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España España · Zaragoza
Críticas de Hilodeseda
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Críticas 296
Críticas ordenadas por utilidad
5
2 de diciembre de 2015
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
La naturaleza española es prolija en desavenencias, envidias y confrontaciones pero también lo es en ánimo jovial, búsqueda de nexos y en un poderoso espíritu de superación. En un país de 17 comunidades donde la crisis sacude sin desaliento, la mofa y la burla sigue siendo uno de los desahogos más característicos del carácter latino y español ,favoreciendo así que películas muy limitadas en lo técnico o cinematográfico y de perfil simplón arrasen en taquilla como lo hiciera ‘Ocho apellidos vascos’ de manera impredecible e incontestable. Con esos antecedentes era obvio pensar que la secuela llegaría más pronto que tarde y que con casi toda probabilidad incluiría en el pastel a alguna que otra comunidad autónoma con cierta facilidad para la imitación y autoparodia más allá de las mostradas en la primera (Andalucía y País Vasco), requisitos que Cataluña cumple a la perfección. Máxime en el hoy de referéndums e independencias.

‘Ocho apellidos catalanes’ como era de esperar ha entrado en taquilla a lo grande, alcanzando en tan solo dos semanas el título de película española más taquillera del año e incluso alcanzando el top 5 de estrenos del año con 16 millones de euros recaudados. Unos previsibles resultados que permitirán seguir estirando el chicle con nuevas secuelas hasta que sus creadores e ingenieros dejen de sucumbir al poderoso influjo del billete y la moneda, algo poco reprochable cuando la industria y la profesión se encuentra en graves problemas surgidos de gobiernos sube-impuestos o recientes corruptelas y fraudes que implican hasta al pasado director de la academia de cine Enrique González Macho.

Con todo esto Emilio Martínez-Lázaro vuelve a dirigir la secuela contando con el mismo popular reparto que arrasó en los pasados Premios Goya (recordemos que tanto Rovira como Elejalde como Machi obtuvieron los premios interpretativos en cada categoría correspondiente -revelación y actor y actriz de reparto-) además de Clara Lago y añadiendo a Berto Romero, Belén Cuesta (curioso lo de esta andaluza residente en Madrid que interpreta a una gallega que se hace pasar por catalana) y Rosa María Sardá, próximo Goya de honor. En esta ocasión el guion de Borja Cobeaga y Diego San José presenta un escenario diferente: Amaia (Lago) y Rafa (Rovira) han roto y ésta se encuentra a escasas fechas de contraer matrimonio con su actual novio, un catalán muy hipster (Romero). Koldo (Karra Elejalde) trata de convencer a Rafa para que se presente en la boda y trate de convencer a Amaia de que debe de cambiar de parecer, un plan al que se une la buena de Merche (Carmen Machi) siempre dispuesta a ayudar.

La película es recurrente y abusa de clichés y chistes con poca gracia, algo que a pesar de todo no impedirá que reconozca lo efectiva que resulta en ciertos momentos, alcanzando en algún instante incluso la sonora carcajada. Es evidente la gracia y salero que tiene Rovira, la belleza de Clara Lago, la capacidad actoral de Karra Elejalde o Carmen Machi, por no hablar de lo divertidos que aparecen tanto Berto Romero como Rosa María Sarda, pero no es menos cierto que todo ello impide el desarrollo de un guion bien contado y con coherencia, que otros secundarios parezcan sacados de alguna deficiente serie televisiva o que el estilo fílmico recuerde al modelo cutre de las comedias facilonas que complacían a ciertos sectores en los años 60 o 70. ‘Ocho apellidos catalanes’ pierde cierta chispa pero termina cumpliendo con las expectativas, no muy altas por otra parte.

La sorna con la que trata los temas de la independencia catalana, la masculinidad vasca o la masiva ola hipster están por encima de la propia trama, la cual resulta previsiblemente de manual. Uno de los pocos puntos en los que se mejora su ya de por sí limitada predecesora es en lo concerniente a la banda sonora: si en la primera entrega era el genial Fernando Velázquez quien se hacía cargo del score ésta vez cae en manos de Roque Baños, compositor de cabecera de Emilio Martínez-Lázaro al que únicamente su cargada agenda aparto de la primera película para, ahora sí, realizar un más que notable trabajo para un modelo de film que no suele destacar en este punto.

Una comedia romántica evasiva escasa de ingenio y con múltiples defectos que logra ser efectiva en gran parte de la trama y que sobre todo trata de trivializar y aligerar la pesada carga ideológica nacionalista que arrastran muchas personas de este nuestro rico y diverso país llamado España.

