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Voto de Txarly:
4
7,6
3.879
Romance. Drama
Gertrud es una mujer madura e idealista que busca el amor absoluto, con mayúsculas, pero sus experiencias sentimentales se ven siempre abocadas al fracaso. Decide separarse de su marido, un eminente político, porque él antepone el trabajo al amor. Se enamora de un joven músico que empieza a cosechar sus primeros éxitos, pero para él, que sólo piensa en sí mismo, Gertrud no es más que una aventura pasajera. Por otra parte, un antiguo ... [+]
15 de marzo de 2006
74 de 140 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de ver este bodriete se me ocurrió algún titular más: Gertrudis la cuarentona insaciable o... Me llamo Gertrud, soy pija y nada egoísta y lo único que quiero es ser feliz o... El insaciable mundo romántico de la pija Gertrudis, titulares todos que, según mi humilde opinión, harían más justicia con el insufrible muermo.
Cuando contemplas durante dos horas a unos actores que ni pestañean cuando les mandan a tomar viento... pues no es que sea ilícito, es que no te lo crees. Aparte, claro está, de que no entrecruzan sus miradas en ninguno de los planos de la película. Los muñecos de trapo y sus amigas hinchables emanan muchísimas más emociones que los actores mentados. El llamado cine intimista e introspectivo que culmina Dreyer en esta su peor obra está seguramente destinado a personas qué o bien piensan que la vida real es así, o que se sienten regaladas con algo fuera de lo común, ya sabéis... un cuadro negro en una galería de arte, y se paran y lo miran y dicen... ooooohhhhhh... juas juas. Y son los que no paran de reprocharte mientras te dan collejas que estás siendo obsequiado con algo imperecedero. Prefiero cualquier film de Bud Spencer y Terence Hill.
Tras su estreno en París crítica y público la pisotearon sin piedad. Normal, no? Y ahora que desde mediados de los 90 vivíamos un afortunado, aunque tardío, revisionismo del mundo del cine, en el cual se echaban por tierra más mitos que en la Irak de Sadam, parece que anda por ahí una nueva Generación del 98 que pretende recoger su testigo y encumbrar obras como ésta, como ya hicieran Unamuno y compañía con El Quijote en su momento. Y servidor no pasa por el aro. Simplemente. Y lo expone y lo argumenta generosamente para personajes que votan con diez estrellas a todas y cada una de las películas consideradas clásicas y que suelen costar en el kiosco de la esquina 10.95.
Y aunque me haya fugado del psiquiátrico que me ha mantenido recluido durante todo este tiempo, he de apuntar que Gertrud también posee momentos deslumbrantes y que Dreyer, al fin y al cabo, no era tan malo.
La secuencia del espejo me deja atónito por lo irreal de su belleza. También los particulares planos secuencia que embadurnan todo el film. Pero no puedo soportar la parsimonia cansina en planos medios durante el ochenta por ciento del metraje. No puedo. Y cuando vuelan por el tiempo y vuelven a sentarse por dos veces consecutivas treinta años después... me repatea. Y la historia del yo quiero ésto y si no nada, también. Éso también.
Y en el spoiler aclararé gustoso por qué me repatea este tipo de cine y de amiguismo:
Cuando contemplas durante dos horas a unos actores que ni pestañean cuando les mandan a tomar viento... pues no es que sea ilícito, es que no te lo crees. Aparte, claro está, de que no entrecruzan sus miradas en ninguno de los planos de la película. Los muñecos de trapo y sus amigas hinchables emanan muchísimas más emociones que los actores mentados. El llamado cine intimista e introspectivo que culmina Dreyer en esta su peor obra está seguramente destinado a personas qué o bien piensan que la vida real es así, o que se sienten regaladas con algo fuera de lo común, ya sabéis... un cuadro negro en una galería de arte, y se paran y lo miran y dicen... ooooohhhhhh... juas juas. Y son los que no paran de reprocharte mientras te dan collejas que estás siendo obsequiado con algo imperecedero. Prefiero cualquier film de Bud Spencer y Terence Hill.
Tras su estreno en París crítica y público la pisotearon sin piedad. Normal, no? Y ahora que desde mediados de los 90 vivíamos un afortunado, aunque tardío, revisionismo del mundo del cine, en el cual se echaban por tierra más mitos que en la Irak de Sadam, parece que anda por ahí una nueva Generación del 98 que pretende recoger su testigo y encumbrar obras como ésta, como ya hicieran Unamuno y compañía con El Quijote en su momento. Y servidor no pasa por el aro. Simplemente. Y lo expone y lo argumenta generosamente para personajes que votan con diez estrellas a todas y cada una de las películas consideradas clásicas y que suelen costar en el kiosco de la esquina 10.95.
Y aunque me haya fugado del psiquiátrico que me ha mantenido recluido durante todo este tiempo, he de apuntar que Gertrud también posee momentos deslumbrantes y que Dreyer, al fin y al cabo, no era tan malo.
La secuencia del espejo me deja atónito por lo irreal de su belleza. También los particulares planos secuencia que embadurnan todo el film. Pero no puedo soportar la parsimonia cansina en planos medios durante el ochenta por ciento del metraje. No puedo. Y cuando vuelan por el tiempo y vuelven a sentarse por dos veces consecutivas treinta años después... me repatea. Y la historia del yo quiero ésto y si no nada, también. Éso también.
Y en el spoiler aclararé gustoso por qué me repatea este tipo de cine y de amiguismo:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Lo primero que quiero comentar es que al cine no se debe ir con escopeta. En todo caso, si se quiere utilizar el arma, mucho mejor apuntarse hacia sí mismo y como diría el amigo Turturro en El gran Lebowsky... hasta que hagas click.
