Los edukadores

Una historia “movida”, impredecible y con un final abierto a la interpretación del espectador, hacen de esta una película que nos mantiene atentos a la pantalla.
Aunque puede caer en la reiteración del argumento ya trabajado en otros filmes de los jóvenes revolucionarios que pretenden cambiar el mundo, la resolución de este es un tanto distinto a las demás, lo cual se debe al involucrar una historia precedente al papel del burgués, asimismo el conflicto que se desarrolla entre los protagonistas logra evitar que toda la atención recaiga en la relación secuestrador-secuestrado y empezamos a denotar más matices de cada una de las personalidades.
La película plantea una postura política muy clara, mantiene aquel fervor juvenil, una gran necesidad de transformaciones a nivel social y político, que se vivencian en lo “ético”; aunque no propone soluciones concretas –porque no tiene que hacerlo- y resulta siendo demasiado optimista, tanto que puede llegar a rayar en una visión simplista y excesivamente ingenua de las cosas, expone una situación y da una mirada con respecto a esta, lo cual es un punto a favor.
Se muestra que hubo una buena construcción de los personajes, la actuación de Daniel Brühl lo ayuda a consolidar como uno de los mejores actores del cine europeo, en esta ocasión está nominado a varios premios internacionales, Julia Jentsch aunque no convence al principio, va cogiendo fuerza con el transcurrir del film, logra llegar a un punto muy favorable, Stipe Erceg proporciona una actuación creíble, natural, Burghart Klaussner realiza un buen papel, es aquel punto que centra a los personajes, los lleva a re plantearse su condición de jóvenes, y ante todo los indaga sobre su futuro desarrollo; en general cuenta con muy buenas caracterizaciones.
Aunque la historia puede llegar a ser inverosímil, de un momento a otro se pasa de un ambiente realista, a otro en el que suceden situaciones sorprendentes y poco creíbles, cae en lo utópico, lo cual no es necesariamente algo negativo, la temática es de jóvenes, ideales, revolución, no necesariamente todo tiene que ser tan paralelo a lo vivido; en dicha segunda parte, se intentan abarcar demasiados temas, tantos que los diálogos se quedan cortos y se realizan someras aproximaciones a aspectos que se podrían profundizar o descartar.
En general es una buena película, aunque indeterminada en demasiados aspectos –entre ellos el género-, es un juego y una apuesta no convencional.

Estimados amigos y amigas.
Hace una semana vi Malditos Bastardos, y me encontré un Daniel Brühl un tanto debilucho, muy seco, no decía mucho, no transmitía nada. Pero hoy, hace unos minutos escasos, me han presentado a un Brühl diferente, fuerte, profundo, en un papel que le viene como anillo al dedo, donde sabe encajar muy bien las pequeñas deficiencias del resto de los compañeros de reparto. A pesar de todo, quiero destacar el papel secundario de Burghart Klaussner, con discursos bellos e intensos, con la calma que requiere una reflexión de este tipo.
En definitiva, una película de esas que no nos muestran las superproducciones de EE.UU, porque no vende, o porque a lo mejor siguen encofrados en su caza de brujas particular, pero asociada al cine no vendible, al espectáculo de una sala con ultrasonidos.
Salgo encantado del sillón de mi casa.
Saludos a todos y todas
Wagner

The Edukators es una película que nos habla sutilmente sobre si todas las revoluciones están todas inventadas y aborda las contradicciones que tiene casi cualquier doctrina o movimiento. Tiene una esencia alemana enorme, por la suavidad, por la tranquilidad y por la limpieza. Es cierto que hay momentos donde resulta previsible. Sin embargo, mantiene la atención todo el tiempo. Que no es poco.

Tiene algo de Good bye Lenin, Algo de Die Welle ( La ola ). Como anecdota,en la ultima escena sale una Ikurriña, lo cual me ha dejado bastante perplejo.

Voy a dar simplemente mi punto de vista: esta película no va de intentar comernos el coco con lo que debería ser y no es. He leído mucho eso de que se repiten discursos muy típicos y no profundizan nada, se queda en la intención....pues será que yo soy un iluso y no creo que esa fuese la intención del director, que no sé si será de izquierdas o derechas, pero no creo que haya hecho esta película para meternos 127 minutos de reivindicación política. Creo que simplemente quería contarnos la historia de tres jóvenes que fieles a sus ideales por cambiar el mundo perdieron un poco la noción de la realidad hasta que se topan con un grave problema; aquí se produce un intercambio entre ellos y un hombre cincuentón, totalmente opuesto a sus filosofías, que ya viene de vueltas y que parece que hubo un día en el que no era tan distinto a ellos. Pienso que aquí no hay bando bueno y bando malo, aquí se trata tan sólo de la naturaleza del hombre. Yo no me quedo con la supuesta intención de "revolución" contra el estilo de vida actual y el capitalismo. Yo me quedo con la historia de amor que surge entre los tres protagonistas, con la manera del director de poner a prueba al ser humano hasta el límite y lo distinta que es del cine convencional que nos intentan vender cada día.

Mi pregunta es, ¿es la propia película la que intenta educarnos a los espectadores?

Desde el punto de vista cinematográfico, le película es interesante y agradable. Tiene una banda sonora excelente, el transcurso de la acción ocurre de manera sostenida y el espectador no se va a aburrir en ningún momento. Julia Jentsch hace una interpretación magnífica. La imagen y el escenario están muy conseguidos, el toque "bohemio" resulta atractivo. También por supuesto la historia de amor engancha.

Desde el punto de vista político, los personajes (tanto los tres jóvenes como el empresario) aparecen demasiado estereotipados; como siempre, los que tienen pocos recursos son los buenos muy buenos (a pesar de allanar moradas ajenas) y los ricos son malos, muy malos.

Estoy de acuerdo con otras críticas en las cuales se dice que los argumentos filosóficos y éticos que utilizan los jóvenes son meros clichés. Lo peor es que el propio empresario no sabe cómo defender su modo de vida y su ideología, incluso se muestra arrepentido y avergonzado de haber tenido tanto éxito económico en la vida. Creo que no se profundiza en el tema, tan frecuentemente debatido, de la diferencia entre las clases sociales, la justicia/injusticia sobre pertenecer a un nivel económico dado. Pienso que si la intención es "hacernos reflexionar", por favor, que no nos tomen por mera masa, que nos presenten unos argumentos más sólidos.

En general no es una película que no recomendaría, simplemente tener en cuenta qué esperarse. Como ya he comentado, la película es agradable, se consigue simpatizar con los personajes (incluso con el pobre empresario secuestrado).