Lo más destacable de esta notable película es su reparto: Javier Bardem, Penélope Cruz, Ricardo Darín, Inma Cuesta... Todos ellos están soberbios y hacen que el guión funcione a la perfección. Uno se mete de lleno en la película y siente la desesperación de una madre ante la desaparición de su hija. Un ejemplo del buen cine que se hace en nuestro país, que muchos pretenden denostar. Esta película no tiene nada que envidiar a un film de Hollywood.

Estupendo debut cinematográfico de Los Javis, chispeante y con una banda sonora maravillosa. Las interpretaciones son notables, destacando sobre todo la de Gracia Olayo. Yo realmente disfruté con la película. Pero uno se mete por aquí y lee cada cosa... Como una crítica que dice que "las personas que valoramos positivamente esta película estamos perdiendo el criterio". ¿Perdona? Los de siempre, los que intentan desacreditar al cine español, son los que escriben ese tipo de comentarios. Por otro lado, tiene una puntuación muy baja para lo que se merece (un 5,8). A destacar el pequeño cameo de Esty Quesada ("Soy una pringada").

No es la mejor película de Mae West, pese a ser la única de la actriz nominada al Oscar. Pero aún así tiene su encanto. Hombres, números musicales, más hombres, malhechores, presidiarios. Más hombres, más números musicales. Y una Diosa llamada Mae West, que supo como nadie sacarse partido delante de las cámaras, escribiendo sus propias películas con personajes arrebatadores y picantes. La censura no se lo perdonó y años más tarde prohibiría sus películas gracias al dichoso Código Hays. Poco después de la aplicación de dicho código en todo el cine norteamericano, la West decidió decirle adiós al séptimo arte y abrazar Broadway, donde triunfaba con sus espectáculos. Una pena que por el dichoso código de las narices nos perdiéramos más de una estrella que se adelantó a su tiempo y con su sola presencia en la pantalla salvaba una película mediocre para convertirla en un clásico.

Otra comedia de Mae West, que gira en torno al valor que esta le daba a los diamantes... y a los hombres. Con diálogos chispeantes, escritos por la protagonista, Mae West vuelve a hacer de las suyas y consiguió hacer enrojecer a los más mojigatos de Hollywood, que años más tarde prohibirían sus películas, condenando a la estrella al ostracismo. Siempre le quedó el teatro, donde triunfó con sus números musicales subidos de tono y sus diálogos chabacanos pero en su voz, irresistibles. Lo dicho: las películas de Mae West merecen ser tratadas con todo el respeto del mundo por ser una adelantada a su tiempo. Lástima que el código Hays quebrara su brillante carrera cinematográfica. De cuantas joyas nos privó el dichoso código.

Mae West en estado puro. Una comedia de altura, escrita por ella misma, con diálogos chispeantes y buenas interpretaciones. Pero, al igual que en todas sus películas, la actuación de West eclipsa al resto del elenco. Solo a la West se le podría ocurrir un guión tan original, que ha sobrevivido al paso del tiempo y que aún suena fresco: una domadora de leones, seductora, que no para de consultar su horóscopo para saber cuál será el hombre de su vida. Cuenta además con la interpretación de un jovencísimo y guapísimo Cary Grant.