Es una propuesta hilarante y descocada, con un argumento que rápidamente pierde la compostura y deriva por senderos gamberros y extraviados.
No obstante ello es una cinta muy divertida y ágil en su desarrollo, a la cual no hay que tomarla en serio.
Pareciera que muchos no saben que existe el cine que pretende reírse de sí mismo al ofrecer historias alucinadas que van por caminos opuestos a la sobriedad y la razón.

La historia nos presenta nuevamente al doctor Herbert West, quien ahora está cumpliendo condena en una cárcel dirigida por un alcalde autoritario y cruel. Cuando un médico novato (seguidor del trabajo experimental en reanimación de muertos) ingresa a la penitenciaría para trabajar allí, una serie de sucesos desafortunados darán lugar a una ola de muerte, locura y tronchantes situaciones.

Claro que es cine incivilizado y grotesco en su confección narrativa, pero es también un producto altamente entretenido que no nos suelta nunca una vez que entramos en su desquiciada sintonía. Aquellos que repudian esta oferta es porque no han sabido cambiar el chip cerebral indicado para saber sobrellevar una alternativa circense como ésta, donde el delirio es absoluto. Tanto es así, que la cinta deriva en un festival conducido en forma disparatada por el humor negro y verde, por el gore, y por situaciones zafias que no admiten el más mínimo razonamiento lógico.

El elenco aporta gran carisma y personalidad para dar vida a personajes trastocados en exceso, son prácticamente seres imaginarios salidos de un manicomio.
Se agradece mucho el aporte de Jeffrey Combs, quien ya es un ícono dentro de la saga como el doctor loco que inventó la reanimación de muertos mediante métodos químicos.
También es beneficiosa la hormonal aparición en pantalla de la golfa Elsa Pataky, una femme fatale que levanta el ánimo y aviva la lubricidad de la platea.
Además es menester mencionar a Santiago Segura en un papel menor, pero no menos llamativo y desternillante como el drogata que hará cualquier cosa con tal de conseguir estupefacientes.
El resto del cast cumple con solvencia en dar vida a una galería de personajes muy estimulantes, que difícilmente se olviden en forma rápida.

El apartado técnico nos ofrece una correcta presentación estética desde los escenarios carcelarios y algunos recintos donde se experimenta ilegalmente desde el plano médico.

Los efectos especiales son atractivos y muy dignos para un filme serie B que no pretende nada más que impactar con exageraciones y aberraciones sangrientas teñidas con cuotas de humor verde y con salidas propias de la ácida comedia negra.

Palabras claves: humor verde, humor negro, experimentación ilegal, doctores locos, ultratumba, muertos vivientes, cárcel, presidiarios, femme fatale, gore.