Lo primero que puedo decir es que se trata de una miniserie muy completa. La dirección es exquisita, la ambientación tiene un trabajo admirable, cada tienda, cada coche, cada detalle bien cuidado y que hay un trabajo inmenso detrás de cada plano de esta serie.

Lo segundo es que no es necesario que sepas de ajedrez para ver la serie. Te empaparás de muchas escenas de partidas, pero en ningún caso se profundiza en ellas, es la narración lo que importa, los sentimientos y la empatía con el personaje principal lo que mueve la serie. De hecho si te gusta mucho el ajedrez verás más fallos en la película, como el hecho de que nunca haga tablas, que es el resultado más normal entre grandes maestros.

Lo tercero es que es una serie que te emocionará. Toca puntos muy concretos de la personalidad de la protagonista, una historia personal de fortuna y desgracia, de genio y figura, donde cae en los infiernos de las adicciones y a la vez saborea la fortuna en el mundo del ajedrez.

Lo cuarto es que no se la recomendaría a todo el mundo, que cada uno tome la decisión personal de verla, creo que te puede gustar mucho o no te puede gustar nada según te pille la historia.

David Attenborough nos muestra su visión del mundo tras toda una vida dedicada a explorar territorios salvajes de todo el planeta. Nos dice algo que tal vez ya sabíamos pero que debemos recordar: el planeta está en peligro y los actuales sistemas no son sostenibles. Se está acabando con los bosques, con las especies animales, con el océano y con todo el ecosistema.

Al principio nos da una visión bastante negra de cómo puede acabar el planeta si seguimos así, pero finaliza con un mensaje optimista, nos da herramientas y consejos para hacer del mundo un lugar más sostenible. Nos dice que, aunque sea por pura supervivencia, debemos cambiar el modelo de desarrollo que tenemos en todo el mundo. Y es que no hay alternativa, es eso o la extinción, lo debemos hacer por supervivencia, por amor al planeta o por puro egoísmo por nosotros mismos.

Cabe mencionar la excelente fotografía del documental que acompaña a las reflexionnes de David. Te atrapan y te hechizan, son de una calidad absoluta.

Recomiendo este documental a todos los que tienen conciencia del peligro que tiene el planeta pero sobre todo a los que todavía no se han dado cuenta del peligro que corremos. Hay que concienciar a la población, pero sobre todo a los gobiernos y a las grandes empresas que son los ejecutores de ese plan de deforestación creyendo que vivimos en un mundo con recursos ilimitados. Las corporaciones no deben tener tanto poder en los gobiernos porque lo que les interesa es producir más y conseguir más beneficios, pero son sólo beneficios a corto plazo, a largo plazo lo único que nos conviene es que el planeta sea sostenible.

Esta película tiene un aire onírico, de hecho parece que se desarrolle en un sueño, el protagonista no sabe ni qué papel le corresponde ni para qué le despiertan, todo es incertidumbre.

Tampoco se sabe si es una comedia o un drama, tal vez una tragicomedia. Pero la historia de fondo tiene muy poco peso, un hilo argumental bastante pobre y un final batante flojo.

No es, ni por asomo, el mejor Woody Allen que conocemos.Una obra fácilmente olvidable.

Destacaría algunas frases de la película, sobre todo una: "Sólo hay un tipo de amor duradero: el no correspondido", que dice una de las prostitutas.

El viejo grupo de amigos se reencuentra para ir de caza. Se supone que van a cazar animales pero los verdaderos animales son ellos. Me gusta que se tomase licencias como poner voz en off de los personajes con lo que piensan, cada uno tiene sus inquietudes y sus intereses, cada uno odia estar allí pero sin embargo siguen adelante con la búsqueda de conejos.

El calor se palpa, está muy bien conseguido con el sudor de los personajes, se notan las ropas pegajosas, se nota que están muy caldeados todos y al final todo estalla.

Película muy bien conseguida en esa España aperturista. No voy a decir que la película es una metáfora de la España enfrentada en la guerra pero podría serlo, eso se lo dejo a otros.

Esta película es la prueba de que con poco presupuesto, con unos buenos actores y una buena historia se pueden filmar obras perfectamente estructuradas y completas.

Y es que esta película habla de esas decisiones difíciles que tenemos que tomar en la vida. Decisiones que a veces tomamos y que son por nuestro propio bien pero que afectan a los demás para mal. ¿Qué prima? ¿El bienestar nuestro o no hacer daño a los demás?

Es un interesante dilema que se plantea a la perfección en esta película. Tenemos la posibilidad de empatizar con todos los personajes, todos tienen sus dichas y sus desgracias, todos tienen sus puntos flacos y sus puntos fuertes. Y a veces las personas que más hieren saben dónde están esos puntos débiles que pueden hacer mucho daño.

La película es espisódica, atraviesa varias fases en la que esa persona se va sintiendo la peor persona del mundo, cada vez con una pareja. La protagonista siempre tiene esa cara de inocente, de no haber roto nunca un plato, pero aún así tiene unas salidas que son duras, como cuando le dice a su pareja que sólo sirve para servir cafés. Pero pese a eso no me parece una villana, una persona mala, una persona cuyo comportamiento sea reprobable y ese título de la película da que pensar.