su papel (que tiene continuidad en la siguiente parte), que por primera vez en una película de la saga hay cierta continuidad de una cinta a otra (no desvelaré como, pero sí qué, su mujer), mayor dosis de humor (gracias a Pegg).
En definitiva, cinta entretenida que puedes vivir sin verla, pero con todo resulta muy entretenida como conjunto de una saga notable (lástima su segunda parte) dentro del género de acción (otras sagas no han tenido la capacidad de extenderse tanto ni han sabido hacerlo así de bien).
Nota importante, a diferencia de la segunda parte, sí que es una cinta de acción, pero también de espías.