Muy buena miniserie que empieza un poco dubitativa pero según van pasando los minutos va ganando enteros. Está claro que era otra época, que las cosas se arreglaban de otro modo, ahora nos roban en la puta cara y no pasa nada. La miniserie viene a contar la historia de dos familias, cuyas cabezas de familia mantenían una cierta amistad y que se van distanciando poco a poco. Tienen diferente manera de pensar, pero optan por el mismo camino para arreglar las cosas. En cierto modo cuenta algo que podemos ver ahora, lo que en la miniserie provoca el distanciamiento de las dos familias también rompe parejas, amistades e incluso lleva a las personas a hacer acciones desagradables y normalmente en ello tiene que ver mucho el orgullo. Todo empieza por una tontería fácilmente perdonable y olvidable que nadie quiere perdonar ni olvidar.

La venganza es lo que alimenta a esta miniserie, muy entretenida y dirigida con pulso firme, tiene sus cositas, no lo voy a negar, pero son fácilmente perdonables.

El numero nueve trata de unos muñecos de trapo que han sido creados por un ser humano durante una guerra entre humanos y maquinas que ya ha finalizado. Estos muñecos no saben el porque de su existencia y la película nos explica el porque.

Es una pasada como están de logrados estos personajes y como están creados y detallados para simplemente una vez vistos sepamos como piensa cada uno. Esta dirigida para los pequeños que ronden los diez añitos o algo más, para los más mayores la historia nos resulta un poco simplona y predicable.

Gracias a su poca duración tiene acción en casi todo minutaje, una acción atractiva en su mayoría para los ojos por el ritmo que contiene a la vez del punto de vista que tiene.

Una película que no será una perdida de tiempo si mientras se ve se deja la mente descansar, entretenida, bien animada y aunque los diálogos sean para críos no son desechables. No gustara mucho pero tampoco dará asco, totalmente término medio.

Sinceramente esta película no nos enseña nada novedoso. Es muy parecida a películas de cárceles de niños o internados que hayamos podido ver, un rebelde, un reformado, uno que lo pasa muy mal, un profesor malo y un director que solo mira para sí mismo.
Quizás lo mejor de la película no sea como transcurren los hechos, todos muy creíbles, sino como cada personaje usa la confianza, la desconfianza, los engaños y la amistad para llegar a un beneficio propio y cuando por primera vez alguien actúa para ayudar a otra persona es cuando estalla todo.
La película es totalmente recomendable, entretiene y a la vez enseña como educaban a los críos que iban por mal camino.

Un par de chavales llega en barco a una isla carcelaria, el chico A fuerte y listo llega con la idea de escapar lo antes posible, el chico B débil y algo tonto llega para obedecer y poder así volver a casa. Se deberá de ocupar de ellos un chico C al que le quedan tres semanas para ser libre (hay que recordar que cuando llegan no tienen una condena que cumplir con una fecha limite sino que serán liberados por una decisión del director y finalmente del comité), reformado y una especie de mano derecha del director (sin exagerar como en otras películas) que en la película tendrá que tomar una decisión, mirar para otro lado y así poder salir de allí o defender su honor.

Es una comedia, porque la película es de risa, el personaje de Vince Vaughn es irritante, repetitivo y molesto durante toda la película. El de Ben Stiller simplemente es idiota, no me creo que exista gente así, me pareció demasiado tonto. Y el papel que hace Richard Ayoade es soberbio, no, no puedo mentiros, es como para darle azotes durante el resto de mi vida, dedícate a otra cosa majo, por ejemplo a dormir a la gente.

La película es bastante chorra, se repite bastante y no se caracteriza por ser lógica, realmente podéis pasar de ella, no voy a negar que sí que me sacó unas risas, pero no merece la pena verla a no ser que estéis borrachos como el director.

Un tres y la estoy sobrevalorando.