Uno de los dos primeros largometrajes dirigidos por Mankiewicz, donde ya se notaba su talento y cultura pero a su vez su inexperiencia como director de cine (aquel mismo año también hizo Dragonwyck).
La laberíntica trama aunque es interesante y onírica, se vuelve por momentos muy confusa. Se presentan muchos personajes y se va de acá para allá por diversos escenarios intentando atar cabos para resolver el misterio: lo que me recordó a la mucho más confusa trama de The Big Sleep (1946) de Howard Hawks, la cual dependía completamente de sus ingeniosos y cínicos dialogos.
Esta trama sobre la amnesia y la posterior investigación de la vida de un hombre seguramente estuvo influida por Citizen Kane, pero claramente años después sirvió de inspiración para Memento.
En cuanto a las actuaciones, John Hodiak como protagonista resulta muy inexpresivo y no calza bien con el papel lo que le resta mucho a la película. Aunque los que si aportan mucho son varios de los secundarios que tienen participaciones cortas pero increíbles.
Más allá de la trama confusa y de un protagonista incorrecto, el gran problema de "Somewhere in the night" pasa por la extrema longitud de sus explicativos diálogos, los cuales generan cansancio en varias ocasiones (la información sobre la trama se nos brinda mayormente de forma oral, resultando poco cinematográfico). Esto seguramente esté relacionado con el hecho de que Mankiewicz comenzó como guionista y luego con los años se convirtió también en un excelente director.
En resumidas cuentas, es un muy buen trabajo de Mankiewicz si tenemos en cuenta el hecho de que pertenece a sus inicios. Aunque comete errores, también da destellos de genialidad con varios momentos metaficcionales y con la construcción de una notable atmósfera pesadillesca, laberíntica e iniciática.

Más allá de los tópicos del género y de la clara existencia de películas con tramas similares, "Unlawful Entry" destaca por su notable crítica a los abusos de poder de los guardianes de la seguridad: la policía.
Seguramente, buscaron hacer algo similar a "The Prowler" (1951) de Joseph Losey, con un policía que se obsesiona con la aparente vida idílica de una pareja de burgueses. Desea a la esposa, pero en el fondo envidia toda la vida de ese otro hombre adinerado, solo ronda desquiciadamente detrás del inalcanzable sueño americano.
Además, toca otros temás típicos del género como la crisis de la masculinidad, ya que Kurt Russell se siente inferior al no haber podido defender a su esposa al principio como un típico macho alfa.
Personalmente, el climax no me parece malo, pero hubiera sido más interesante que sea otro personaje quien apretara el gatillo al final...
Por último, se agradece un elenco de buenos actores, como Kurt Russell (correcto), Madeleine Stowe (notable) y Ray Liotta (excelente y espeluznante como debe ser).

Pseudocrítica al conservadurismo, fascismo, racismo, machismo y todos los ismos que se nos ocurran. Para colmo tampoco fueron nada sutiles a la hora de tomar prestados ciertos pasajes bíblicos del génesis.
Al principio promete y parece divertida, pero con el correr de las escenas se va notando cada vez más hacía adonde va a ir todo...
Creí que iba a ver una película a la altura de Truman Show, pero me encontré con algo que seguramente fue inspiración para la basura de Barbie.
Investigando a Gary Ross (director, guionista y productor de esto) supe que fue su primera película y que antes fue congresista e hizo discursos políticos para Ted Kennedy. Esta data es suficiente para confirmar con que intenciones se hizo esta abominación...

Aunque al comienzo promete mucho, con el paso de las escenas se va notando mas como al director le importaban un carajo los personajes y la historia, se hace obvio que todo lo que Joe Wright quería era hacer planos técnicamente destacables, que todo se viera siempre "bello" más allá de que las situaciones fueran tristes u horrorosas (como en el innecesario plano secuencia de la guerra o la puesta de sol en la playa, entre tantos otros momentos).
Es una lástima porque contaba con buenos actores (a excepción de la siempre inexpresiva Keira Knightley) y un destacable trabajo de los departamentos de arte y fotografía. Pero obviamente, esto solo intenta disfrazar una dirección incorrecta y un contenido vacío.
En resumen, "Atonement" solo es un caramelo sin sabor a nada pero con bonito envoltorio para tragarlo y creer que es de lo mejor que se puede probar. Otro de los tantos pastiches de cine clásico que salen cada tanto.

La trama contiene un excelente plan diabólico que la vuelve muy interesante. A esto se le suman los ácidos dialogos del noir clásico, sus personajes ambiguos y aquellos típicos contraluces utilizados destacablemente por el infravalorado Henry Hathaway.
Aunque un débil actor protagónico como Mark Stevens le resta intensidad a la película, la presencia de Lucille Ball y William Bendix suman bastante al conjunto y principalmente el elegante y diabólico Clifton Webb se destaca como siempre entre todos ellos.