Cuando la vi por primera vez, en el momento del estreno, me pareció la mejor película sobre baloncesto y sobre el deporte, en general. Años después, cuando la pasaron por t.v.e. mi entusiasmo fue algo a menos y, cuando la veo en 2022, me parece un telefilm de domingo por la tarde, aunque con matices.

Típico film de superación, que se podría emitir cualquier fin de semana a la hora de la siesta. Un equipo de pueblo con pocos jugadores y, encima bajos, para la práctica de este deporte consigue que un antiguo entrenador, polémico y sancionado, se haga cargo del equipo. Él los llevará hasta la final del campeonato estatal.

Se salva por Gene Hackman, capaz de hacer interesante cualquier cosa que interprete y por un guion que, al ser de los 80, no es baboso ni relamido. Denis Hopper, en su papel de ex estrella deportiva que ha acabado en el alcoholismo, a ratos, está convincente.

Le pongo un 6 porque en la época en que se hizo era un fan del “básquet” y porque algo de emoción me sigue quedando.

Durísimo drama de dos personas, una blanca y otra negra que buscan la redención de sus miserables vidas. Halle Berry es la esposa de un condenado a muerte, ejecutado al principio del film y él es uno de sus verdugos. Dos seres que se encuentran y acaban necesitándose para hacer una catarsis de sus vidas.

Óscar más que merecido para la protagonista, la primera vez que una mujer negra se lleva este premio a la mejor actriz. Aunque Billy Bob Thorton está muy ajustado, a pesar de que no mueva ni un músculo de la cara ni cuando se acuesta con su compañera de reparto. Consigue pasar del asco que sientes hacia él, por ser un racista de mierda a la comprensión.

Destaco el sex-appeal de los dos intérpretes principales, sorprenden las escenas de sexo entre ellos, al ser una producción norteamericana.

Película sobre las segundas oportunidades y que, a pesar de la herencia recibida y de la edad, siempre puedes volver a empezar.
Todo funciona francamente bien: los actores, la dirección, el guion…

A veces unos buenos ingredientes no hacen un buen producto. Lástima, la película tiene un asesino en serie, que en España no hay, pero puede estar bien y, sobre todo, dos buenas protagonistas que hacen lo que pueden.

Maribel Verdú está muy bien en su papel en plan “Harry el sucio”: borde, antisocial, un poco promiscua… Es el rol más interesante y ella trata de hacerlo bien pero el guion no ayuda.
Áura Garrido todavía lo tiene peor, su papel está mal definido y ella lo intenta todo para hacer de “poli buena”, la antítesis de su compañera, pero poco puede hacer.

La trama se enreda sola y no saben como hacer para desenredarla, el guion es un pastiche, buenos secundarios desaprovechados y un desenlace muy malo, de alguna manera tenían que acabar esto.
Una pena porque el principio parece interesante: un asesino que reproduce con los cadáveres que va dejando las escenas de “los caprichos de Goya” podía haber dado para mucho más. Además, si a las dos buenas protagonistas les das unos personajes mejor perfilados y, lo más importante, un texto coherente y creíble podrían haber conseguido un buen film.

Bienintencionada y simpática película aunque, en el fondo, muy blandita. Es muy posible que a finales de los 60, cuando eran ilegales en muchos estados de EE.UU. los matrimonios interraciales supongo que se vería de otra manera.

Una chica de buena familia se presenta en casa con su novio, el chico es el mejor partido posible: guapo, inteligente, con un futuro brillantísimo…solo tiene un defecto, es negro. De entrada, los padres se quedan bloqueados porque aunque sean muy liberales, nunca se podían haber imaginado algo así ¿Podrán superar los hijos todos los problemas que les supondrá este matrimonio?

Todo se salva por la sensacional actuación de los dos protagonistas: Spencer Tracy y Katharine Hepburn, magníficas interpretaciones de los dos, pero es justo reconocer que el resto están más que correctos. Además tiene un guion simpático y agradable, aparte de la elegancia y amabilidad del Hollywood de la época.

Le he vuelto a dar una oportunidad a la película y reconozco que me ha gustado más que la primera vez. El tener los canales de Movistar que te permiten grabar y volver a verla va muy bien.

Interesante, simpática, a contracorriente, con unos diálogos chispeantes y un argumento curioso, cuanto menos: un inmigrante se gana la vida con un empleo precario y un día ayuda a otro negro rico a cambiar una rueda y éste, en compensación, le regalará un traje de calidad. A partir de aquí la vida le cambiará, para bien y para mal. También conocerá a “Pan con queso”, un pícaro de toda la vida, con el que formará sociedad pero no se podrá fiar de él.

El ir bien vestido le da otra perspectiva pero no es oro todo lo que reluce, mitiga el hecho de ser: pobre, negro e ilegal. Aunque no del todo.

El argumento es novedoso y los actores muy naturales. El problema es que, en cuando la estiras un poco ves que se le ven las costuras y, a pesar de que solo dura 102 minutos, se le empiezan a ver. Se salva por lo agradable que es y por los protagonistas.