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Críticas de jgripweed
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Críticas 51
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
4
23 de noviembre de 2012
5 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para los amantes del cine de acción y artes marciales, si el nombre de Quentin Tarantino aparece relacionado con una película que lleva como título El hombre de los puños de hierro, eso significa prácticamente un sello de calidad. Ya se sabe que Quentin es un reconocido fan de ese género tan setentero conocido como exploitation, a cuyos títulos suele hacer homenaje en sus películas. Pero no nos equivoquemos, aunque su nombre salga en los créditos, no hay que fiarse jamás, porque ésta no es una película como las que él dirige. No es por falta de acción, ni falta de sangre; simplemente, es por falta de carisma, por falta de actitud, por ausencia de esa chispa que hace a las películas de Tarantino diferentes. En definitiva, ni por asomo es tan buena aunque intenten engañarnos.

El guión y la dirección corren a cargo de RZA, un rapero afroamericano que, a través de una historia muy tópica en las películas de artes marciales ambientadas en la China medieval, nos muestra un videclip de enorme duración, gigantesca producción, y excelente reparto. Pero esos ingredientes, unidos a lo que antes comenté sobre Tarantino (bueno, y también Eli Roth) no son suficientes. Claro, es que, si te llamas RZA y eres un rapero de la costa este, ¿por qué te flipas y te metes a dirigir una película con argumento típico de un Jackie Chan adolescente, pero con un look y una dirección artística pseudo Blade? Al menos, eso, el reparto mola, porque Russell Crowe es difícil que no cumpla por muy chorras que sea lo que hace, y Lucy Liu mantiene ese encanto recatado sólo accesible a algunas actrices hoy por hoy. Mención especial para Dave Bautista (Batista), famoso actor de esa pseudo lucha libre americana tan popular y que realmente parece alguien imposible de vencer.

A los incondicionales del género les parecerá entretenida, pero tampoco creará legión de seguidores y fanáticos. Con los medios que hay en escena, se le podría haber sacado más partido, pero seguramente que RZA no pensó demasiado en eso, sino que se conformó con un sello de garantía que, de seguir así, perderá valor a marchas forzadas.

http://diarioenred.com/2012/11/el-hombre-de-los-punos-de-hierro/
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jgripweed
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2
19 de noviembre de 2012
23 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando festivales como Cannes o Sitges, uno con algo más de trayectoria que el otro -pero ambos con su público lleno de críticos expertos y admiradores de lo que allí se vomite-, dan su respaldo a películas como Holy motors, es la hora de dejar de creer en ellos.

Advertido tras comentarios y opiniones que dejaban a esta película a la altura del betún, me dejé llevar por la masa que la adoraba, esperando encontrar una de esas joyas audiovisuales a la que desprecian algunos críticos y que el público de la calle convierte en obra de culto. Pero creo que éste va a ser el caso contrario. Marcará el momento en el que decido despreciar a algunos gurús y otros extremos culturetas que sólo parecen buscar las cosas más raras e ininteligibles para desmarcarse del gusto común y popular y así sentirse por encima de la mayoría. Cierto que esto sucede en todas las artes, en las que automáticamente se sobreestima aquello que es difícil de entender, por no decir imposible. Pero a mí me gusta el cine y no la escultura, así que aquí me toca meterme con Leos Carax, director del producto a tratar.

No es que Holy motors sea difícil de entender. No es demasiado complicado hacer interpretaciones y divagaciones acerca del supuesto mensaje que nos trae. Pero ojo, que una película pretenda hacerse pasar por algo extravagante a través de escenas llamativas no quiere decir que lo consiga. Hasta para eso hay que tener clase y talento, y Carax sólo pretende llamar la atención filmando secuencias con un gusto, digamos, atropelladamente discutible.

El protagonista, Oscar (Denis Lavant), interpreta a varios personajes en secuencias diversas, cuyo único hilo conductor es que se ve a él que las interpreta para uso y disfrute de quién se sabe. La verdad, mucho talento interpretativo, pero yo jamás habría escogido este guión para demostrarlo. Tampoco sé realmente qué pinta ahí Eva Mendes, ni tampoco Kylie Minogue (qué voz más bonita, por cierto). Supongo que están aburridas y les apetecía colaborar en algo raro, o tal vez es que sean así de raras ellas también. Pero no me quita el sueño entender los caprichos de artistas y actores. Lo que me puede quitar el sueño, seguramente, sea volver a ver esta película, si es que se puede llamar así, porque para mí ya sólo significa pesadilla audiovisual.

El único mérito que le concedo a este director es que no me ha dejado indiferente. Eso es lo que pretenden los artistas, ¿no? Pero tanto ego proyectado se convierte en antipatía, asco y dolor mental. Después de ver esto, me entran menos remordimientos por gastar hora y media ante Ben Stiller o Adam Sandler.

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http://diarioenred.com/2012/11/holy-motors/
jgripweed
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7
14 de noviembre de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las historias reales esconden muchas veces aventuras que superan a la imaginación. Por eso, cuando esas historias que sucedieron realmente no son muy conocidas y alguien las rescata del olvido, se agradece. Eso es lo que pasa con Argo, la última película dirigida (y protagonizada) por Ben Affleck.

A finales de los setenta, en Teherán, los ciudadanos locales asaltan la embajada americana y seis diplomáticos consiguen escapar y refugiarse en la embajada de Canadá. Pero, he aquí el problema. Ya es grande la incapacidad de la inteligencia americana de por sí, que ni siquiera huelen que vaya a haber revueltas en aquel país tan convulso por aquellos años. Así que imaginaos la incapacidad de la CIA para sacar del país a estos seis pobres sin que las fuerzas locales los atrapen.

