Buena película sobre el hombre-lobo y una de las mejores de la historia del cine, que significó la primera incursión de la Universal con este "simpático" personaje..
De acuerdo que sus efectos especiales nos aparecen en pantalla como algo rudimentarios, pero estamos hablando del año 35, y para aquella época no estaban nada mal.
Excelente fotografía en blanco y negro y una historia donde el horror y el romanticismo se dan la mano de forma consistente.
No se trata de una obra maestra, pero sí es mejor que casi todas las que se hicieron en años posteriores y posee un clímax in-crescendo gracias a muchos pequeños detalles y a unas estimables interpretaciones, donde sobresalen el protagonista Henry Hull y la siempre brillante Valerie Hobson.
Merece la pena y deja un gran recuerdo a pesar de su corta duración (no llega a ochenta minutos).

Aceptable aunque algo timorato film de aventuras, de esos que tanto nos gustaban cuando éramos niños.
Está dirigido por Terence Young, el célebre director que poco más tarde comenzaría a realizar los mejores trabajos con el simpar Bond, James Bond, como protagonista.
Aquí se limita, de forma convencional pero honesta, a narrar una una un tanto descafeinada historia de venganza o/y cumplimiento de la justicia, amén de una historia de amor en medio de las inhóspitas y peligrosas tierras africanas.

Entretenida y sofisticada comedia realizada de forma un tanto académica, tal y como lo solía hacer con frecuencia, por Norman Jewison, autor de un buen número de estimables cintas.
Aquí se puede decir que lo intenta, sobre todo en el primer tercio, muy ágil y con excelentes diálogos.
Sin embargo, se va perdiendo la fuerza poco a poco hasta desembocar en una amena pero convencional comedia, que al final no se distingue demasiado de otras muchas del mismo pelo.
Pero no está nada mal y la pareja protagonista sale muy guapa.

Bastante estimable thriller, realizado de forma alegante por Martin McDonagh, y con elementos sutiles de comedia.
Contiene un bien perfilado estudio psicológico de los dos personajes principales y gracias a un medido e inteligente guión, con un excelente Colin Farrell.
La acción va in-crescendo y la parte final es de traca, un tanto pasada de rosca quizá, pero atractiva y hasta consecuente con las peculiaridades de los personajes.
Esto último se puede comprobar en los surrealistas y chistosos diálogos, al estilo (los seguidores son legión) de Quentin Tarantino, aunque sin su brillantez.

Estimable thriller policiaco, adaptación de una obra de James Ellroy, con lo que ello significa. Esto es: narrar la corrupción policial en la gran ciudad de Los Ángeles, con sus ramificaciones político-judiciales.
Está bien dirigida por Ron Shelton, que esta vez se aleja del mundo del deporte, que tan bien conoce, para dirigir un interesante trabajo dotado de espectacularidad, buenos y directos diálogos y buenas interpretaciones.
Quizás no sea redonda pues hay situaciones que no están bien definidas, pero enlíneas generales es muy amena.