Perros de paja me ha parecido un notable trabajo de cómo llevar la violencia hasta la sociedad de nuestros días. Lo que más me ha interesado es el papel femenino; las dudas que tenía a la hora de pensar en su supervivencia, no en los principios de su marido

Película sin sentido alguno, argumentando ser un mordaz cuento de hadas e intentando meternos en la mente lisérgica de una niña, Terry Gilliam realiza una cosa infumable, asquerosa y de muy mal gusto en alguna de sus escenas. No hay por donde pillarla. Allá él con sus drogas.

Insufrible ladrillo entre la más pesada intelectualidad que puede soportar un amante del cine de autor y la paciencia humana que supone no apartar los ojos de la pantalla en su desmesurado metraje. Pues sí, a sus pocas divertidas actrices protagonistas les da por chupar un caramelo y se imaginan una historia sin pies ni cabeza. Y lo del barco tampoco lo entiendo. Más les hubiese valido haber pillado un barco los cinco primeros minutos de la película y habernos dejado en paz. Igual de mala que lo peor que se puede soportar de Godard, que ya es decir.

No es esta película una Barcelona oscura que no vemos, enfangada en un sistema político y judicial corrupto y desesperante, sino una España cansada, hastiada de tanta injusticia y desesperanzada por recibir hachazos una y otra vez hacia los inocentes. Tiras del hilo y salen multitud de cucarachas de los estercoleros de los juzgados, de las comisarías de policía y de las más altas esferas de la cúpula de la casta política, que juzga al pobre con un martillo cuyo mazazo es inapelable y ante el que no cabe respuesta alguna. Y, al final, sólo queda una solución: tirarse por la ventana y que los culpables carguen con su culpa para el resto de sus días. Porque igual de culpable es el que lanza una maceta por la ventana y deja en coma a un policía, que el señor con su corbata y la señora con su toga que hacen caso omiso y se dan la vuelta lavándose las manos.

¿Es esto una obra maestra?.¿Porqué?, ¿Porque es japonesa y aquí no se hacen cosas así?. ¿Porque su guión es rompedor, original y se atreve con el cine de samurais, el erotismo, las convenciones religiosas y el amor imposible?. Son más de cuatro horas de desvaríos, malas actuaciones y tonterías injustificadas. Una obra maestra es "El apartamento"; no este ladrillo que no hay quien tenga paciencia de verlo de una vez.