En los últimos años se nota que las grandes productoras se han dado cuenta que la animación es uno de los géneros mas rentables actualmente, por lo que se ha comenzado a realizar muchos filmes de este tipo, lo que en principio parece bueno, pero resulta que la excesiva diversificación de productos a hecho bajar la calidad de los mismos.
Sólo hay que fijarse en las últimas películas que han llegado a nuestras carteleras: exceptuando a la excelente Los Increíbles, son El Espantatiburones, Robots, Madagascar y este Valiant, películas poico trabajadas, de argumentos muy simples y muy repetitivas.
Tenía esperanzas en este Valiant, ya que al venir de una empresa inglesa pensaba que sería mas original, pero me equivoqué. La trama, calcada a la de la ya nombrada Robots, es muuuy simple y previsible, palagada de humor tontorrón y personajes predecibles, de los que sabes lo que van a hacer nada mas ser presentados, y con un protagonista sin ningún carisma.
Tiene algunas cosas buenas, a saber: el cuidado de la animación,aunque se nota el descenso de calidad frente a las producciones americanas, ciertos detalles originales (la resitencia ratonil francesa, el hecho de que los humanos esten siempre por encima de los animales y sean los destinatarios de sus misiones) y el personaje de Bugsy, doblado con mucha gracia por Florentino Fernandéz, y que acaba siendo lo más divertido de la peli.
Aparte de eso una película olvidable que no creo ni que divierta a los niños.

Me ha encantado. El comienzo recuerda a las películas mudas de Chaplin, con los tortazos y los gags alocados, pero a medida que transcurren los minutos la historia se vuelve compleja, y se transforma en la comedia-drama-film político mas divertido que he visto (también asi lo debía de ver Chaplin, aunque después del Holocausto Nazi se arrepintió publicamente de haber hecho una comedia de algo que se tornaría tan terrible...). Él está fantástico en su doble papel de torpe dictador y barbero inocente, y el actor que caricaturiza a Mussolinni lo hace muy bien.
Momentos fantásticos como cuando Hynkel juega con el mundo hasta que, física y metafóricamente, este explota, la tronchante relación entre los dos dictadores, la pelea con la comida, la escena de las monedas en el interior de los puddings, y el impresionante discurso final que (aunque quizá demasiado idealista)siempre emociona profundamente.

Bastante buena. Se desarrolla muy bien, sin que sepamos que o quién persigue a los protagonistas, y cuando el alienígena aparece la acción esta muy conseguida, aunque hay alguna escena burdamente censurada (la muerte del indio) y podía haber sido un poco mas sangrienta.
No le veo ningún fallo de peso para ser una entretenida y original pali de acción. Bueno, si, el personaje femenino de Elpidia Carrillo, metido con calzador y que no pinta nada entre los rudos marines.
El diseño del Depredador espectacular, y el duelo final entre Arnoldy el bicho memorable.

Decepcionante por el tan comentado final, aunque no del todo deplorable. La excelente primera hora, que te llega a poner de los nervios con el maldito enigma de quien es Charlie, esta bien llevada gracias a una estupenda Dakota Fanning y a un aburrido aunque correcto Robert De Niro. Hay bastantes detalles inquietantes (los cuchillos que cambian de sitio, ventanas que se abren y cierran,luces intermitentes,etc.) y una trabajada atmósfera, pero todo se viene abajo cuando se descubre quién es Charlie, en una supuesta sorpresa final que intenta imitar a Shyamalan y que resulta a todas luces incongruente.

No me parece tan fantástica como a todo el mundo, no se, es una historia tan tópica y tan tradicional: bueno muy bueno (y guapo, inteligente, enrollado...) es jodido por los malos muy malos (que son feos, antipáticos y que no molan...)y el pobre se vengará de ellos a la vez que guia a su pueblo hacia la libertad, transformándose en un mito (más o menos como Gladiator, no en vano las dos ganaron el oscar).
Sin duda Gibson rueda el film muy bien, de una manera tan clásica como efectiva, sin caer en los excesos videocliperos de la ya citada Gladiator, y no hay demasiado que criticar, ya que todos los aspectos de la producción están muy bien: los decorados, el vestuario, la preciosa fotografía de Escocia, la banda sonora, las correctas actuaciones de todo el reparto (incluyendo a Mel Gibson, que se lo toma muy en serio) y las fantásticas escenas de batallas, muy violentas y realistas.
Bueno, si hay algo que criticar: el total desaprovechamiento de los dos papeles femeninos (Catherine McCormack y Sophie Marceau) opacados por un egocéntrico y omnipresente Mel Gibson, que tanto se debió de creer el papel de héroe escocés que mete algunos innecesarios planos de él corriendo por entre las montañas.
En fin, una película entretenida pero sin lugar a dudas no imprescindible.