Una película que me recuerda a "Posesión infernal", de la que recuerdo vagamente que nadie actuaba como lo haría una persona en su sano juicio o con algún instinto o afán de supervivencia. Pues aquí igual, los malos están poseídos por el afán de lucro y hacen unas gilipolleces del treinta y tres, y los buenos se juegan, o mejor, ofrecen la vida en cada escena. Lo de la chica, especialmente, es de traca: Se la están rifando los malos malísimos y se pasea desarmada delante de ellos, aunque ha sido "criada por los apaches" y tiene "una puntería excelente", y además vive con un anciano en un lugar desolado y rodeada por quienes sabe son delincuentes peligrosos. La verdad, con ese comienzo tenía esperanza de encontrarme con una película sobre una mujer inteligente y que sabe defenderse, pero no: Es una película donde todos los buenos hacen personajes inverosímiles. Y que nadie me diga nada sobre anacronismos, porque el instinto de supervivencia, aunque sólo fuera eso, es más viejo que la moral y también más viejo que el afán de lucro.
En fin, que el guión no hay por dónde cogerlo porque los personajes son de cartón piedra -como las actuaciones de Peck y Baxter, por cierto-; y si le doy un 3 es por la realización y sobre todo por Widmark, a quien soy incapaz de resistirme, aunque su actuación en esta película es más bien exigua, por más que su personaje sea central.

Historia sin interés, un romance superficial y sin dobleces. La Hayworth no está especialmente guapa, y obviamente sus números por sí solos tampoco la justifican. Es raro que se hiciera esta película cuando la guerra ya había terminado, ya que no sirve tampoco para "animar" a las tropas. No entiendo el porqué de la llamada a la fraternidad anglo-norteamericana después de la guerra, aunque el número es original.
Lo mejor con diferencia es la presentación del bailarín, que se marca una coreografía al ritmo de un discurso de Hitler francamente buena; todo el número es fenomenal.

La he visto hasta el final sólo porque tiene unas críticas muy buenas, pero ya veo que no hay que fiarse. La Seymour es mala como lo ha sido siempre en todo; el chico no es malo, pero ser tan feo no le ayuda mucho en una historia que es puro merengue. La trama no tiene ningún interés; podría haber explotado la cosa fantástica, pero no lo hace, sino que es una mera excusa. La música es detestable, en consonancia con la historia (y encima nos vacilan -¿o bacilan?- de cultos). Con la fotografía se pueden hacer visillos: Los filtros son tan potentes en todo momento que da igual en qué época estén, porque no se ve nada, y de paso tampoco las arrugas de la Seymour; para que os hagáis una idea, Plummer aparenta la misma edad que ella, aunque quizá sean contemporáneos... ahí lo dejo). En fin, ordinaria, tediosa, cursi a más no poder. Me gusta el cine romántico, pero tiene que ser cine o hablamos de otra cosa. Qué pérdida de tiempo.