Un juicio sobre el holocausto judío, completamente desgarrador, aderezado con el cinismo de un sujeto depravado que se regodea con haber cometido los actos mas bajos que un ser humano pueda realizar, a la vez que se ufana de ellos, con burla y sarcasmo, dentro de una cabina de cristal y rodeado de sus acusadores, en el mismo estado de Israel.
Sublime la interpretación de Maximilian Schell.

Una historia que conmueve. Los esfuerzos de una mujer sin trabajo y con tres hijos, que lucha por sobrevivir y es recompensada por su tesón, fuerza de voluntad y abnegación, a la vez, motivada por ayudar a personas que han sido dañadas por la falta de escrúpulos de los poderosos, llegando a alcanzar el éxito.
De Oscar, claro, la interpretación de Julia Roberts.
También merecen especial mención, la interpretación del resto del elenco, así como la dirección.

Un drama situado en un condado sureño, con todos los ingredientes propios de una época posterior a la segunda guerra mundial, donde las penurias exigían enormes sacrificios y mayor temple: Racismo, abuso de poder, corrupción, deslealtades, etc., pero a la vez, en contraposición a todas esas vilezas, fraternidad y unión frente a la adversidad.
Aunque tiene un guión bastante bien hilvanado, para mi gusto, resulta un algo sosa y demasiado larga.
Recomendable para amantes de "dramones" recalcitrantes.

Aunque encuentro que Patrick Swayze sobreactua en algunas de las escenas, admito que la pelicula en sí es de una gran maestría y belleza en todos sus aspectos.

Que poco nivel debían de tener sus oponentes para otorgarle el primer premio al guión y banda sonora en Sitges. No es que sea mala del todo; por eso le concedo un 6 pero, como digo en el título, le falta consistencia en la dirección y en el guión. Por cierto, la banda sonora puede acabar con los nervios de cualquiera con tanto "wic wac".
El final decepcionante.