Como "El Ogro", una película sobre la vida cotidiana en el Tercer Reich, entretenida para quién quiera pasar el rato, y apasionante para los interesados en ese periodo histórico. Se agradece porque demuestra una vez más, pese a tanto bodrio aburridísimo que ha pasado por las carteleras, que se puede hacer cine bueno, bonito y comprometido.

Una joyita para ver y tener.

Como tantas películas que pretenden transmitir información más que entretener, el indefenso espectador se encuentra ante una serie de cuadros más o menos inconexos. Pero el equipo de ésta película, con la inestimable ayuda de Malkovich, se ha tomado el trabajo de hacernos creible el ir y venir sin sentido del personaje protagonista al convertirlo en un deficiente mental.

Gracias a eso tenemos un personaje central casi plano, un elemento de contraste puro que sirve de excusa para enseñarnos desde la Francia de preguerra a la -interesantísima- dinámica de los conflictos internos de un colegio público de élite del Tercer Reich (nobleza prusiana vs nacional-socialistas vs racial-socialistas).

Una película para ver y retener.

Después de los primeros 45 minutos y varias cabezadas intenté ya en firme dormir, pero sin éxito. Debí optar por esperar fuera a mis amigos, pero un trasnochado sentido del ridículo y la esperanza de que aquello mejorase en al gún momento me retuvieron en mi butaca y, lo que es peor, despierto.

Una pena, porque al final mantuvo el tono pedante, petardo y pretencioso que toma desde el principio. No hay historia, no conmueve, no informa.

O haces un documental sobre la vida de un periodista y sobre La Caza de Brujas, o una película con su correspondiente guión, ritmo, etc ... pero estas cosas, estos engendros intermedios que, encima, se supone que te tienen que gustar sólo porque tratan sobre problemas graves, me indignan.

Lo siento, pero no creo que sea de agradecer el ir al cine a ver como alguien destroza un tema interesante con un bodrio de película. Más bién todo lo contrario, si no sabes dirigir ni elaborar guiones ten al menos la prudencia de dedicarte a Alien III o algo parecido, y no a temas como la censura, los crímenes de la industria farmaceútica, las migraciones, o los entresijos del terrorismo.

Por dios, pseudo-intelectuales que acabáis de decubrir que hubo y hay un mundo que sufre más allá de vuestras butacas o limusinas, Che, ¡Dejame vivir en paz!. Yo descubrí eso con ocho años y no he estado desde entonces dando el coñazo, ¿verdad?.

¿Cuesta tanto? Michael Moore hizo uno estupendo en Bowling for Columbine. Y ésta película es, en realidad, un ameno documental introductorio al mundo del tráfico de armas.

Hay que agradecer, en cualquier caso, que los actores actúen y que el guión tenga sentido, a diferencia de otros pseudo-documentales pseudo-comprometidos, como "El Jardinero Fiel" (Más conocido por "El Jardinero Coñazo").

En resumen, algunos planos espectaculares, correcta interpretación (Demos gracias a Nicolas Cage por existir), una temática comprometida, ... nada más, y nada menos. Se deja ver con interés.

Una película pretenciosa, aburrida, ... su único interés reside en los distintos paisajes de la pobreza y la muerte en África, resaltados con una espectacular fotografía.

Si nunca has pensado en serio como se produce la ropa que compras, o los medicamentos de los que disfrutas, puede aportarte algo de interés, o aún ser reveladora. Pero para eso habría sido mejor ver un buen documental, y no una mala película.