Un pringado con bigote y un punto de psicópata pilla el chollo de su vida al contraer matrimonio con una dulce e inocente Julia Roberts; intenta anularla para que nunca se le escape, pero la chica tiene recursos...
Sugestivo y muy valorable trhiller de Joseph Ruben que 2 años después volvería a atacar el tema de la familia, manipulación y psicopatía en "El buen hijo". La descripción del discurso del maltratador es eficaz, el guión va al grano y la producción sobresale de la media. Recomendable.

¡Muy buena!. No había visto ninguna obra de Rodrigo García y he quedado muy gratamente impresionado.
Una chica de 14 años se lo monta con su novio adolescente y nace una niña a la que cede en adopción y que de mayor se convierte en una "destroyer" total; la madre a su vez queda amargada por la culpa, siempre expiando... Entretanto otras jóvenes sufren embarazos indeseados y son coordinadas con gran habilidad por una monja (por tanto célibe o casada con Dios y también madre o hermana, como se prefiera) con mujeres infértiles que desean adoptar; a partir de aquí...
Se teje un film que vuela alto y desprende calidad de una manera que hoy día es cara de ver. En forma de historias cruzadas, García ejercita un muy notable ensayo sobre la psicología femenina en el vital, omnipresente y siempre imprevisible equilibrio entre sexo-maternidad-supervivencia. Las actitudes cambian y se revisan por motivos subjetivos, objetivos o de origen desconocido ante la posibilidad/realidad de un embarazo o un bebé; las madres y las hijas se desean/rechazan/aman/buscan, mientras la monja lo comprende todo y los hombres hacen el papel de siempre.
Si todavía la podeis pillar, merece la pena (incluso en versión doblada) -como siempre raya en el delito la indiferencia de los medios y la penosa situación del film en sus "ránkings", para una vez que aparece una película buena-. A destacar Naomi Watts en su interpretación, aunque todos están a gran altura.

En su momento abandoné el cine a los 20 minutos por su agresividad hacia el espectador, al que trata como un idiota con recochineo mientras Kevin Kline va repitiendo constantemente "no me llames estúpido".
22 años después la estoy viendo por la televisión y no hay nada que revisar de la impresión inicial: una acumulación de chorradas sin ninguna gracia y cuyo único atractivo son las exhibiciones de ropa interior de la Jamie Lee. ¿Qué es lo que tiene tanto éxito y buenas críticas, incluso después de pasados los años? ¿Es que os pone lo de "háblame en italiano"?, ¿O lo del tartamudo? Misterio...

Una cineasta de la generación Z dice que quiere hacer como Bergman y ahondar en los secretos de las relaciones amorosas. Resultado: un ladrillo de dos horas que lleva 40 años de retraso (es lo que tiene la generación Z, que se piensan que el mundo empezó con ellos), superficial, que no dice nada que no sepamos, sin ningún valor cinematográfico, con una fotografía de lo más cutre y donde para mayor gloria se nos martiriza con una aburridísima apología de la "relación atormentada" -léase entre personalidad histérica y hombre pusilánime, calificativo éste que repite varias veces la protagonista-, que habría que saber hasta qué punto es autobiográfica.
Y como siempre los críticos (y los jurados) profesionales en su mundo de luz y de color. Huir.

No nieva, pero llueve y el agua se convierte en hielo al tocar el suelo, la decoración de las viviendas es espantosamente deprimente (dicen que hay quién se quedó gravemente traumatizado al verla en el estreno), la juventud está desorientada y sin esperanza, los adultos ya no saben que hacer para lidiar con el aburrimiento existencial de sus vacías vidas, acostarse con Sigourney Weaver es más peligroso que en Alien-3... Todo era terrible en los años setenta...
Lo realmente terrible es el poco vuelo que tiene y lo sobrevalorada que está esta película; de hecho es de las más flojas de Ang Lee y está a años luz de la genial y vitalista "Comer, beber, amar", por ejemplo. La andanzas intercruzadas, perversas y "decadentes" de la peña en cuestión no impresionan a nadie, la realización es sorprendentemente mediocre para alguien del oficio de Lee y la sosería reina todo el metraje, hasta el final en que... (en el spoiler).