Lo mejor: Karra Elejalde y Rosa María Sardá. La escena final.
Lo peor: Las líneas maestras del guion son de brocha gorda. Su previsibilidad.

Valoración:
Banda sonora: 7
Fotografía: 4
Interpretación: 6
Dirección: 4
Guion: 4
Satisfacción: 5
NOTA FINAL: 5

@hilodeseda - www.habladecine.com
Hilodeseda
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5
25 de septiembre de 2014
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cualquier persona, entendida o no en el mundo del cine, desea fundamentalmente que la película que visiona en su butaca sea sobre todo entretenida. Este factor es vital para que la satisfacción surja en el rostro. Aunque como es evidente han de realizarse análisis más concienzudos que valoren diferentes factores para que la película sea considerada más allá de un mero pasatiempo. "Mea culpa", película francesa injustamente maltratada por la taquilla española, cumple perfectamente con dicho cometido, a pesar de no ser una película redonda en su análisis cinematográfico. Hablamos de un thriller con pulso, correctamente realizado por el director francés Fred Cavayé (autor de otros dos thrillers más que destacados como "Cruzando el límite" o "Cuenta atrás"), recomendable en su versión original por la presencia de varios idiomas en la película y que cuenta con la presencia de dos actores solventes: Vincent Lindon y Guilles Lellouche.

La película cuenta como Simón (Vincent Lindon) y Franck (Guilles Lellouche) son dos compañeros del cuerpo de policía a los que les unen una estrecha relación. Sin embargo la carrera policial de Simón se trunca cuando tras la exitosa finalización de un caso decide conducir bajo los efectos del alcohol, impactando con otro vehículo y pereciendo los integrantes del mismo. De la noche a la mañana la vida se derrumba para él, ingresando en prisión y transformándose en una persona oscura y de carácter agrio. La separación entre su mujer y su hijo cada vez son mayores, al menos hasta el hijo de Simón es amenazado por la mafia del Este de Europa tras presenciar un ajuste de cuentas.

"Mea culpa" se trata de una película que puede gustar al gran público, donde presenciaremos persecuciones, tiroteos y escenas de acción bien realizadas. Posee cierto aire oscuro, donde el protagonista principal es un antihéroe y su compañero tampoco es un ejemplo. Cavayé presenta un thriller con aroma a serie B que apenas deja atisbo a la relajación, y en el que a pesar de que alguna secuencia es mejorable -la escena de la disco fundamentalmente-, denota cierto poso a la hora de rodar escenas de alta tensión. El guion es fundamentalmente lineal con la presencia en ocasiones de algún flashback que da sentido a la trama y no complica su visionado. La fotografía es bastante oscura y se aprecia que el director se siente más cómodo en ese tipo de escenas que en la claridad del día. Podemos pensar que la película no es del todo novedosa, sin embargo no se tiene esa sensación de hastío que en ocasiones aparecen en los visionados de películas semejantes. Además la presencia de dos actores de nivel ponen en valor la cinta, a pesar de que algún secundaria de la sensación de pretender lo contrario. Los diálogos no están excesivamente trabajados trasmitiendo más las miradas de los protagonistas que unas conversaciones más vacías.

Película más que correcta y que no se arrepentirá de ver. Si no es así, tampoco arderá París.

Lo mejor: El tiroteo del tren. El tratamiento del giro de guion.
Lo peor: Algunas secuencias protagonizadas por los mafiosos del Este de Europa.

Valoración:
Banda sonora: 5
Fotografía: 6
Interpretaciones: 6
Guion: 5
Dirección: 6
Satisfacción: 5
NOTA FINAL: 5,5

@hilodeseda - www.habladecine.com
Hilodeseda
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7
29 de enero de 2016
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Además de la magnífica ‘La gran apuesta’ o las terriblemente malas ‘La quinta ola’ Y ‘Alvin y las ardillas: Fiesta sobre ruedas’, una de las propuestas más interesantes de la cartelera actual proviene de Italia, de la mano de uno de los autores más identificables y reconocidos del panorama europeo: Paolo Sorrentino y ‘La juventud’.

Tras la triunfadora en los Oscar ‘La gran belleza’, Sorrentino vuelve a arrastrarnos a una burbuja felliniana –en esta ocasión más próxima a Ocho y medio que a La dolce vita– donde lo terrenal se mezcla con lo espiritual a través de la potencia de la fotografía, lo extravagante de las situaciones y la capacidad para capturar sus preocupaciones en pantalla. ‘La juventud’, dejando por un instante a Toni Servillo, ha logrado únicamente la nominación a mejor canción a los Oscars -arrasó en los Premios del Cine Europeo-, algo francamente llamativo cuando contemplamos la calidad de la propuesta en muchas de las disciplinas por no hablar del alto nivel interpretativo de varios miembros del casting.

