Rebelión en las ondas

Jamás pensé que me referiría de manera tan entusiasta a éste actor, pero es que en ésta película es él y su interpretación lo que te mantiene enganchado. Construye un doble papel, podríamos decir, y lo hace francamente de diez.

Si hay algo que me estuve preguntando a lo largo del visionado es: ¿Cómo sería en la actualidad un remake de "Pump up the volume"?. El prota sería un "creador de contenido"... parece que es despectivo llamarles "youtubers" (aunque es eso lo que son), y hablaría quejándose de prácticamente las mismas cosas de las que se queja "Mark Hunter", debido a que las inquietudes existenciales del adolescente de clase media alta, son las mismas cualquiera sea la época en la que te haya tocado vivir. Los más jóvenes, con el extremismo que los caracteriza siempre piensan que lo que les sucede es lo peor de lo peor, y que más insignificantes no pueden sentirse. Lo cierto es que si realmente son como se pintan en éste filme... bueno, sinceramente no les ocurre nada grave.

Mark es una especie de sociópata que canaliza su apetito destructivo convirtiéndose por las noches en la voz de la localidad... la única que es capaz de captar y mantener la atención de su grupo de pares, a quienes sin darse cuenta y sin intención alguna de hacer daño, les lava el cerebro. Es tan popular, que recibe cartas y se dedica a llamar por teléfono a sus oyentes. Demás está decir que nadie conoce su identidad. Me gusta que el personaje principal sea así de imperfecto, me parece más genuino. Lo veo como un tipo peligroso y auténtico al mismo tiempo. Alguien a quien me interesaría escuchar pero a quien no quisiera acercarme nunca justamente por esa dualidad tan pronunciada.

La película es entretenida, y me parece que tiene el impacto que quieras darle. Será que yo ya estoy demasiado grande como para identificarme con los alumnos de éste instituto, o será, tal vez, que el guión no desarrolla demasiado bien los sucesos y se va olvidando de cosas importantes que plantea, como por ejemplo... el suicidio. Si vas a tratarlo únicamente como disparador de la acción me resulta exagerado y hasta ofensivo. Lo hubieras dejado en un intento de, pero no en un hecho consumado.

En general funciona. El mensaje se lo otorgas tú como espectador, te va a interesar más o menos aunque el nihilismo que transmite es encantador. Un buen soundtrack y una debutante Samantha Mathis que está correcta pero ya les digo que el rey de la función es Christian Slater.

Es una película de culto. Inteligente, joven y rebelde.10 de 10