Tras ver esta joyita no sé que respondió mejor a mis expectativas: que el maestro del amor en el cine, nos obsequie con una gran lección para el corazón; o que Norah Jones no sólo consigue emocionar con su desgarradora voz, sino que su mirada, su rostro, su silueta nos hipnotizan para cruzar la calle dando un pequeño rodeo....

Puede que muchos digan que con un reparto tan exclusivo es fácil filmar buenos trabajos. Sin embargo, sólo alguien de la talla de este director consigue obtener de ellos los registros tan exactos y variopintos que necesitaba el guión.

Tras ver esta película me doy cuenta que tan importante es encontrar la persona adecuada como el momento idóneo. De nada te sirve darte de bruces con tu "alma gemela" si en ese momento lo único que puedes aportar a tu pareja es dolor, tristeza o un gran vacío emocional. Por mucha compañía que se comparta se convierte en soledad e incomprensión.
Como conclusión sólo puedo decir que para ser feliz con otra persona, primero ha de conocerse a si mismo; y así saber por donde pisar en la senda hacia todo aquello que nos deje cerca de la felicidad.

En resumidas cuentas, W. Kar-wai nos ejemplifica de una manera sencilla mediante pasteles que en el amor jamás hay que perder la esperanza, pero tampoco hay que precipitarse y saltar al océano sin tener certeza de saber nadar...

Animo que la vea toda la gente que pueda, porque este genio hace creer que es fácil conseguir poesía tras una cámara.

Tremenda obra que magnifica las desdichas y los accidentes de personas de diversos puntos del planeta. Es un film que intenta vencer la expresión "piensa mal y acertarás", no debemos ir predestinados a pensar que la gente es mala. Como conclusión final tomo la idea que todos vivimos en el mismo planeta e independientemente del lugar en el que nos encontremos todos tenemos problemas (no siempre de la misma magnitud) y bastante dura es la vida como para ir poniéndonos trabas los unos a los otros complicandonos todavía más la existencia cuando todo sería más bonito viviendo en completa armonía.

Desde mi punto de vista, este director confirma con esta película que es la antitesís del genuíno y deprimente Von Trier.

Animo a que la vea todo el mundo puesto que se llevarán una gran satisfacción disfrutando de un gran guión, unas excelentes interpretaciones y una fotografía que sin estar muy cuidada llega incluso a sobrecoger en determinados momentos. Y amenizada por una muy bien elegida BSO, como ya nos tiene acostumbrados este director.

En vete y vive nos metemos en la piel de un niño al que le han arrebatado lo poco que tenía para "regalarle" la vida. La vida en el sentido de la supervivencia, puesto que la tristeza, melancolía, soledad y desesperación que siente hace que la gran calidad de vida que le ofrecen es absolutamente una contrariedad.
Desde el momento inicial te enrolas en el viaje de la vida de Yaël, llorando con él y a duras penas esbozando alguna sonrisa. Y el mayor dramatismo llega después de ver la cinta; ya que compruebas que es una historia real que en la mayoría de las veces no tiene un final tan feliz como el que nos podemos encontrar en una película.

Sin duda una joyita, de esas que pasan desapercibida en este arte. Un gran acierto que el propio director escriba el guión y no adapte una novela (que seguro existen varias que abarquen este tema), de esta forma no se queda nada en el tintero y Radu Mihaileanu nos obsequia con toda su frescura.

Tras visualizarla varias veces sigo sin entender esta película, no dudo de su calidad, pero no encuentro argumento por ningún lado y el final me deja igual que al principio. Por favor que alguien me guíe y me sirva de orientación, porque por más que leo criticas todas son para deshacerse en halagos sin llevar a ningún sitio concreto. En sus momentos seguro que supondría un boom! revolucionario en cuanto a ciencia-ficción, pero yo la veo hoy y me deja vacío...

Esta película es el fiel reflejo de cómo estropear una película en los compases finales. El film llega a ser muy bonito y sincero, pero el afán del director en asemejarse al mercado estadounidense la hunde haciendo que sea vulgar y echando por tierra todas las sensaciones que despierta a lo largo de sus primeros 80 minutos.

Supongo que tendrá buena acogida y gran aceptación entre el público, pero el cine español tiene que evitar caer en este camino. Porque sólo podemos competir en mercado cinematográfico en calidad y con películas así no lo conseguiremos.