Es una original historia, parece tener un inicio bastante completo, pero llega un momento en el que se ha negado la existencia de tal historia para ofrecer unas escena de intensa acción mezclado con terror.

Desde la primera entrega de Pierce Brosnam no he visto a un 007 tan espía, las últimas entregas se basaron en exacerbar esas dotes del agente británico, la fantasmada, él erotismo que le precide, o mejor, la sensualidad que le diagnostica. Pero nunca le han dado un argumento digno del film, este, sin embargo, presenta unos giros que lo enriquecen bastante, quizás ha pecado en añadir demasiados falsos argumentos como fachada de la simplicidad que muestra, pero aún así, a diferencia de los anteriores Bond, esta vez gana la lógica del cine, argumento firme, algo simple, pero muy bueno.

No he tenido la oportunidad de leerme el libro pero con la pedaza de campaña publicitaria que se le ha hecho a este film desde hace ya más de un año, sincermanete es una película indiferente. Uno piensa ir al cine a ver este largometraje para que le hagan pensar, para que se busque la vida con la finalidad de decir como acaba todo, pero es que te lo dan todo hecho, es tan fácil prevenir el final que si nos fijamos más allá del trasfondo social que tiene, es muy lineal. Además, cuando te ves a Tom Hanks, te dices "por fin un grande" pero su actuación ha sido como la película, nada nuevo y sin emoción. No transmite ninguna sensación, no hay emoción, drama, risa,... entonces ¿que transmite? pues 6 euros que es lo que cuesta verla. Atención, esta crítica no quiere decir que sea mala, me refiero que para ser una historia del famoso escritor, dirigida por uno de los mejores directores de la década, por su reparto y por su fuerte marketing a lo Godzilla, ¡hombre! uno espera más.

Desde el argumento, pasando por el reparto, director, diálogos, ayudantes de iluminación, sonido,... todo se ha hecho con tal firmeza y con una seriedad que esta película se ha convertido en un antes y un después de el cine de acción. No tiene fallos, su dosis de acción comparte protagonismo con la intriga y con una historia muy bien contada. Posiblemente sea la mejor película de acción de todo los tiempos. No tengo ningún pero, solo quiero afirmar que han pasado 10 años y aún la veo en vez en cuando.

Es como la gravedad, los grandes acontecimientos me atraen y este film lo ha hecho como en su día fue El diario de Noa o Noviembre dulce. Por una vez desde hace varios años, un largometraje de este género desea volver a despuntar por lo original de su propuesta. No es Jennifer Aniston, tampoco es Penélope Cruz, simplemente, es maestría de Rachel McAdams, que nos vuelve a mostrar, junto a aquella romántica historia de Noa, que su belleza y su encanto son perfectamente compatibles y complementarias a su estupenda interpretación. Es, ahora mismo, una de las actrices más bellas del panorama mundial y su profesionalidad es igual de espectacular. Su acompañante en este caso, Eric Bana, iguala en encanto a la señorita McAdams, teniendo una actuación propia de él, sobresaliente. En el resto del reparto, debo de dar un suspenso a todas y cada una de las interpretaciones ya que no logran mantener el tipo en ninguna de las escenas del film. En cuanto a la dirección, Schwentke no es un dramático excelente, pero sus obras pueden destacar dentro del notable, ya que no da motividad cuando toca, en este caso, la excelencia cosechada por el largometraje ha sido dependiente de la novela y de los dos protagonistas. A pesar de ello, la cinta posee humor, amor y drama, llegando a conjugarse notablemente.