No es fácil que esta película alcance una gran puntuación. Habla de temas que no están precisamente de moda: la familia, el sacrificio, el espíritu de clan, el verdadero amor... y eso hoy día a muchos les resulta ñoño y aburrido.

Sin embargo a muchos otros les convencerá, por tanto les animo a que si tienen oportunidad la vean. Disfrutaran de una película con mensaje, verán unos exteriores preciosos, y también a un reparto muy digno y convincente.

Si se les escapa una lagrimita no se escondan... a todos nos ha pasado.

No hay por donde coger este subproducto, a no ser que en un arrebato de masoquismo necesites indignarte por un buen rato. Ironías de la vida, la pésima adaptación ha sido perpetrada por su biznieto, Ramón Paso, que desconozco si se siente muy orgulloso, encima, de tamaño crimen.

De Jardiel Poncela no hay absolutamente nada. Su humor inteligente, la elegancia de sus juegos de palabras, su ironía... sencillamente brillan por su ausencia. Con esos mimbres el reparto lo tiene complicado, pero es que encima se esfuerzan en agudizar más el desastre. No se sabe tampoco qué pinta Esteso ahí, pero su sola presencia es redondear el ridículo. El resultado de todo ello es una pieza inclasificable, bochornosa, aburrida y sin substancia, justamente lo contrario que suscita cualquier obra del genial escritor. Felicidades a quien se haya llevado los cuartos.

Ese es el resumen. Cuando te encuentras con una película que no hay por dónde cogerla siempre habrá un ramillete de “entendidos” que desde su púlpito (de barro) te señalan. Normalmente éstos luego no saben hacer la o con un canuto, pero esta es otra historia…

Una vez en una película la protagonista decía que mientras el marido le hacía el amor ella pensaba en qué pondría de comer al día siguiente. Afortunada señora. Cualquier espectador de “esto” (me niego a volver a llamarlo película) tiene tiempo suficiente como para idear el menú de tres meses sin repetir plato.

Bajo la justificación del realismo se escoge a actores no profesionales. ¿Qué tal si se dijera que salen más baratos? Después entramos en el doblaje… un auténtico despropósito. El guión es inconexo hasta decir basta. Como buen bodrio que se precie sobrepasa las dos horas. Al principio vas aguantando... luego llega la hora de desconectar (aquí haces el menú), más tarde empiezas a inquietarte, el asiento te agobia, quieres respirar, irte a la calle... ¡que se acabe! Yo más que salir del cine... huí.

Felicito a los italianos porque gracias a ellos hasta te reconcilias con el cine español.

Luego no digas que nadie te avisó.

Al modo de los clásicos, como Ironside, Kojak, Poirot y tantos otros, el enganche principal surge con el protagonista, con el "héroe" o desentramador del asunto, cuya personalidad controvertida se va desarrollando al mismo tiempo que la trama principal. En este caso el personaje interpretado por McConaughey (le queda como anillo al dedo) es un abogado cuyo desparpajo hace palidecer al de sus propios clientes en los bajos fondos.

La trama es intensa y se mantiene el interés durante toda la cinta. Es otro giro de tuerca a la eternamente cinematografiada relación entre abogado y cliente, que aquí cobra una nueva dimensión. El conjunto se salpica con detalles de humor y alguna concesión esporádica al romanticismo.

En resumidas cuentas, buena y entretenidísima.

Otra de la factoría Landon Jr. con lo que eso supone de oeste americano, drama, bondad y esperanza a partes iguales.

A muchos les resultará blandengue pero lo cierto es que a mi me gustó pasar casi dos horas viendo cómo le cambia la vida a una joven que viaja con su marido en busca de un lugar donde establecerse. El inesperado giro que llega a su vida nos transmite muchas emociones pero la que más nos llega al corazón es su superación personal y el encuentro con su verdadero destino.

La ahora exitosa actriz Katherine Heigl luce muy bella y hace un gran papel.