Mezcla a una entrañable y blandita mascota extraterrestre con una niña valiente y sin complejos, sazónalo con humor familiar y después bátelo todo con ternura y no lo llames "Lilo & Stich". Al final obtendrás la película "perfecta", la que no se moja ni improvisa, la comercial, la de éxito asegurado. Sin embargo, al igual que ocurre con la mayonesa, la cuidada mezcla a veces se corta, y esto, creo yo, que es lo que le ocurre a este film.
Al principio despega sin problemas, siguiendo la línea argumental ya destripada en el trailer; después se queda sin combustible y el hilo argumental parece difuminarse y perderse cada vez que suena una canción de Rihanna. Al final parece que la película arranca, pero a escasos minutos de los créditos finales, y es una lástima. Además, apunto en este párrafo de opinión negativa que el guión flojea, hay lagunas, es predecible y peca de falta de originalidad y ausencia de conexión con el espectador, debido tal vez a la escasa emotividad de Tip, nuestra coprotagonista humana, durante la búsqueda de esa persona tan, tan importante: su "mimadre".
Destaco, por otro lado y esta vez en positivo, la lograda animación y textura de los personajes humanos (al menos de los principales), la contagiosa sonrisa de Oh, el extraterrestre, así como sus cambios de color motivados por sus emociones y la cuidada elaboración de los escenarios y los objetos, sobre todo los de gran tamaño y complejidad estelar.
En resumen, un film que sin duda no opta a "mejor animación del año" pero si a "entretenida película familiar" que ver tranquilamente en el sofá de vuestra casa. Así pues, para ver "Home", como en casa en ningún sitio.

Lo intentan: saltan, mueven las alas e incluso zumban; desgraciadamente no vuelan y al final del film el sabor es amargo, para nada equiparable a la miel que vende. Decepcionante al equipararla con otras animaciones de "Dreamworks", que sin alas consiguen despegar. Echo de menos las cuidadas texturas del estudio, el trasfondo de sus escenas y la "coherencia" si es que este término es aplicable a una película dirigida mayoritariamente al público infantil.
Una película vendida para picar pero sin mucho aguijón.

Un 5 no es suficiente para el primer capítulo pero es excesivo para el último. Decepcionante, una pena que la serie pierda el rumbo tan rápido, que se deshinche y pierda fuerza y originalidad en tan solo 6 capítulos. ¿Cómo es esto posible? Le echaré la culpa a la pésima actuación, a los personajes que vienen y van, a un protagonista sin carisma y sin química, a los efectos especiales de plastilina y al argumento: magnífico al inicio y, paradójicamente, tumba de la serie al final (si es que eso es un final). Podría haberme ahorrado 360 minutos de vida si ya existiese una crítica como esta, en la que la palabra PRESCINDIBLE estuviera destacada en mayúsculas.
No pierdas el tiempo con esta habitación que ni tan siquiera se encuentra a sí misma.

Adentrarse en el sudoroso, sucio y lento cuerpo de Frank Detorri (Bill Murray) no me parecía una gran idea, pero al final resulto ser entretenido, gracioso e incluso algo didáctico. Una crítica al consumismo, a la sociedad actual y a la política de intereses es lo que nos encontramos en las arterias de este "padre" incompetente, capaz de lavarse la cara con alitas de pollo. Destaca la porción animada frente a la filmada, en la que el film decae debido tal vez al pésimo doblaje.

Una historia que ya hemos visto en otras veinte películas, efectos especiales irrisorios y un Ben Barnes soso, muy muy soso. Nada novedoso, nada bueno o destacable. Nada. Ahorraos estos 102 minutos y haced hijos de verdad.