De alguna manera Insurgente mantiene el tipo, pero también se empieza a dejar patente que tres películas (eran incluso más si no me equivoco) eran demasiadas para una historia que no tiene nada que ofrecer más allá de su contexto. "Imagina una sociedad donde la gente estuviera dividida en sectores según su forma de ser". Ése es el único atractivo real de Divergente, y fuera de lo que podríamos decir que es el lore no vamos a encontrar más que una película de amor adolescente con chispazos de ciencia ficción.

Es una película que se deja ver, pero a la misma vez es la más insulsa de la trilogía. Puede gustarte menos su tercera parte, pero al menos daba algunos paisajes y supone un cambio. Insurgente no es más que un nudo para una historia incapaz de ir más allá, y que sirve para ver las tremendas carencias interpretativas de todo su reparto. Me hubiera gustado ver esta misma trilogía con otro casting, porque peor no se puede hacer.

Linklater hace un nuevo ejercicio de la vida sin más, sin una gran trama argumental, sin una verdadera propuesta a la hora de contar una historia. Un cronista de la vida que esta vez apoya su película en un trío de actores bastante resultón que da lugar a alguna que otra escena interesante, pero lejos de los guiones e historias de sus otras películas.

Puede ser una película plomiza, y ese acompañamiento casi continuo de Linklater hacia la nada no ayuda, pero no es una mala película. Sin llegar a ser cine de autor como tal es conveniente verla sabiendo a qué vas. No voy a decir que es una mala película, porque a mí me gustó, pero sí que la considero un tanto vacía y demasiado dependiente de que salga esa chispa de la naturalidad que no siempre sale.

Si hay algo que destacó de la LEGO Película, aparte de la gran sorpresa y buena película que es, eso fue, en un ámbito más terrenal, la versión de un Batman que bien se merecía su spin off.

Pero LEGO me lo ha vuelto a hacer, y vi Batman: La LEGO Película sin esperar nada excesivamente profundo. Una película que ver y disfrutar, pero imposible de conseguir una moraleja llamativa como hiciera la antecesora. Primeramente porque uno va un poco más preparado, más sobre aviso. Segundo, porque tampoco esperas demasiado de un spin off. Todo hace que sorprender al público sea difícil, y no, Batman no tiene la gran agilidad de la LEGO Película ni esa chispa, pero sin duda hereda muchas de sus impresiones.

Divertida y con más chicha de lo que puedes esperar.

He visto muchas películas de este estilo y la verdad es que quedé gratamente sorprendido con El Cambiazo. Una típica película que no aspira al notable y que se juega la vida, pero por una vez es entretenida durante toda su proyección.

Y es que siempre me pasa lo mismo. La primera media hora de estas películas son divertidas, pero enseguida aparecen debates internos, cuestiones morales y, en definitiva, un intento de profundidad que se vuelve aburrido y predecible. El Cambiazo mantiene unas sensaciones positivas lineales, con una buena pareja principal, y sólo por mantener el ritmo durante toda la película se convierte en una de las mejores que he visto del género. El saltarse las típicas moralejas, o sí, proporcionarlas pero siempre sin caer en tópicos hacen que merezca la pena.

A pesar de que muchas veces parece un telefilm de sobremesa cualquiera, lo cierto es que Joel Edgerton acaba por firmar un thriller que juega mucho con el suspense y la ambigüedad. Incluso una vez terminada la película uno no tiene una imagen clara de lo que realmente ha acontecido, y la sugestión acaba actuando como principal reclamo argumental para el espectador.

Es una de esas películas diferentes e interesantes a pesar de que parecen un thriller más con una ejecución estándar. Los actores hacen un gran trabajo, y le dan ese plus necesario para una película con especial énfasis en una trama. Son palabras mayores, desde luego, pero se me vino a la cabeza alguna vez Mystic River (de nuevo, con largos kilómetros de distancia).

Pierde un poco yendo sobre aviso, pero sin ningún tipo de contexto es una película que sorprende por aportar dentro de un género tan usado.