John Landis, el director que nos regaló el videoclip de "Trhiller", la película de culto "Un hombre lobo americano en Londres" o la genial "Granujas a todo ritmo", se embarca en la película más estúpida (el título le va perfecto) y más mala que jamás haya podido rodar un director, con perdón de Ed Wood.
La trama no hay por donde cojerla, te da igual lo que pase porque todo es tan tonto y desfasado que te importa un comino lo que le pase al pesadito de Tom Arnold y su familia de imbéciles.
Cada escena debería ser delito, creo que la hicieron para poner a prueba la paciencia y la inteligencia del espectador. Aquí todo da repelús, y si no fuera porque espero venderla en algún Cash Converters, ahora mismo cogería la película y la lanzaría lo más lejos posible desde el balcón, solo espero que mi reproductor de dvd no haya sufrido las consecuencias de reproducir tal bodrio infumable.

Si te digo que Steve Martin y Eddie Murphy han hecho una película y es la monda, seguramente me mandarías a freír espárragos... pues prepárate para llorar de risa.
En éste film nos encontramos con dos actores cómicos que, oh sorpresa, funcionan a la perfección en la pantalla. De Steve Martin realmente me gusta muy poco de él, y de Eddie Murphy lo mismo, pero mira tú por donde que se juntan para rodar una película y paren semejante joyita de la comedia, y encima en las manos de Frank Oz.
Las situaciones son desternillantes y alocadas, y Eddie Murphy realiza un doble papel, de estrella de cine y del hermano de éste, un tontito con muy pocas luces. Precisamente es con éste "tontito" con el que más risas aseguradas tendrás.
La trama es sencilla, un director fracasado quiere rodar su próxima película, "Lluvia rellena", con una estrella de Hollywood, cosa que la estrella obviamente rechaza, en ese momento el director decidirá rodar la película quiera o no quiera la estrella... y hasta aquí puedo leer.
En definitiva, una película que te sorprenderá y te hará reír mucho, de verdad, y si no es así, te devolvemos tus gafas de pasta y tu colección de Tarkovski.

"Historias de la puta mili" entraría en el catálogo de esas películas que son mejores en el recuerdo, es decir, que una vez la vuelves a ver después de mucho tiempo dices: "Pues... la recordaba mejor". Y es que la película es cutrona hasta decir basta, aunque no negaré que tiene su encanto, supongo que por tratarse de un cómic del gran Ivá, o por ver reflejado esa manera de hablar y expresarse típicas del cómic, o por ver el entrenamiento de los reclutas que a ratos, la verdad sea dicha, es divertida... pero esos ratos duran poco, y cuando llevamos 45 minutos de película el metraje empieza a pesar mucho.
Las actuaciones, pues... no deberían valorarse como tal debido a que no dejan de ser personajes desfasados de un cómic, y lo que hace gracia es ver como interpreta cada uno el particular acento.
Como curiosidad destacar a uno de los soldados, Achero Mañas, que más tarde sorprendería rodando películas tan premiadas como "El Bola" y "Noviembre", y también me hizo gracia ver a Benito Pocino (Mortadelo) haciendo de camarero y diciendo la mítica frase: NASÍO PA' MATÁ.
Pues eso, que ni fú ni fá, pero te advierto que si hace años que no la ves y le tienes cariño, te recomiendo que te quedes con ese cariño porque si la vuelves a ver, es posible que lo pierdas.

Los años 80 estaban llegando a su fin, los 90 estaban a punto de empezar, y con ello, otra forma de ver y hacer cine. Pero antes de despedirnos de los maravillosos años ochenta, aún quedaban por estrenarse unas cuantas películas que entrarían a formar parte de la gran colección de joyitas del cine de esa época. Una de ellas es ésta, "Little Monsters" (Chicos Monsters), dirigida por Richard Greenberg que solo cuenta con dos películas en su filmografia, la otra es "Balas en el desierto" con Kiefer Sutherland, una película bastante floja y mediocre.
Pero quien le íba a decir al señor Greenberg que filmaría una peli tan mítica como la que ahora nos ocupa, protagonizada por el icono ochentero Fred Savage.
Los momentos buenos que tiene la cinta son numerosos, y todo tiene el encanto de las historias que gustan a todo el mundo, historias para niños y adultos: los dos hermanos, el monstruo debajo de la cama, el mundo subterráneo de los monstruos, sus vidas, costumbres, fiestas, los deportes que practican... ¡Memorable! A destacar el momento en el que le hacen perrerías a los compañeros de colegio de Fred Savage.
Como digo, no es ni mucho menos una película de Oscar, pero está hecha con mimo y cariño, es divertida, entretenida, fantasiosa, salen monstruitos, están los buenos, los malos, y está Fred Savage, ¿qué más quieres?

Bueno, la verdad es que después de las dos primeras (y sobretodo la segunda), lo que más me apetecía era quemar los dvd's de Xtro, pero como son de un colega retuve mis ganas.
Si tengo que hacer un análisis de ésta tercera y última parte de la saga Xtro debo decir que es algo mejor que la segunda, y digo algo por no ser muy duro, pero es que la película es mala, infumable, casposa, patética, irritante y de vergüenza ajena... pero la 2 lo era más. Aquí al menos hay más secuencias de acción, si se les puede llamar así, y el extraterrestre (que de nuevo no tiene nada que ver con el bicho de la 1, ni con el bicho de la 2) cobra más protagonismo, ya que en la última hora de película es de agradecer que al menos el monstruito salga bastante y protagonice escenas tan cutres y bizarras como cuando atrapa a sus presas con su lengua de plástico.
Por todo ésto, la trilogía de Xtro es merecedora de estar entre las sagas más casposas de la historia del cine casposo.