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China China · Qingoco
Voto de Txarly:
4
Romance. Drama Gertrud es una mujer madura e idealista que busca el amor absoluto, con mayúsculas, pero sus experiencias sentimentales se ven siempre abocadas al fracaso. Decide separarse de su marido, un eminente político, porque él antepone el trabajo al amor. Se enamora de un joven músico que empieza a cosechar sus primeros éxitos, pero para él, que sólo piensa en sí mismo, Gertrud no es más que una aventura pasajera. Por otra parte, un antiguo ... [+]
15 de marzo de 2006
74 de 140 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de ver este bodriete se me ocurrió algún titular más: Gertrudis la cuarentona insaciable o... Me llamo Gertrud, soy pija y nada egoísta y lo único que quiero es ser feliz o... El insaciable mundo romántico de la pija Gertrudis, titulares todos que, según mi humilde opinión, harían más justicia con el insufrible muermo.

Cuando contemplas durante dos horas a unos actores que ni pestañean cuando les mandan a tomar viento... pues no es que sea ilícito, es que no te lo crees. Aparte, claro está, de que no entrecruzan sus miradas en ninguno de los planos de la película. Los muñecos de trapo y sus amigas hinchables emanan muchísimas más emociones que los actores mentados. El llamado cine intimista e introspectivo que culmina Dreyer en esta su peor obra está seguramente destinado a personas qué o bien piensan que la vida real es así, o que se sienten regaladas con algo fuera de lo común, ya sabéis... un cuadro negro en una galería de arte, y se paran y lo miran y dicen... ooooohhhhhh... juas juas. Y son los que no paran de reprocharte mientras te dan collejas que estás siendo obsequiado con algo imperecedero. Prefiero cualquier film de Bud Spencer y Terence Hill.

Tras su estreno en París crítica y público la pisotearon sin piedad. Normal, no? Y ahora que desde mediados de los 90 vivíamos un afortunado, aunque tardío, revisionismo del mundo del cine, en el cual se echaban por tierra más mitos que en la Irak de Sadam, parece que anda por ahí una nueva Generación del 98 que pretende recoger su testigo y encumbrar obras como ésta, como ya hicieran Unamuno y compañía con El Quijote en su momento. Y servidor no pasa por el aro. Simplemente. Y lo expone y lo argumenta generosamente para personajes que votan con diez estrellas a todas y cada una de las películas consideradas clásicas y que suelen costar en el kiosco de la esquina 10.95.

Y aunque me haya fugado del psiquiátrico que me ha mantenido recluido durante todo este tiempo, he de apuntar que Gertrud también posee momentos deslumbrantes y que Dreyer, al fin y al cabo, no era tan malo.
La secuencia del espejo me deja atónito por lo irreal de su belleza. También los particulares planos secuencia que embadurnan todo el film. Pero no puedo soportar la parsimonia cansina en planos medios durante el ochenta por ciento del metraje. No puedo. Y cuando vuelan por el tiempo y vuelven a sentarse por dos veces consecutivas treinta años después... me repatea. Y la historia del yo quiero ésto y si no nada, también. Éso también.

Y en el spoiler aclararé gustoso por qué me repatea este tipo de cine y de amiguismo:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Txarly
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