Amazing Grace

Al parecer, el simple hecho de que una película ilustre un tema tan venerable como la abolición de la esclavitud, la convierte en una especie de obra incuestionable.

Pues a mí me ha parecido un tostonazo al que sobran minutos, personajes, situaciones y, sobre todo, verborrea vacía, pretenciosa, historicista y aburrida. Mucha peluca y mucha casaca, pero me huele todo a naftalina. Diálogos soporíferos y subrayado hasta la náusea: una espléndida muestra de cómo un tema de por sí apasionante puede convertirse, en manos del incompetente Apted, en un ladrillo de época.

El protagonista es una auténtica desgracia; Gruffudd daba el pego como compañero del rey Arturo, pero el chaval no luce ni siquiera en un papel tan arquetípico e histriónico como el que interpreta.

Esta película merece una buena crítica, a pesar de ser previsible en todas y cada una de sus secuencias, no porque la historia sea real como la vida misma, sino porque contiene los elementos necesarios de toda película de héroes. William Wilberforce fue el artífice de la abolición de la esclavitud en el Reino Unido, lo que le convierte en personaje a querer. Sin entrar en detalles, Amazing Grace llega al corazón, y toca la vena sensitiva de todo ser humano de bien. Si deseas echar una lágrima porque últimamente sientes que la vida no te da lo que quieres, acude a las salas y disfruta de este largometraje, es así de conmovedor.

Es la típica película en la que uno ya sabe de antemano lo que va a ver, en este caso un poco la lucha que llevó William Wibeforce por la abolición del comercio de esclavos.
Habrá quien critique a lo mejor la escenografía, el vestuario, etc..., yo por mi parte me identifico con el típico espectador que se preocupa más por que la película no sea aburrida trate de lo que trate, ya que puede haber buenas actuaciones, diálogos, vestuario, etc... que si la película es pesada nos acabará aburriendo.
En el caso de Amzing Grace no se hace pesada y recomiendo verla, que no creo que le defraude.

Una película muy hermosa.
Nos lleva al siglo 18 cuando un hombre simple pero de grandes valores (William Wilberforce) lucha en contra de la esclavitud

Una gran adaptación por parte de Steven Knight demostró que se puede hacer una gran película con mucha sencillez, junto a un un gran director como lo es Michael Apted una gran película
Los actores son algo maravilloso Ioan Gruffudd una actuación excelente, al igual que Albert Finney, y Michael Gambon

Con una fotografía , adaptación, y música sin igual que te llevan al Siglo XVIII

Además la película nos muestra que a pesa de las enfermedades y las injusticias que se le oponían el tenia un solo objetivo.
la lucha contra la esclavitud

Una hermosa película

Lo que más me repele del Cine actual es que se mueve dentro de los mismos patrones de actuación, con similares clichés y gestos. Todas las películas modernas, desde los años 80, salvo honrosas excepciones, están impregnadas de una sensiblería absurda y ñoña. No sólo eso, sino que en el doblaje al español, como siempre son los mismos, aumenta esa sensación de duplicidad, de copia, de sentir que nos ofrecen el mismo producto, una y otra vez.
Siendo esta película como es una producción británica, se encuentra un poco por encima de las producciones infames y lacrimógenas que producen sus primos estadounidenses; a pesar de lo cual cae continuamente en gestos y situaciones tan repetidas como inverosímiles. No me creo nada de lo que veo. La acción transcurre hace 275 años, y los modos de comportamiento, los gestos, la dicción de la gente de entonces era diferente a la de hoy en día. Ahí radica uno de los grandes problemas del cine; para hacerlo más digerible, se trata de asimilar a situaciones actuales, a formatos de finales del siglo XX-XXI. Y no,no cuela, no es posible, no pega, no resulta.
Qué buenos los anti-esclavistas, que malos los esclavistas, aún más buenos los esclavistas redimidos, y que malísimos los malos super esclavistas que no se redimen. Una y otra vez, los parámetros de Hollywood, como la peste, lo invaden todo.
Sólo resulta interesante desde el punto de vista de la dirección artística, y por dar a conocer una historia poco relevante para los profanos en la materia.