En la película compartiremos momentos de paz, de libertad de expresión, de rupturas y anexiones, de exaltación y de curiosidad; grandes momentos que reflejan la vida de los dos personajes protagonistas –en la piel de dos grandes de la escena de los últimos 40 años como Michael Caine o Harvey Keitel, bien secundados por unos interesantes Paul Dano, Rachel Weisz y la mismísima Jane Fonda– y que conforman y abrazan la historia de lo último de Paolo Sorrentino: en plenos Alpes suizos, veremos la vida dentro de un reconstituyente y espiritual balneario de lujo donde encontraremos desde ex futbolistas, compositores retirados, budistas, estrellas de Hollywood o modelos de primera línea. Todo es válido en un lugar donde confluyen naturaleza, glamour y libertad dentro del estatismo de la edad. En dicho paraje, contemplaremos la relación de Fred Ballinger, un retirado compositor de música (Caine) quién compartirá momentos con su hija (Weisz) y sobre todo con su gran amigo, un veterano director de cine llamado Mick (Keytel). Todo ello mientras un enviado de la Reina Isabel II trata de convencer al maestro para que abandone su retiro para dirigir la orquesta en el cumpleaños de su marido.

Me parecen muy interesantes los personajes de la película así como las situaciones que allí se plantean. Me gusta la ambigüedad sobre varios de los puntos del trabajado guion y sobre todo la impactante y marca de la casa propuesta visual y sonora (magníficos los You got the love a cargo de The Retrosettes, el Third and Seneca del grupo folk indie norteamericano Sun Kil Moon o el Dirty hair de David Byrne). Esto último embriaga por plenos poderes: El maridaje que atesora la unión entre imágenes preciosistas con una música que oscila entre el pop más bailable o las bellas composiciones clásicas contemporáneas son huella de un director que cuida sobremanera la presencia escénica, el montaje, la tecnología, y que le gusta usar todos los recursos estilísticos a disposición del film y la historia.

Es cierto a pesar de ello que la propuesta arrastra un inherente tono petulante –la película además resulta más compleja de lo que al autor le hubiera gustado– ya clásico del cine de Don Paolo Sorrentino, cierta estructura de corta y pega o que incluso permite que al espectador le cueste entrar en la variadas y extravagantes propuestas del autor pero lo cierto es que me parece en conjunto una bella muestra de la decrepitud corpórea que arrastra una decrepitud psicológica sobre la llegada del fin de los días, con una intensa profundidad en las conversaciones y situaciones (fabulosos los diálogos entre los protagonistas así como sus respectivos hijos o propuestas profesionales). La vida crepuscular de dos grandes mentes que suplen las carencias físicas a cambio de un voyeurismo obligado que potencia la memoria sobre lo que fueron y nunca quisieron dejar de ser.
Interpretativamente Michael Caine demuestra que a sus más de 80 años se pueden dar lecciones de cómo actuar casi sin inmutarse. Soberano. Magníficos también Rachel Weisz y Paul Dano. En definitiva una película que dejará poso y que grabará en nuestra memoria más de una secuencia, pero sobre todo un tema, el nominado al Oscar Simple Song #3 a cargo del joven compositor David Lang en voz de la soprano Sumi Jo, la violinista Viktoria Mullova e interpretada por la BBC Orchestra. Con ella se pervierte la corporeidad de nuestra más profunda sensibilidad.

Lo mejor: Michael Caine. La mezcla musical y visual. El diálogo estando embardunados en chocolate. La escena final.
Lo peor: Cierta extravagancia y sensación de inconexión en algún apartado.

Valoración:
Banda sonora: 9
Fotografía: 8
Interpretación: 7,5
Dirección: 7
Guion: 6,5
Satisfacción: 7
NOTA FINAL: 7,5

@hilodeseda - www.habladecine.com
Hilodeseda
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6
29 de junio de 2015
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de catástrofes adereza de tanto en cuanto la ordenada vida del espectador: Cataclismo apocalípticos que fracturan, incendian o inundan el mundo entero -o al menos una parte (generalmente la norteamericana)- para deleite del público más ligero o con ganas de pasar un rato divertido en una cómoda sala de cine. ‘San Andrés’ es una más del sub género de cine catastrófico donde parte del país estadounidense sufrirá los temblores de tierra, con especial incidencia en la ciudad de San Francisco y su archifamosa falla de San Andrés. Film basado en la historia escrita por Andre Fabrizio y Jeremy Passmore.

