El guardián invisible

Personalmente, prefiero que las adaptaciones de los libros se hagan en series, donde hay más espacio para centrarse en los personajes y en los detalles de la trama, en lugar de atropelladamente en películas, donde por mucho que no se quiera siempre va a faltar "chicha" (si se me permite la expresión).

Porque si te has leído el libro, echarás en falta a los secundarios, que son bastante importantes (en sus relaciones entre sí y con la protagonista), aparte de ciertas escenas; y si no lo has hecho, queda la sensación de que hay cosas metidas con calzador.

Aún así, me parece que está bastante lograda (sobre todo a partir de la segunda mitad); cuenta la historia y te hace querer más. La ambientación es muy buena y las interpretaciones geniales, destacando a Elvira Mínguez y a la niña que representa a la joven Amaia.

Me cuesta mucho entender como esta flojísima película española tiene críticas positivas de parte de la prensa especializada. A no ser que critiquen a cambio de dinero...
Un guión espantoso acompañado por actuaciones igualmente malas, personajes horribles que no transmiten nada, situaciones realmente ridículas. Es difícil de entender.
Lo único que salva a este bodrio es... Bueno, nada lo salva.

Qué diálogos, qué actuación de Marta Etura, qué hartura de película... Larga no es, es infinita...
He intentado visionarla 3 veces, al final casi me he obligado. Y no creo que valga la pena.

+ Localizaciones mágicas y que son el único acierto de la película en mi opinión.
- Mala adaptación, nulo atractivo del guión.

Como suele pasar en las adaptaciones literarias al cine, el libro suele ser mejor que la película. Este caso no es una excepción, ya que la primera novela de la trilogía del Baztán de la escritora Dolores Redondo es bastante más densa e interesante de lo que nos ofrece el film. No obstante, la atmósfera la ha sabido captar muy bien el director y las interpretaciones son bastante correctas.

Algo está pasando en el cine español. Últimamente transpira suspense. Y es que parece que nadie quiere quedarse atrás en esta nueva corriente de thrillers españoles. Es algo que se les está dando bien a nuestros cineastas, así que disfrutémoslo esperando no llegar a empacharnos.

En esta ocasión, el director Fernando González Molina, ya acostumbrado a interpretar partituras, se pone al frente de la adaptación del thriller de Dolores Redondo ‘El guardián invisible’. Nos presenta la película entre brumas, en un bosque fuente de leyendas, bajo la lluvia, y con sangre; continúa con un regreso al hogar, el de Amaia Salazar, nuestra detective y, cómo no, complica la investigación con una pesada carga personal que la vuelta parece despertar.

Entre interrogatorios, autopsias, ensoñaciones y un poco de leyenda transcurre la historia, envuelta en una atmósfera inquietante. Sin embargo, no consigue trascender la trama policial, como intenta hacer constantemente, y resulta arbitraria en algunos puntos. Pese a éstos y otros elementos discutibles (como unos diálogo demasiado artificiosos, faltos de toda naturalidad), un clima poderoso y el buen hacer de todo el reparto hacen, de esta obra un aprobado inicio de la saga.