Uno a veces hace cosas de las que no puede brindar una explicación lógica sobre por qué las hace. Es como esos personajes de Martes 13 que saben que si salen solos a la calle serán la próxima fatídica víctima de Jason pero abren la puerta igual. Mis castigadas pupilas se entregaron a "The Human Centipede (First Sequence)" porque alguien me hizo un comentario curioso y sus palabras fueron más certeras que su recomendación de no verla. Fue difícil calificarla; no era buena (jamás me gustó el gore extremo) pero tampoco era mala (la idea era original e inquietante y el personaje principal mas que dignamente interpretado) así que podríamos definirla como finamente repugnante. La segunda parte (The Human Centipede - Full Sequence) fue sumamente morbosa y por mas que se escudaba en un expresionista blanco y negro buscando subir su categoría de "cine clase B con elevadas pretensiones", el mal gusto explícito y desmedido de la secuencia final del ciempiés de doce personas hacía vomitiva su visión.

Con estos dos antecedentes... ¿Me podés explicar por qué caí en la trampa de ponerle play a "The Human Centipede III (Final Sequence)"? Pues bien, por lo que dije al principio.
La película es insufrible de principio a fin, no tanto por la repulsión que causaban sus antecesoras sino por el poco tino en el guión, en los encuadres, en los personajes, en sus diálogos, en su desarrollo. Dieter Laser, que en cierta forma me había cautivado con su macabra interpretación del galeno perturbado de la primera, acá hace exactamente el mismo papel pero con el pequeño detalle que aquí es... ¡un alcalde de prisión! Grita, grita y dice barbaridades sin sentido sobreactuando durante todo el film, transformándose en un insoportable Bela Lugosi de cuarta. Y si esta peli tiene su Bela, Tom Six (su director) demostró que bien podría ser el próximo Ed Wood pero con la quinta parte del talento que tenía el peor de la historia (imaginate). El metraje es una incoherencia tras otra en la que sólo sobresalen por muy poco la actriz porno Bree Olson haciendo un papel acorde a su trayectoria y Eric Roberts que se ve que estaba en la lona total para haber aceptado esta bazofia incomprensible.

Yo recomiendo encarecidamente que no te aventures a perder el tiempo como yo lo hice en esta basura bajo ningún concepto. Pero claro, a lo mejor sos un adolescente con las hormonas alteradas como los de Martes 13 y pensás que la vida te va a dar una oportunidad por ser joven e impetuoso. No te equivoques, la muerte te espera bajo la forma de un celuloide digital.

Acabo de ver esta peli y vine a escribir algo para que se me vaya el cagazo. Ok, abreva descaradamente en las dos "Eliminar amigo" y en "La bruja de Blair" pero hay sutiles cualidades que la transforman en algo diferente y a la vez disfrutable (si es que podemos adjetivar de esta forma a un profundo escalofrío en la espalda). Y es que con dos mangos hiceron un mediometraje (dura 55 minutos) que aprovecha la pandemia para desarrollar su argumento (una reunión de amigas vía Zoom organizando una sesión de espiritismo en pleno aislamiento) y para mostrarnos que con buenas ideas, actuaciones creíbles y evitando los diálogos estúpidos que saturan las cintas de este tipo se puede conseguir un buen producto que seguro ha desencajado la mandíbula de aquellos productores acostumbrados a desembolsar fortunas en tremendos fracasos.
Mirala con la luz prendida y la seguridad absoluta de que no hay nadie extraño en tu casa.