La fecha señalada para el estreno de esta película -viernes, 31 de agosto- se adapta de maravilla a lo que ofrece: entretenimiento agradable para lo que viene a ser el último día de verano. El guión flojo, con situaciones muy previsibles, y aunque es una comedia no hay muchas escenas que consigan hacerte reír. Como mucho, alguna que otra sonrisa. Eso no significa que sea aburrida, pues el magnífico elenco de actores consigue que mantengamos despierto el interés. El que menos me convence es Tosar, pero por la sola razón de que es un magnífico actor, con una fuerza de interpretación tan inmensa que el papel se le queda en nada. Personaje muy ligero para tan gran actor y lo mismo pasa en menor nivel con de la Serna. Se agradecen mucho las escenas de baile -magnífica Stephanie Cayo-, las agradables vistas del mar, los planos, el vestuario, la música. En definitiva, que sales con buena sensación del cine, pero nada que ver con otras películas de Monzón como Celda 211 que, a mí al menos, me impactó y la tuve en mente durante días. Esta se ve cómodamente, en familia incluso, pues los temas se tratan con humor suave y ligero, pero es también de rápido olvido. En resumen, para acabar el verano viendo algo que no pretende más que entretenernos un rato

Historia complicada, pero que el espectador va asumiendo sin sobresaltos ni dramatismos innecesarios. Los personajes de Thomas y Anat hacen creíble lo que podría parecer poco real. A destacar la interpretación de la actriz Sarah Adler, con esa expresión y esos ojos tan tristes, aceptando la pérdida del ser querido y su situación familiar con resignación pero al tiempo con la determinación y el empeño de salir adelante. El personaje de Thomas nos da una lección magistral, pues ama sin reservas y asume como suyos a los que amaba su gran amor. No hay celos, rencores ni venganzas, solo deseo de estar donde estaba el otro y con quienes estaba, ocupar su puesto en la familia. Lección que ella también aprende al final.
Película muy bonita, sincera y honesta también al tratar el tema de la religión y costumbres judias. a destacar también la fotografía. Muy recomendable, aunque no te gusten las películas de amor

He tardado en ver esta película porque creo que estos temas son difíciles de tratar. Sin embargo, y aunque es cierto que juega con los sentimientos del espectador, hay algo a destacar en ella y es la magnífica interpretación del equipo : jugadores y entrenador. Javier Gutiérrez, como siempre, soberbio, pero sus "jugadores" discapacitados no se quedan atrás, mi mayor reconocimiento para ellos. Cada uno tiene una historia de superación, el final es muy bonito. Me alegro de haberla visto, como película no será destacable, pero nos recuerda que todos -discapacitados o no- podemos ser campeones. Ese es su gran mérito.

No todas las comedias son divertidas. Con Noche de Juegos no solo me reí, sino que no pude evitar las carcajadas en alguna que otra escena. Algunos la consideran comedia negra, pero yo no la incluiría en ese subgénero. Pese a las situaciones extremas y disparatadas que se van sucediendo el humor que se utiliza es limpio, sin uso de los recurrentes chistes sobre sexo o temas escatologicos que pretenden arrancar unas risas. Por el contrario, en esta película el espectador se va sorprendiendo con cada escena, ninguna situación es previsible y el ritmo muy adecuado. La interpretación muy buena en general, a destacar a la pareja protagonista, especialmente Mc Adams, que borda con toda naturalidad su personaje, con esa mezcla perfecta de ingenuidad, picardía y gracia.
Si voy a ver una comedia quiero que me hagan reír con inteligencia, sin zafiedades y sin repetir lo de siempre. Esta película cumple esos requisitos de forma más que notable. Muy recomendable para pasar un rato muy divertido

La película presenta una trama interesante, creo que mantiene la atención del espectador durante las más de 2 horas que dura. La ambientación y fotografía estupendas, reflejan a la perfección el medio hostil, frío y denigrante en que tiene que sobrevivir Dominica. La interpretación de Jeniffer Lawrence es soberbia, sorprende que una actriz tan joven haya asumido de forma magistral la actitud de la protagonista, sometida por las circunstancias, pero inteligente, fría y valiente como demuestra el sorprendente final. No he encontrado tan dura la película, en cuanto a violencia y sexo, creo que están justificadas esas escenas para que se entienda el mundo turbio del espionaje . Lo que me desagrada por completo es el estereotipo y maniqueísmo, los rusos siempre muy malos y los americanos buenos, por no decir el gran error que supone representar escenarios referidos a la época actual pero que son más propios de los años de la guerra fría. En definitiva, interesante pero con algunos fallos imperdonables en lo que podía haber sido una gran película