El director canadiense Brad Peyton, apadrinado en Hollywood por el mismísimo Tom Hanks y quién cuenta con la experiencia 3d de la exitosa -comercialmente hablando- secuela de ‘Viaje al centro de la tierra’ (325 millones de dólares recaudados), ha puesto toda su experiencia previa en la creación digital y tridimensional con el único fin de mostrarnos un eslabón más del cine más palomitero y entretenido, cine que suele aprovecharse de la benevolencia y asistencia a las salas que facilita la época estival en la que nos encontramos.

En esta ocasión serán las placas tectónicas las que nos jueguen una mala pasada y provoquen que la falla de San Andrés entre en actividad para delirio de los fans del cine de destrucción masivo. Dwayne ‘The rock’ Johnson se pone en la piel de un especialista en equipos de salvamento infelizmente separado de su esposa (Carla Gugino) y que tiene en su hija a la espectacular Alexandra Daddario (deleitó al público masculino brevemente en la genial primera temporada de ‘True detective’). Tras la pertinente pobre explicación introductoria de los protagonistas y un caso de salvamente para el deleite tridimensional, conoceremos al prestigioso científico de turno en la materia requerida, todo un personaje indispensable en cualquier film destructivo que se precie. En esta ocasión dicho papel correrá a cargo de Paul Giamatti, quién hará del sismólogo Dr. Lawrence Hayes en pleno desarrollo y prueba de un sistema de predicción sísmico. Como es de esperar ni siquiera los medios predictivos evitarán que la desastre llame a la puerta y se lleve consigo una gran cantidad de vidas provocando la destrucción sin remisión de la simbólica ciudad de San Francisco (sí, de su puente también por si no se lo habían imaginado). Un relato de rancio tufo familiar y de amistad recién estrenada se desprenderá entre derrumbe y derrumbe.

La fotografía en 3d de Steve Yedlin y la música compuesta para la ocasión por Andrew Lockington cubren medianamente las bajas expectativas con las que asistía a su visionado, pero tanto su guion como sus interpretaciones distan mucho de los mínimos exigidos incluso para un blockbuster como éste. Dwayne Johnson, quién no es ni mucho menos un buen actor, no goza del presunto protagonismo que cabría esperar cediendo minutos en pantalla a la explosiva Alexandra Daddario y sus compañeros de aventuras. El personaje de Paul Giamatti está completamente desaprovechado y se limita únicamente a dar un par de charlar con contendido geológico. La única que interpretativamente cumple es Carla Gugino, quien soporta los momentos dramáticos que otros son incapaces de sostener. El guion adaptado de Carlton Cuse es en líneas generales francamente pobre, con personajes arquetípicos (el personaje interpretado por Ioan Gruffudd es de vergüenza ajena) y situaciones manidas y reiterativas que en ocasiones puede llegar al sonrojo. Sin embargo ‘San Andrés’ utiliza su gran nivel técnico y su extenuante ritmo para tratar de hacer olvidar esos otros factores tan relevantes en el arte cinematográfico y de los que tan lejos se sitúa la película. Cine consumista y sin pretensiones que a veces -solo a veces- gusta contemplar, y ésta es una de ellas. Cosas del cine. Prueba de ello son los más de 440 millones de dólares recaudados hasta la fecha en todo el mundo, multiplicando por cuatro su coste de producción.

Desde luego a quién aspire a ver un film que reinvente el género catastrófico antes de llevarse un gran chasco habría que recomendarle que revisione esos grandes clásicos del género como ‘Terremoto’ o ‘El coloso el llamas’, grandes obras que desde hace décadas no han podido ser superadas, gracias a la casi exclusiva relevancia que le concede a los avances tecnológicos y digitales y que a su vez vacían de contenido interpretativo y argumental este tipo de películas.

Para animosos fans de la destrucción que quieran olvidarse de los dramas diarios y pretendan adentrase en una aventura frenética y sin sentido que pasa realmente rápido. Distracción veraniega pura y dura.

Lo mejor: Su ritmo y espectacularidad.

Lo peor: El guion es pura basura. El cameo de Kylie Minogue.

Valoración:
Banda sonora: 6
Fotografía: 6,5
Interpretación: 4
Dirección: 5
Guion: 3,5
Satisfacción: 7
NOTA FINAL: 5,3

@hilodeseda - www.habladecine.com
Hilodeseda
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7
4 de mayo de 2015
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dentro del poco cine italiano que nos llega a España al menos podemos disfrutar de sus propuestas más interesantes aunque sea con algún año de retraso. Ejemplo de ello es la interesantísima película ‘El capital humano’ de Paolo Virzi, una película sobre la miseria humana y la decadencia del país durante la actual crisis económica. Un film que nadie debería perderse y que obtuvo 7 David di Donatello –incluido el de mejor película y mejor guion– y 19 nominaciones en 2013.

