Excelente adaptación de la inmortal obra de Alejandro Dumas, una de las mejores que se han hecho.
En sus aspectos técnicos es notable, con una fotografía elegante y limpia, con una muy buena ambientación, un pulso narrativo firme y excelentes interpretaciones, lo que unido a su penetrante banda sonora la convierten en una obra más que solvente.

Quizá lo mejor sea su ambición desde el punto de vista dramático, tratando por un lado de reflejar de una manera más física y real la tragedia que vive nuestro protagonista, al mismo tiempo que pretende profundizar en los complejos recovecos emocionales que la venganza conlleva, sus insospechadas consecuencias para todos los implicados, incluidos sus descendientes.

Algunos personajes centrales en la novela están algo descuidados y pueden faltarle algunas secuencias de acción que la hagan más ligera de ver, pero aún así es amena (a pesar de su larga duración) e interesante, consiguiendo trasladarnos el complejo y rico universo que encierra la gran obra de Dumas.

En definitiva, una buena película.

Una comedia romántica con dos actores que cumplen con creces, especialmente la vivaracha y simpática Scarlett Johansson, que interpreta a una mujer adelantada a su tiempo, una publicista embaucadora que no repara en mentiras para salirse con la suya, lo que contrasta con la personalidad adusta, rígida moralmente y algo atormentada del director de la NASA, un más que correcto Channing Tatum. La dinámica entre estos dos personajes, que van evolucionando y mimetizándose con su partenaire (como si de D. Quijote y Sancho Panza se trataran), es lo mejor de la película, su verdadero motor.

El resto, toda la parafernalia política que gira en torno a la sociedad norteamericana de aquellos años, la carrera espacial para llegar antes que los rusos a la luna, especialmente todo lo relacionado con la veracidad de las imágenes del alunizaje transmitidas por TV, no acaba de cuajar. Por momentos es crítica con los valores de aquella época y en ocasiones demasiado complaciente, de tal forma que los personajes, algunos demasiado arquetípicos, no acaban de pertenecer a su tiempo, no llegan a estar impregnados de su idiosincrasia por más que esté muy bien ambientada y que por momentos (los menos) nos emocione la llegada del hombre a la luna.

Un poco larga y algo tibia desde el punto de vista narrativo, en conjunto resulta simpática y amena, más que resultona, por lo que se puede decir que cumple con lo que promete, una comedia fresca, ligera y entretenida, hecha con oficio. La típica película que no sabes si puntuar con un 7 (por la composición de Scarlett más que nada) o un 6.

Me ha parecido mucho mejor película de lo que señalan la mayoría de las críticas de los profesionales.
¿Algo dispersa? Sí. ¿Excesivamente coral? Seguramente. ¿Qué da la impresión de que no sabe muy bien hacia que horizonte se dirige? Quizá, pero hay que tener en cuenta que es la primera de 4 partes.

Pero está muy bien dirigida ya que Costner sabe otorgarle a cada personaje su tiempo y su espacio, su importancia dentro de la gran historia que nos quiere contar, de los enormes cambió a todos los niveles que se vivieron en esos años en el salvaje OESTE americano. También refleja acertadamente la inmisericorde lucha por supervivencia de sus innumerables protagonistas, la confusión y el caos con el que convivían, que la vida tenía un muy alto precio.

Muy bien interpretada y ambientada, la película está francamente bien, resultando amena e interesante, con momentos sobresalientes, con pequeñas tramas o historias muy bien sintetizadas que resultan curiosas y emocionantes. Quizá le falte un punto épico, a falta claro está de lo que muestren sus siguientes entregas, y su claridad narrativa se ve algo perjudicada por su exceso de personajes, pero aún así se sigue con facilidad

En definitiva, creo que gustará a los aficionados a las míticas películas del Oeste (la sala estaba casi llena) y los que la han visto no se perderán la segunda entrega. Yo estaré presto para verla allá por septiembre.

Es algo mejor que la primera versión de la misma historia, "Instinto maternal", una película belga del año 18 que intentaba ser más profunda, más europea, más psicológica, pero por contra era mas enrevesada, más claustrofóbica, menos amena.

En esta ocasión estamos ante un thriller de manual, con el instinto materno como motor de su trama, más directo, más limpio narrativamente, más comercial, más fresco y algo más ameno en definitiva. Sus dos estrellas están francamente bien y consiguen darle cuerpo a sus personajes, por lo que se puede afirmar que cumple su cometido: entretener. Además el final, si mal no recuerdo, es distinto, más verosímil y natural. Eso sí, por momentos parece un telefilm de esos que proyectan a las 4 de la tarde por TV, pero mucho mas lustroso en todos los sentidos, sobre todo a nivel interpretativo y visual.

En su mensaje de superación con el ajedrez como protagonista, resulta demasiado acomodaticia, algo ramplona y más que previsible, bienintencionada en exceso. Tampoco acaba de sacarle partido al juego, no escruta en sus verdaderas posibilidades quedándose en la superficie cuando refiere lo igualitario que es, más que nada porque lo mismo se puede predicar de cualquier deporte: las reglas son iguales para todos.

Tampoco la parte emotiva de la relación familiar acaba golpeando el corazón de los espectadores, por su simpleza y por falta de originalidad.

Pero en algunos aspectos es incluso notable, como en su ritmo narrativo, ágil y armonioso, con una serie de gags que funcionan y con un tono ligero que resulta grato cuando consigue sostenerse. Y también hay que resaltar a los actores, especialmente a Alexandra Jiménez, que lo borda en el papel de una pija egoísta que acaba mostrando su mejor corazón. Una actriz con una sonrisa y una riqueza expresiva en su rostro más que destacable, que aquí brillan más que en otros trabajos.

En definitiva una película agradable de ver, algo mejor que la media en cuanto a nuestras comedias se refiere, por más que resulte superficial y simple en su mensaje, que funciona mejor cuando se centra en sus personajes por más que no se atreva a bucear en su vertiente dramática (tampoco los actores parecen de un barrio humilde y obrero), y que anda algo coja cuando pretende ser emotiva o inspiradora.