La falta de recursos y de posibilidades es muy grande así que, como siempre se dice, a menor presupuesto, mayor imaginación. Y eso es lo que aporta Tony Mendez (Ben Affleck), que se inventa una producción hollywoodiense, que tiene que rodar una extravagante película llamada Argo y localizada en los parajes iraníes. Bajo ese paraguas es como pretende conseguir sacar a sus seis compatriotas de un país ya tomado por Jomeini, o sea, completamente radicalizado y antiamericanizado.

Tal como nos lo cuenta Affleck, hasta provoca la risa. Y sí, es que hay momentos en los que el tono de comedia suaviza la tensión que de por sí trae el argumento principal. Buen acierto por parte de Affleck, cuyas virtudes en la dirección siguen creciendo, mientras que las interpretativas no parecen nada del otro mundo. Al menos aquí se deja una barbota setentera, que disimula la cara de alelao guaperas que tanto le caracteriza. A su lado, John Goodman, grande en varios sentidos como siempre, Alan Arkin como más que creíble productor y negociador, y un Bryan Cranston cuyos talentos interpretativos ya se podían vislumbrar en Malcolm, sin esperar a la ahora ultraadmiradaBreaking Bad.
Dos conclusiones saco principalmente después de ver esta película. La primera, que sigue habiendo historias interesantes que contar, sólo hay que rebuscar un poco y darle al tarro. La segunda, que Ben Affleck tiene que seguir dirigiendo, porque nos va a proporcionar buenos ratos ante la gran pantalla. Salud, y argoderse.

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http://diarioenred.com/2012/11/argo/
jgripweed
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4
12 de noviembre de 2012
14 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Estás aburrido en tu casa y no sabes qué hacer? ¿Piensas que cualquier película con un par de graciosos y una trama ridícula puede entretenerte durante algo más de hora y media? ¡Pues estás de suerte! Los amos del barrio es tu película.

Cual teletienda nocturna, que anuncia una y otra vez productos innecesarios pero incomprensiblemente atractivos, llega otra película protagonizada por Ben Stiller, con la misma calidad que los malditos infocomerciales e, incomprensiblemente, con unos resultados igualmente rentables. O no tan incomprensible, claro, porque la gran mayoría de los espectadores tendemos al borreguismo y a lo facilón, y ¿qué problema hay en ir al cine a desconectar y disfrutar de algo cuya finalidad no es estrictamente pasar a la historia del cine, marcando un antes y un después en las marcas del séptimo arte y trascender el pensamiento filosófico y social más avanzado?

Pues eso, Ben Stiller, Vince Vaughn y Jonah Hill, tres clásicos actuales en películas de comedia, más Richard Ayoade -grata sorpresa para los que no lo conocían-, hartos de la inseguridad que reina en el vecindario, montan una patrulla de vigilancia y terminan inmersos en una trama de invasión alienígena que pretende terminar con nuestro querido planeta. Dificil tarea para estos tipos que son, por su parte, bastante paquetillos en su vida cotidiana. También tienen una difícil tarea para afrontar un guión bastante flojo, al que se le podía haber sacado más partido que algún taco y alguna escena de humor sucio. Pero, en fin, no llega a ser tan mala como para no sacar al menos una sonrisilla de vez en cuando y, por supuesto, no tan terrible como para que dejemos de verla a la mitad.

Una película de ésas como tantas, que una vez vista te olvidas y, si te la encuentras en otra ocasión, hasta la vuelves a ver a sabiendas de que no vale para nada. Igual que cuando llegas de madrugada y te tragas el slenderténder por enésima vez.

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http://diarioenred.com/2012/11/los-amos-del-barrio/
jgripweed
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7
12 de noviembre de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas sobre viajes en el tiempo siempre son arriesgadas. Tratar un tema tan complicado en cuanto a coherencia y lógica, sobre las consecuencias y movimientos que estos viajes pueden ocasionar, es bastante delicado para un guionista. Pero claro, cuando se arriesga y después se gana, el éxito es mayor. Y eso es exactamente lo que le pasa a Looper.

Aquí hay una historia ambientada en el futuro, donde unos asesinos llamados loopers matan a gente que les envían desde un futuro más lejano aún. Y el tomate llega cuando el looper protagonista, Joe, encarnado por Joseph Gordon-Levitt, recibe el encargo de matarse a sí mismo, o lo que viene a ser su “yo” del futuro, que no es otro que Bruce Willis. Solo con verle la cara a cada uno de ellos, sabemos que uno es tierno y obediente y el otro es, simplemente, duro de matar. La mayor paradoja de la historia viene cuando el Joe joven decide no hacerle caso al Joe viejo, y se empeña en cumplir su trabajo. ¿Por qué no te haces caso a ti mismo con treinta años más? So zoquete, ¡eres de la persona de la que más te deberías fiar! Difícil pregunta ésta que se plantea, ¿verdad?. Afortunadamente, Looper no está escrita por el iluminado guionista de “Perdidos” o “Prometheus”, y la(s) respuesta(s) aparece(n) de manera más que solvente según va terminando la película.

Para los que tengan miedo de que Bruce Willis encarne a uno de los personajes protagonistas, sólo decirles que su presencia no es tan amplia como parece por el cartel. Eso sí, que nadie espere una interpretación que vaya más allá de la cara de póker multiusos. El verdadero protagonista es Joseph Gordon-Levitt, el cual, bueno, sigue siendo una promesa de éstas que no sabes dónde acabarán.

En conclusión, recomendable porque es atrevida y consigue su objetivo e, incluso, me atrevo a decir que se convertirá en película de culto dentro de unos años, al estilo de “Doce monos”. Oh, no, otra vez Bruce Willis. ¿Qué tendrá este tipo que está en todos los sitios?

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http://diarioenred.com/2012/11/looper/
jgripweed
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