Cuesta destacar en la animación convencional con Disney dominando el tema, al menos en su época, y aún así La Espada Mágica es un más que digno filme de dibujos animados que sorprende por su frescura. Está lejos de los clásicos del género, pero se encuentra bien narrada, no está falta de su clásica moraleja -típico Disney- y tampoco faltan las cancioncillas, que se me han hecho un poquillo pesadas pese a que claramente representan el espíritu clásico de estas cintas.

La historia no es demasiado impresionante, pero es una buena revisión del clásico del Rey Arturo, la técnica de dibujo es completamnete Disney, más concretamente me ha recordado a La Bella y la Bestia, y posee algunos efectos en 3D como el Golem de Piedra del Bosque Oscuro. Desentona con el resto de la animación clásica, siendo un poco "cutre", pero en su época seguro que impactó. En general me ha gustado. Es bonita, tiene una BSO buenísima, y tiene ritmo. No cansa y siempre te mantiene ahí pegado observándola. No es El Rey León o Merlín el Encantador, pero sigue siendo más que aceptable.

Recuerdo haber visto esta película cuando era un chaval. Y me dormí. No me entretenía en absoluto ver a un pato hablar, la verdad, yo era más de Gremlins o monstruos de ese tipo. Para saldar la deuda he visto a verla estos días y la verdad es que... menuda decepción. Por que vamos a ver, uno no se espera una joya, ni una Obra Maestra. Sólo pasar un rato divertido. Y ni eso he podido. Salvo la última media hora, todo me ha aburrido en demasía.

La historia es tópica, los personajes son malos, las interpretaciones -salvo la del profesor- son ridículas... el humor es incluso de nivel bajo. Lo mejor de la cinta son los efectos especiales, impresionantes para su época, y la caracterización de Jeffrey Jones, elaboradísima. Salvando esto, aburrida, cansina, monótona... Y no es que los años la hayan tratado mal, es que sencillamente es mala. Gremlims, Critters y demás películas ochenteras me encantan incluso a día de hoy...

A falta de ver la original de Lana Turner y John Garfield, la versión de 1981 de El Cartero Siempre Llama Dos Veces me ha parecido una película ciertamente sorprendente. La trama está cuidada, los personajes son impresionantes gracias a las excelentes interpretaciones del dueto Nicholson-Lange, y posee escenas ciertamente memorables. El primer arrebato de ambos en la mesa de la cocina es para mantenerlo vivo por los siglos de los siglos.

La historia de desarrolla excelentemente, lo que en suma conforma una cinta de casi dos horas que engancha de principio a fin. La fotografía no está nada mal, la música ayuda a poner en situación... Destacar ese extraño final que nadie se espera, y una Lange histérica que en determinados momentos brilla más que el propio Nicholson. En definitiva, recomendada sin ninguna duda. Próxima parada: La original.

Sin duda estamos ante una película preciosa, visualmente muy rica y cuidada, con algunas secuencias tremendamente bellas, casi al nivel de Hero. Las protagonistas son guapísimas, especialmente Gong Li y Zhang Ziyi. La fotografía, excelente, al igual que el maquillaje... técnicamente la verdad es que es sublime. La música de John Williams está incluso mejor, con temas que refuerzan las escenas.

Desgraciadamente, pese a que estamos ante una cinta con historia, creo que no han sabido enfocarla correctamente. Son dos horas y varios minutos de película, y todo está tremendamente descompensado. Hay momentos de la vida de la protagonista que se narran pausadamente, y otros excesivamente rápido. Por ejemplo la irrupción de los Estados Unidos en Osaka sucede demasiado "por que sí". Salvando ésto, y algún otro pequeño agujero en el guión -que no está demasiado pulido-, es una película más que recomendable.

Eso sí, es lenta, por lo cual no está hecha para todos. El final edulcorado y previsible no la condena al olvido, ni mucho menos. Y de nuevo, reforzar la actuación de Zhang Ziyi, que ya me había gustado en Hero y aquí está que se sale.

La verdad es que me esperaba más de la película. Y es que pese a ser una cinta más que notable, con un impresionante desenlace, no me ha parecido ni de lejos una Obra Maestra. Es una historia tópica, pero que al narrarse lentamente con crudeza y brutalidad parece algo completamente nuevo.

Min-sik es DIOS como el protagonista de la película, eso sí, y realmente da gusto verle "interpretar" (casi parece que no actúa, impresionante), así como al resto de actores. Por suerte la historia va mostrándose de poco en poco, manteniéndonos siempre en vilo. "¿Por qué lo encerraron durante 15 años?"... la forma en que se nos responde a esa pregunta durante los últimos 30 minutos es brutal, sencillamente brutal. El resto, bueno y nada más. De no tener el impresionante desenlace no sería una cinta ni mucho menos destacable. Pero lo tiene, y se nota.

Técnicamente tremenda, buena música, buenas interpretaciones, buena fotografía... vedla. Y si no sabéis nada del argumento, mejor.