Paolo Virzi (Livorno, 1964) es un guionista y director de cine italiano algo irregular, pero considerado en Italia como uno de los mejores guionista y narradores de la comedia clásica italiana. Ganador del David di Donatello a mejor director revelación por ‘La bella vita’ en 1994 destaca por sacar lo mejor alrededor de las actrices a su cargo, especialmente a las intérpretes de reparto de sus films (Nicoletta Braschi, Margherita Buy, Sabrina Impacciatore, Sabrina Ferilli, Micaela Ramazzotti, Federica Votoria Caiozoo y ahora Valeria Bruni Tedeschi y Valeria Golino), quienes suelen ser nominadas o premiadas.

‘El capital humano’, además de un término de la casuística del mundo de las aseguradoras, es un notabilísimo film y uno de los mejores films de la cartelera actual, algo que no debería pasar desapercibida por aquellos que busquen algo más allá del mero entretenimiento. En ella y con guion del propio Paolo Virzi junto a Francesco Bruni (su guionista de cabecera y amigo) y Francesco Piccolo, adaptan la novela homónima del autor norteamericano Stephen Amidon (Human capital). El film comienza con un fatal accidente de un ciclista para a continuación volver días atrás y contar la historia desde los tres puntos de vista de los tres personajes más importantes de la trama, para finalizar con un último capítulo sobre la resolución del caso. Recordando el formato que realizó el maestro Akira Kurosawa en su ‘Rashomon’ vamos conociendo la historia en tres capítulos y un capítulo desenlace. El capítulo primero es a través de los ojos de Dino Ossola (Fabrizio Bentivoglio), un ambicioso agente inmobiliario y padre de familia de clase media, charlatán y aprovechado, que tratará de beneficiarse de la relación que mantiene su hija con el hijo de un millonario con el fin de entrar en el fondo de capital privado de grandes rentabilidades que gestiona Giovanni Bernaschi (Fabrizio Gifuni), sólo al alcance de la clase alta italiana. El segundo capítulo se centra en el gran personaje de Carla Bernaschi (Valeria Bruni Tedeschi), mujer florero con inquietudes filantrópicas que tratará de salvar de la demolición un antiguo teatro de la localidad donde residen. El tercer capítulo se centra en Serena Ossola (interpretado por la lolita italiana Matilde Gioli), hija de Dino y novia del egocéntrico y caprichoso Massimiliano Bernaschi (Guglielmo Pinelli), una joven arrastrada por un mundo capitalista pero con buen corazón y quién tratará de ayudar a un joven con problemas de integración en la sociedad. Toda la historia convergirá en el desgraciado accidente inicial dando lugar al capítulo final: El capital humano.

La película, originalmente desarrollaba en Conneticut, busca a través de la comedia y del drama mostrar la valía de las personas y su ambición. Un retrato oscuro pero sincero y categórico sobre una sociedad liderada por la especulación. Un mundo donde las apariencias, los negocios oscuros y las falsedades han regido su devenir hasta alcanzar la situación conocida por todos de catarsis del sistema capitalista. Una criminalidad financiera de la que muchos hicieron gala para fines propios a costa de países, bancos y empresas públicas. Fascinante la interpretación de muchos de ellos, sobre todo la de Valeria Bruni Tedeschi y Fabrizio Bentivoglio, premiada la primera junto a Valeria Golino (interpretando a la mujer de Dino) y Fabrizio Gifuni. Un film que dará que pensar sin centrarse en la crisis financiera como tal, sino en la crisis ética de la clases altas y sus valores inmundos. La música –a cargo de Carlo Virzi- es francamente interesante aportando junto a un guion excelente y un montaje igual de efectivo un triunvirato que aporta al film la clase que implementan los actores. Quizás uno de los capítulos pierde algo de interés, el tercero concretamente, pero en conjunto forman un muy notable film con secuencias muy llamativas. Brillante.

Lo mejor: Valeria Bruni Tedeschi y el excelente guion donde se muestra la podredumbre humana.
Lo peor: La interpretación de Guglielmo Pinelli.

Valoración:
Banda sonora: 7
Fotografía: 7
Interpretación: 8
Dirección: 7
Guion: 8,5
Satisfacción: 7
NOTA FINAL: 7,4

@hilodeseda - www.habladecine.com
Hilodeseda
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