El sexto sentido

Shyamalan en estado de gracia. Después de dos películas que ni fu ni Fa, el hindú se hizo yunta con Willis para sacar dos de sus mejores películas, The Six Sense y Unbreakable. The Sixh Sense en particular es un filme formidablemente escrito y brillantemente dirigido, tiene uno de los mejores plot twist de la historia del cine y un final que para bien o mal marcó la carrera del director. Lo que sorprende de The Sixth Sense es lo bien que ha envejecido, convirtiéndose en una obra referencial en el género de terror y suspenso. La gran banda sonora de Howard, junto al excelente guión de Shyamalan con las convincentes actuaciones de Collete y Willis (uno de sus mejores trabajos) mención especial a un Harry Joel Osment que era una promesa en oro puro, hacen que el filme sea un deleite que vale repetir y repetir para generar esas sensaciones de nuevo que no acaban de sorprender, no importa cuántas veces se vea la película. El final...que les digo yo, el final.

Es la primera película que veo del director Shyamalan, la verdad me dejó impresionado y con razón tiene el reconocimiento debido. Como dice en el titulo, encapsula en el mismo filme, muchos aspectos de diferentes géneros y dentro de la historia principal, tiene una secundaria de la que no hace mucho hincapié, pero realmente deja a cualquier espectador boquiabierto con su final, ya que el cierre es de esa historia secundaria.

Hay recursos estéticos muy bien usados, sobre todo con el color rojo empleado en algunas ocasiones.

Para cerrar, es de esas películas que cuando la terminas de ver, tenés que volver atrás para entender detalles que se habían escapado al entendimiento, ya que no contás con la información suficiente. EXCELENTE PELICULA

La primera película de Shyamalan (por lo menos la primera conocida a nivel internacional) irrumpió como un obus en las carteleras de medio mundo reactivando el interés por el género de terror y misterio, en gran medida por llevar a una estrella rutilante de Hollywood encabezando su minúsculo reparto y también por tener la maestría suficiente como para colarnos una inteligente y muy comedida historia sobre la incomunicación, la soledad, el amor y las segundas oportunidades bajo el envoltorio de un aterrador cuento de intriga sobrenatural con final sorpresa. Probablemente una de las películas más emotivas e inquietantes de su autor, toda una declaración de intenciones que nos avisaba del tipo de cine que tenía pensado desarrollar a partir de entonces (aunque muchos no se dieron por enterados) y un ejemplo verdaderamente genial de cómo clavar al espectador en su butaca con una buena historia, estupendas interpretaciones y un guión brillante que funciona como un mecanismo de relojería. Para no perdérsela.

Para empezar tengo que reconocer que el director de esta película es uno de mis favoritos (vivos) y que esta es, sin lugar a dudas, su obra maestra, y posiblemente el mejor thriller psicológico de todos los tiempos.
La trama lo tiene todo; un arranque sensacional, una forma de llevar la narración que hace que el espectador este expectante en cada momento, y uno de esos finales que pasarán a los anales de la historia. ¿Cuantas veces habremos escuchado eso de? " Yo me lo imaginaba a mitad de película"; ya, seguro.
Pero la mayor sorpresa de este thriller psicológico es un Bruce Willis sereno, tranquilo, sin la necesidad de engatillar una pistola, creyéndose que puede realizar papeles que no sean de tipo duro (que los hace estupendamente), conectando estupendamente con su joven paciente.
Esteticamente... El inteligente uso amortiguado del color, los pequeños atisbos de lo que va a suceder (el descenso de la temperatura, el color rojo) y una forma de mover la cámara que hace que el espectador se sienta expectante, con ganas de saber lo que va a suceder.
En definitiva una obra escalofriante, emotiva y sorprendente.
Lo mejor: La tensión, lo bien hilada que está la historia, sus actuaciones, sus aspectos técnicos...
Lo peor: Que ha desencadenado un furor posterior en cineastas que intentan realizar algo parecido a esta obra maestra, pero que quedan en obras funestas.

Este film, de principio a fin.., conseguirá sumergirlos de a poco en sensaciones dificiles de explicar. A medida que la película avanza uno va adentrandose en el suspenso muy bien logrado por Shyamalan desde la dirección; consiguiendo ese climax frío, distante, incómodo, pero que al mismo tiempo cautiva e intriga al espectador a traves sus imágenes y diálogos. Las interpretaciones de Haley Joel Osment y Bruce Willis son brillantes, cada uno en su rol pero llevando adelante sus caracterizaciones con tanta seguridad como si hubieran nacido para hacerlo. Este papel le calza al dedillo a Bruce Willis; su mirada de hielo, sus gestos y el timbre de su voz son exactamente lo que requería este personaje. Este film, logra un ritmo con el cual lentamente hipnotiza de cierta manera al espectador y conserva su clase y su correción en todo momento. Nunca descuida la elegancia, nisiquiera en los momentos mas tétricos, ya que éstos no lo son merced a la imágen explícita, sino al buen tino del director a y la imaginación del espectador. Shyamalan muestra lo necesario, entendiendo de manera exacta cual es la línea que no debe cruzar para lograr el suspenso máximo manteniendo al espectador al borde del asiento. No voy a hacer alusión a ningún momento en especial de esta película, ya que es lo que comunmente se hace al describirla. Quiero que cada persona que la vea, no tenga la mas mínima pista acerca de su desarrollo o descenlace. Pero creanme que como pocas, vale la pena verla! Si les gusta el suspenso con letras mayúsculas, ni lo duden..., estan ante una obra maestra! El Sexto Sentido les quedará grabada en la retina.