Un trabajo magnífico de guión, de la actuación de cada uno de los personajes que aparecen en esta cinta, unos diálogos mordaces como hace mucho tiempo no oía y todo orquestado con una música fabulosa compuesta con gran esquisitez. Era hora que álguien planteara que ni siquiera la religión debería estar por encima del cuidado de la familia y por ella, hay que hacer lo que haga falta, aunque sea que un cristiano se pase al bando de los musulmanes y un musulmán se pase al cristianismo. Al comienzo me llegaron aromas de la película las tortugas también vuelan, otra obra maestra, pero se quedó sólo en eso, un ligero recuerdo ya que esta cinta donde la tristeza, la alegría, la comedia italiana trasladada a la libanesa mezclado con esa banda sonora preciosa, adquiere su propio camino alejándo de cualquier recuerdo de otras cintas. Desde luego todos son fervientes creyentes en la religión en este pueblo, pero si hay que reirse de uno mismo y pasar de los seres divinos, que se tengan que unir en complicidad el imán y el cura del pueblo junto con todas las mujeres, nos demuestran que uno a veces debe de reirse de sí mismo y en lo que uno cree para un bien mayor, que no es ni Diós ni Alá, sino la familia.

Es cierto que he dado seguramente algún punto de más por esta cinta, no por que la historia se lo merezca ya que aunque tratándose en un hecho real, no deja de ser una obra para el entretenimiento. Desde luego como es lógico puede sobrar decir que es un Liberad a Willy con más complicaciones, incluyendo una situación muy adversa como es la dificultad de llevar a cabo dicha hazaña sobre el hielo. Tampoco sé si realmente esta historia se hizo con algún fondo político ya que los rusos y americanos se dan la mano para salvar estas ballenas. La sobre puntuación que le merece esta obra es por las espectaculares y bellas imagenes submarinas captadas con las ballenas y todo el entorno en el que está rodado que le confiere un grafismo peculiar en un entorno diferente y poco usual.

En el cine de miedo y terror, bajo mi punto de vista, por cada veinte películas, diecinueve son malas y ésta es una de esas cintas por las que merece la pena tragarse diecinueve bodrios para después compensarla con una buena película como ésta. Aunque no la calificaría estrictamente de miedo, tiene escenas que te cagas pata abajo. La actuación de Kevin Bacon y el niño resultan de lo más inquietantes no dejandote impasible hasta el último minuto de la cinta. Un gran trabajo que hace que resulte más facil tragarse un montón de bodrios de terror para compensar ese sufrimiento viendo una buena película como ésta.

Es evidente que como siempre debo de ir a contracorriente de los críticos y listos del cine que ponen por los suelos esta película, cuando me parece una genialidad en cuanto a guión y mucho mas, la actuación de Sean Penn, que no es mi actor predilecto pero me quito la gorra ante este magnífico trabajo.
Coincido con los críticos amateur que es una película lenta, quizás demasiado lento en ocasiones pero cada imagen, cada travelling, cada escena está cuidada al máximo y se nota que se han gastado más dinero en la dirección más que en el guión en sí. Muchos planos, cada cual con sus movimientos, cada cual con todos los angulos necesarios y tecnología necesaria para mover la cámara.
Los primeros treinta minutos son un poco aburridos pero el resto de la historia me parece sencillamente magnífica. Los diálogos son brillantes y de repente te sueltan ese punto de vista tan peculiar que tiene Cheyenne en pocas palabras que no te dejan impasible. Desde luego, despues de ver la película, recomiendo ver de nuevo la primera media hora, que no se hace tan lenta una vez que ya sabes el por qué de las cosas.
Aunque lenta, a veces resultando un poco coñazo, es una gran película con un 10 para la dirección y Sean Penn.

MIIB 3 lo tiene todo, tiene gracia, tiene acción, tiene actores indiscutiblemente geniales y gratamente un guión bastante sólido dentro de su complicación, muy bien estructurada donde el espectador no se pierde a pesar de las idas y vueltas en el tiempo. Los diálogos son brillantes en muchos momentos donde definitivamente los guionistas se lo han currado con personajes incluso más críbles que en otras entregas.
Echo de menos en las tres entregas que determinados efectos especiales no acaban de ser perfectos lo cual uno no acaba de entrar en la realidad de la película, pero aparte de estos pequeños detalles, el espectador se divierte y pasa un buen rato que es de lo que se trata ni más ni menos.
Viendo al señor Lee Jones, por lo viejecto que se le ve en esta entrega, dudo que lo volvamos a ver si llegara a producirse una cuarta entrega.
Como siempre, Will Smith borda su personaje y como todo sello Spielberg, la ambientación es sencillamente perfecta.