Los críticos que vivieron la llamada época dorada del cine -los años 40- fueron personajes que nacieron en el XIX, lugar aquel en el que una bombilla era lo que ahora un acelerador de partículas. Y sus costumbres y educación nada tienen que ver con la época actual. Seguramente ahora nos parecerían los personajes más machistas y pedorros que pudiéramos imaginar. Y ellos encumbraron el cine de los 40. Una época en la que no tenía en los USA ninguna competencia ociosa, a no ser las carreras de caballos. Pero en los 50 apareció la televión y el televisor se adueñó de los hogares americanos y se pasó de la época dorada a la época de la depresión. Es que ya no se hacía buen cine? No, pero ya no se iba en masa a ver los títulos del momento porque se estaba más agustito en casa.
Y bien? Pues que la mayoría de las sobrevaloradas obras de la Historia del Cine datan de esa época. Y en el caso que nos ocupa, el europeo, por su retraso tecnólogico debido a la II guerra mundial estos títulos aparecen una década más tarde. Y ésa es la razón principal para ciscarnos en la madre que parió al poeta, y no que flipemos con King Kong o el truño de El señor de los anillos. NO.
Y fueron los gacetilleros pagados por los grandes estudios los que hicieron grandes a determinadas películas. Nada más simple. Lo que ocurre es que muchas "personas amables" piensan que se ha de seguir la corriente porque es lo que debe hacerse. Y yo difiero. Y luego defienden obras del tipo Centauros del desierto cuando no tienen defensa posible. Por inercia. Por seguir la corriente. Nada más. Y luego se ofrecen de manera altruista a darte lecciones de cine. Y uno se ríe. Y mucho. Y Gertrud seguirá siendo un truño aunque sea original. Y es aburrida por obra y gracia del director. No por otra cosa.
Un servidor también disfruta de los films denominados lentos o que abusan de los primeros planos: Náufragos (10), Los amantes crucificados(9), Hiroshima mon amour (9) y no necesita ver en ninguno a Lucifer follándose una oveja, aunque en el caso de Dreyer no quedaría mal.
También me gustan basuras para la mayoría: Brigada 49 (10), El rey Arturo (10), Holocausto Caníbal (10), etc. Lo que no haré jamás será copiar textos y frases hechas de libros de texto para parecer que entiendo algo de ésto. Éso no.
Y seguramente Gertrud será vista sólo por ese tipo de público intelectualoide y aburrido y a todos ellos les gustará. Qué decir... pero si Gertrud fuese ofrecida al público de masas (un hombre un voto), es decir, obligándole mediante tortura a dar una opinión después de verla... jejeje... o... juas juas... pues ese día la volverían a pisotear como ya hicieran los parisinos en su momento. Un saludo.
Los críticos que vivieron la llamada época dorada del cine -los años 40- fueron personajes que nacieron en el XIX, lugar aquel en el que una bombilla era lo que ahora un acelerador de partículas. Y sus costumbres y educación nada tienen que ver con la época actual. Seguramente ahora nos parecerían los personajes más machistas y pedorros que pudiéramos imaginar. Y ellos encumbraron el cine de los 40. Una época en la que no tenía en los USA ninguna competencia ociosa, a no ser las carreras de caballos. Pero en los 50 apareció la televión y el televisor se adueñó de los hogares americanos y se pasó de la época dorada a la época de la depresión. Es que ya no se hacía buen cine? No, pero ya no se iba en masa a ver los títulos del momento porque se estaba más agustito en casa.
Y bien? Pues que la mayoría de las sobrevaloradas obras de la Historia del Cine datan de esa época. Y en el caso que nos ocupa, el europeo, por su retraso tecnólogico debido a la II guerra mundial estos títulos aparecen una década más tarde. Y ésa es la razón principal para ciscarnos en la madre que parió al poeta, y no que flipemos con King Kong o el truño de El señor de los anillos. NO.
Y fueron los gacetilleros pagados por los grandes estudios los que hicieron grandes a determinadas películas. Nada más simple. Lo que ocurre es que muchas "personas amables" piensan que se ha de seguir la corriente porque es lo que debe hacerse. Y yo difiero. Y luego defienden obras del tipo Centauros del desierto cuando no tienen defensa posible. Por inercia. Por seguir la corriente. Nada más. Y luego se ofrecen de manera altruista a darte lecciones de cine. Y uno se ríe. Y mucho. Y Gertrud seguirá siendo un truño aunque sea original. Y es aburrida por obra y gracia del director. No por otra cosa.
Un servidor también disfruta de los films denominados lentos o que abusan de los primeros planos: Náufragos (10), Los amantes crucificados(9), Hiroshima mon amour (9) y no necesita ver en ninguno a Lucifer follándose una oveja, aunque en el caso de Dreyer no quedaría mal.
También me gustan basuras para la mayoría: Brigada 49 (10), El rey Arturo (10), Holocausto Caníbal (10), etc. Lo que no haré jamás será copiar textos y frases hechas de libros de texto para parecer que entiendo algo de ésto. Éso no.
Y seguramente Gertrud será vista sólo por ese tipo de público intelectualoide y aburrido y a todos ellos les gustará. Qué decir... pero si Gertrud fuese ofrecida al público de masas (un hombre un voto), es decir, obligándole mediante tortura a dar una opinión después de verla... jejeje... o... juas juas... pues ese día la volverían a pisotear como ya hicieran los parisinos en su momento. Un saludo.