Celos, locura, secuestro, tortura, humillación, castigo. Esto es todo lo que podemos ver en Que fue de Baby Jane.
La película se rodea de un ambiente claustrofóbico, tétrico que sirve cómo telón de fondo para mostrar la decadencia de dos seres humanos. Dos personas arrastradas desde su infancia por el odio mutuo, un odio que son incapaces de aceptar y que cuando el éxito acaba les explota en la cara y las convierte en dos muñecos esperpénticos.

Quizás el uso de los recursos dramáticos parezca un tanto naïf hoy en día, pero aún así la película resulta más terrorífica y brutal que ciertas presuntas películas de terror actuales.

Hay que destacar, cómo no, la impresionantes actuaciones de Bette Davis y de Joan Crawford. La primera cómo la hermana psicópata y la segunda cómo la presunta hermana víctima. El resto del elenco, aunque correcto, no deja de ser un acompañamiento al brutal duelo interpretativo de las protagonistas.

Quizás sus autores nunca lo reconoceran, pero desde luego obras como Misery o incluso Muertos de Risa de Álex de la Iglesia nunca hubieran existido si esta obra maestra que és Que fue de Baby Jane no se hubiera hecho.

Digámoslo claro, Dejà Vu es una mala película. Es entretenida? Sí. Te mantiene con un nivel de interés alto? También. Pero siendo justos creo que es lo mínimo exigible a una película de acción policiaca.

Y es que Tony Scott se cree muy listo, se debe creer que mezclar una investigación policial con elementos de ciencia ficción es el summum de la originalidad y no se da cuenta que el tema ya está muy visto. A ratos el film parece un refrito entre Doce Monos y Minority Report, con un guión tramposo y unas lineas de diálogo que oscilan entre lo flojo y lo deleznable. Denzel Washington en su linia, es decir de decadencia absoluta, desde que ganó el oscar por Training Day no ha hecho más que encadenar pésimas películas y sus actuaciones son cada vez más planas y ausentes de registro. El resto del reparto mejor ni nombrarlo, se nota que han puesto ahí a Val Kilmer y a Caviezel para dar un poco de empaque al elenco actoral, porque si nos hemos de fiar de la profundidad de sus personajes podrían haber contratado a Paco Porras y al Arlequín y no se habría notado la diferencia. Eso sí, Tony Scott consigue que nos engachemos a la trama gracias a un ritmo videoclipero frenético que por momentos tiene momentos espectaculares (la persecución en coche simultaneamente en el presente y en el pasado es lo mejor de la película), aunque no nos engañemos son puros fuegos artificiales.

En definitiva, Dejà Vu no es otra cosa que un subproducto más de la factoria de Jerry Bruckheimer, un bonito envoltorio que esconde en su interior la nada más absoluta.

Esta no es una película fácil, lo reconozco. Supongo que mucha gente, al igual que en la magnifica "En la habitación", la detestará so pretexto de que es aburrida. Y la verdad es que lo entiendo. Si buscan romanticismo pasteloso alquilen Titanic, si quieren crítica social para niños de tres años vean documentales de Michael Moore. Pero si lo que buscan es complejidad emocional y social vean Juegos Secretos.

Kate Winslett está atrapada por un marido almorrana (lo tiene que sufrir en silencio) que la desprecia y no la valora. Patrick Wilson ( atentos a este actor, ya estaba magnifico en Hard Candy y aquí se supera) sufre una castración emocional por la presencia dominante, fría y arrogante de su mujer (una Jennifer Connelly sencillamente espectacular ) incapaz de comprender lo que realmente desea su marido. Un pederasta atrapado por el amor de su madre, su incapacidad de superar su psicopatía sexual y la persecución a la que es sometido. Un ex-policia atrapado por los errores de su pasado y su incapacidad de resolverlos en el presente. Madres jovenes atrapadas en el odio a aquellos que se atreven a salir de la rutina en la que estan inmersas y de la que en el fondo tambien quisieran escapar. Y sobre todo lo que vemos es un mundo, una sociedad, una forma de vivir, sitiada por el miedo, por la hipocresía y por una doble moral que califica de amoral cualquier atisbo de rebeldía.

Al final todos nos ilusionamos, todos disfrutamos de la novedad para al final aburrirnos o asustarnos ante lo desconocido y volver a la comodidad de nuestra rutina. Igual que los niños pequeños a los que el título original ( Little Children ) hace referencia.

Hay algo que siempre me he preguntado. Es consciente el equipo de rodaje de una película de la calidad de lo que están filmando?

Lo bueno de esta película es que por fin esta pregunta ha sido repondida. Y la respuesta es evidentemente no. Y no puede ser de otra forma porque entonces no me explico como actores de la calidad de Donald Sutherland y Sissy Spacek no se fueron a mitad de rodaje. O eso o es que los dos andaban mal de dinero, mal de dignidad o mal de ambos. Porque la verdad sea dicha, tiempo hacía que no veía un bodrio de magnitud similar a éste.

Se nota que el director es un gran fan de las películas de terror, más que nada porque se ha dedicado a fusilar sin gracia alguna a Posesión Infernal ( travelling visual del espiritu ), El Exorcista ( las escenas de agresiones a la niña son calcadas ) o incluso a la también nefasta El Exorcismo de Emily Rose.

Pero no solo eso, sino que encima la peli tiene errores de bulto lamentables, por ejemplo, la niña recibe multiples cástigos físicos y que es lo que observamos? Nada, la niña tan bonita y reluciente como siempre, ni un triste moratón.

Lo más triste de todo es que hay películas peores que esta pero con las que almenos te ries por la cutrez de la propuesta pero es que en esta ni eso, te aburres soberanamente y encima al final nos pretender colar un mensaje de seriedad y problemática social. De pena.

Quizás nunca se sabrá a ciencia cierta si George Reeves fue asesinado o se suicido. Lo que si sé es que después de ver Hollywoodland no me importa en absoluto. Ese es el gran problema de la película, que se mueve torpemente entre el biopic de George Reeves y la investigación detectivesca de su muerte. El director parece que quiere establecer paralelismos constantes entre los protagonistas de la historia ( fracaso en relaciones familiares y en su profesión, busqueda desesperada de fama y/o reconocimiento ) pero lo hace de forma abrupta, con trazo grueso, de modo que uno no consigue interesarse nunca del todo y finalmente cae en el tedio más absoluto.

Por otro lado el film también naufraga en cuanto a reflejar una época y un lugar, si estamos viendo Hollywoodland que menos que mostrar el ambiente decadente del mundo del cine y no limitarse a dar dos pinceladas que situen la acción.

La suerte para la película es que sus dos actores principales, un sorprendente Ben Affleck y Adrien Brody defienden de maravilla un guión plano y dotan de algo de vida a una película que, con otros actores, hubiera pasado de ser mediocre a ser un auténtico desastre.