Creo que es de lejos la mejor secuela de "Halloween", en la que más partido se saca del uso coral de los protagonistas, como ya hiciera Carpenter en la original, y la que ofrece el final más digno de toda la saga.

El ritmo es trepidante, las interpretaciones más que correctas y el argumento muy bien desarrollado, aunque cogido con pinzas a la hora de hilar con las anteriores partes. Tenemos que dar por hecho y creernos que Loomis y Myers sobreviviesen a un imposible al final de "Halloween 2", pero de cualquier forma merece la pena el engaño. Ésto es Michael Myers en estado puro.

En resumen, la película da miedo, inquieta, entretiene y encima, al final, sorprende. ¿Qué más se puede pedir de una secuela de una saga tan trillada?

Sin ser especialmente fan de la saga, sí que he ido asistiendo a cada uno de sus estrenos cinematográficos con curiosidad e interés, y con esta entrega no iba a hacer una excepción. El resultado: visualmente increíble, argumentalmente entretenida aunque previsible de principio a fin.

Para mí la película se divide en dos partes, si bien la primera parece una prolongación de lo ya visto en los anteriores capítulos (con la excepción de la espectacular parte del volcán deudora de “Lo Imposible”), la segunda mitad, la desarrollada en la mansión, es la más entretenida, innovadora en el concepto de la saga y cercana al cine de terror. Sombras, ambientes tétricos, persecuciones de película slasher... Entretenimiento asegurado y sustos por doquier.

Bayona imprime su sello en cada fotograma, logrando que el guión de Colin Trevorrow pase de ser entretenido y previsible, a un deleite visual. El ambiente de mansión gótica, las catástrofes naturales, la sensibilidad de los niños... todo lo visto en sus largometrajes está aquí presente con estupendos resultados.

Y la saga continuará...

Siendo fan desde la niñez de casi toda la obra de David Lynch, nunca encontraba tiempo para visionar esta película. Quizás embelesado por obras como "El Hombre Elefante", "Twin Peaks" o posteriormente "Carretera Perdida", "Cabeza Borradora" no me parecía lo suficientemnte atractiva cada vez que me decidía a visionarla; y siempre encontraba otra película mejor que ver en los ratos libres. Finalmente una noche de fin de año que, por desgracia, tuve que pasar enfermo en cama, me decidí a verla y, sinceramente, flipé.

"Cabeza Borradora" es un increíble analisis de los miedos que conlleva la madurez. A los que hay que sumar el miedo a la responsabilidad que trae consigo la paternidad, el matrimonio, la fidelidad y un sin fin de temas que aborda el señor Lynch de forma totalmente onírica y acertada. Desde la repulsiva familia de la novia forzada, que le ha tocado conocer después de dejar preñada a la susodicha novia, hasta el hijo no deseado y deforme, que atormenta noche tras noche al protagonista, Lynch toca todos y cada uno de los miedos a los que puede enfrentarse una persona cuando está a un paso de encararse con una responsabilidad no deseada o una nueva vida impuesta...

Es una delicia encontrar tantos momentos metafóricos y brillantes en una película que no deja de ser la opera prima del autor. Todos con significados bastante más claros que en obras posteriores. Y lo que más me gustó es el humor negro que tiene, que invade cada una de las escenas del malogrado protagonista, desde sus momentos con los familiares de su novia hasta la frustrada conquista de su misteriosa vecina de enfrente. Mención a parte merece la canción con la que nos deleita la chica del radiador, y la caricaturesca y perfecta interpretación de Jack Nance.

Sin ser mi obra favorita de David Lynch (varios trabajos posteriores se reservan ese puesto), "Cabeza Borradora" es una película muy disfrutable y desde luego para momentos muy especiales. Y aunque no es apta para todo tipo de espectadores, es capaz de conquistar a todo aquel que busque sumergirse en un mundo diferente, como suele ocurrir con Lynch.
En definitiva, es sumamente divertida (de un humor malsano) y angustiosa a la par.
Una obra genial.

Tras ver el remake de Fincher y ver lo que la gente lo ensalza, me he decidido a escribir una crítica de la versión de Oplev, porque me gustó bastante más.

Esta película cuenta con tres grandes puntos a su favor y uno sólo en su contra:
-El ambiente que impregna la maravillosa Banda Sonora, que a veces confunde al espectador si está vindo un thriller o una película de terror, sobre todo en las escenas en que visionan fotografías antiguas, creando un ambiente fantasmagórico, para mi gusto superior al creado por Trenz Reznor en la otra adaptación.
-La interpretación de Noomi Rapace como Lisbeth es soberbia. Inmejorable. No creo que nadie pudiese haber logrado captar y llevar a la pantalla grande un personaje literario de una manera tan perfecta. Cuando lees el libro te la imaginas tal cual aparece en pantalla. Perfecta.
-El estudio psicológico de los personajes. Están muy bien perfilados y con cada frase, mirada o movimiento quedan perfectamente retratados. Cosa que ni de lejos ocurre en la de Fincher.

La única pega que un crítico puede poner a la película es que no es totalmente fiel a la novela, cosa que a mi tampoco me importa mucho, porque creo que la adaptación a cine es soberbia; cogiéndo los puntos de mayor interés, condensando otros para acortar su duración y omitiendo otros que tampoco tienen una importancia suprema para el desarrollo de la historia.

La película de Fincher es un thriller de acción, con un ritmo frenético y un ambiente malsano, esta es una película a medio camino entre el thriller y el terror, con un montaje más comedido y lento, pero con un ambiente fantasmagórico mucho más logrado.

Para gustos colores...

Como gran seguidor de la saga me he sentido bastante decepcionado al comprobar que esta película no sólo se alejaba de su predecesora (y aún más de los clásicos) sino que basaba todo su argumento en la acción desmedida y en un Bond a medio camino entre Jason Bourne y John Rambo...

¿Dónde está la clase del señor Bond? (que aparece más tiempo en pantalla hecho un cascajo que con su habitual e impecable look). ¿Dónde está la ironía y el comedido humor de su predecesora? ¿Dónde está el glamour en el metraje? ¿Dónde está la marca de la casa que con mucha dignidad han llevado todas las películas de James Bond hasta la fecha?
Me ha faltado la seducción, los paisajes exóticos, las conversaciones suspicaces, el buen gusto de antaño, las frases celebres (no se oye mi nombre es bond en ningún momento)... vamos que me han faltado todos los ingredientes de cualquier película de James Bond.

¿Es una mala película? No. no lo es... Pero ésto no es James Bond.