Nuestro pan de cada día

Simplemente decir que, despues de haber visto el documental "Earthlings", de corte animalista y dirigido por Shaun Monson" en el año 2003, "Nuestro pan de cada día" se me queda pequeño, quiero decir, no es que esté mal, todo lo contrario, pero si en el documental de Geyrhalter en algunas secuencias se te ponen los pelos de punta, mejor ni hablar de "Earthlings", en el cual no es una secuencia la que te impacta, sino todas, todas son terriblemente duras, algunas imposibles de ver. Si quieres pasarlo realmente mal, si quieres replantearte de verdad tus costumbres, no sólo alimenticias, te invito a presenciar (si puedes, porque es realmente complicado) el para mí, mejor documental que he visto jamás y que veo complicado de superar: "EARTHLINGS", con mayúsculas.

Pasen y vean el horroroso mundo de la esclavitud humana a través de la violencia cotidiana para con todo lo existente en el planeta. Adelante, pasen y aprecien la frialdad de los asalariados automatizados por supervivencia. Observe, señor, señora, como el dueño del circo se llena los bolsillos produciendo lo que usted no ve como se 'gestó', coma sin miedo hombre! No desconfíe, no se cuestione, para qué? si nosotros, los dueños de este mundo, le llevamos la comida limpia, fresca y libre de pestes a su casa, previamente, pasando por el supermercado, claro está.
Coma sin miedo, pero eso sí, nunca vea este documental ama de casa, porque, usted sabe, más sabe el el diablo por indiferente que por sabio, entonces, para qué complicarse la vida viendo escenas que a usted no le interesan? Claro, eso mismo. Usted coma tranquilo sin preocuparse por nada, solo piense en su estúpido y agobiante trabajo, en los hijos que tiene que alimentar, educar, vestir, bañar todos los días, piense en la hipoteca de su casa, en los muebles a comprar, en el celular nuevo modelo con una modelo que lo saluda al prenderse, el televisor de 90 pulgadas que te masajea mientras mirás TV, piense en su fabuloso auto que lo hace llegar mas tarde que una bicicleta... para eso está la vida buen hombre, padre de familia, madre de familia.
No se la arruine sabiendo cosas fútiles y sin sentidos. Camine, estudie, trabaje, compre, muera pero no mire para atrás ni hacia los lados. Nosotros seguiremos trabajando por usted!

LO QUE VAS A VER: El sistema mecanizado de producción agroalimentaria, ganadera y de materias primas. El uso de la tecnología industrial para maximizar la producción en todos esos campos. La tecnología al servicio de la máxima optimización de la multiplicación de recursos. El ser humano dentro de la cadena de producción, como un elemento más del paisaje, como un elemento más del engranaje de la maquinaria.

LO QUE VAS A ESCUCHAR: El sonido de las máquinas de la industria en su trabajo constante. El zumbido de cortadoras, fresadoras, limpiadoras, centrifugadoras, fumigadoras. Las plataformas de transporte con su constante e implacable funcionar. Los tractores, avionetas, diversas máquinas de motor, afiladores, pulverizadores a presión. Los chillidos de cerdos, vacuno, gallinas. El silencio sordo de peces bajo el agua. Apenas algunas voces de los trabajadores en sus ratos de avituallamiento. No vas a escuchar a un narrador que te explique, que te traduzca, que te aleccione, que te narre. Los sonidos de los procesos industriales lo llenan todo.

LO QUE PODRÍAS PENSAR: El mundo de la gran industria del alimento, sobre todo. Las macrogranjas, los macrohuertos, Todo funciona como un reloj. No ha lugar al sentimentalismo, a la emoción, a la vida como la conocimos hace siglos. Todo es productividad, eficiencia máxima, repetición y silencio. La Cuarta Revolución Industrial llevada a tu boca. Si Orwell viera esto se caería de culo. La geometría de los espacios acompaña toda esa industria demoledora. Y el ser humano forma parte de la ecuación, forma parte del paisaje triturante, es también víctima del rodillo... al menos el trabajador empleado en esos lugares.

ULTIMAS CONSIDERACIONES: Nos dijeron que la tecnología nos iba a salvar. Que la gran industria nos daría de comer a todos. Que la modernidad nos iba a proveer de una vida de comodidad, de goce total. Que los derechos de los humanos y los animales iban a ser protegidos cada vez más. Que la seguridad que el Estado te iba a procurar, con sus inspecciones de higiene y calidad, nos iba a garantizar un mundo perfecto. Que el ser humano tenía derecho al trabajo, a la dignidad. Que el cambio climático procedía del abuso del consumo humano.

Pues aquí lo tienes, sin discursos, sin explicaciones interesadas, sin análisis dirigidos. Sólo imagen, sólo ruidos, sólo rutina y cotidianeidad.

No sé qué era exactamente lo que el director quería transmitir. Yo observo que muchas imágenes son demasiado estáticas, con sobreexposición de las mismas y sin una cuidada fotografía que den buen ángulo de lo que se ve. Ésto quizás sea lo peor.

Lo mejor puede ser lo principal: nos muestra cómo nuestro género ha desarrollado una tecnología con la que hacer eso, alimentar tantos estómagos y con el mínimo gasto y mayor beneficio, aunque se pierda calidad en el proceso que ellos llaman negocio.

Observo que cada trabajador está pensando en sus cosas, aunque trabajen. Seguimos dando por válido e inevitable que suceda así, y uno solo no somos nadie para cambiarlo, aunque todos pensemos que algo no anda bien así...

Metiendonos en detalle: casi todas las máquinas son agresivas, ruidosas, contaminantes y un peligro para el mismo hombre, cuanto más para los seres que trata. Desde que tenemos éstas herramientas, la ganaderia, agricultura (intensivas) y piscifactorías siguen creando generaciones de seres criados como puras mercancías para alimentar una sociedad que se trata a sí misma igual que al prójimo y su entorno.

A mí me contaron que los países del nordeste de Europa son los más adelantados del planeta, pero o bien en España se hace lo mismos y peor, o bien incluso por allí andan siglos atrasados en humanismo y espiritualidad. Quizá nadie piense en ambas cosas, sólo es un negocio y gente buscándose la vida en un empleo.